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Gatón

Biografía

Gatón. Conde del Bierzo. ?, p. m. s. ix – ¿f. s. ix? Repoblador, conde.

A pesar de su importancia, este personaje astur-leonés es poco conocido. Sin embargo, jugó un papel trascendental para el devenir de la repoblación del Duero en general, y de Astorga y su comarca en particular.

Porque él fue, con la anuencia y mandato de Ordoño I, el repoblador de Astorga hacia el año 853; y él fue, en su avance desde el Bierzo —cuya repoblación también efectuó— quien promovió diversos asentamientos que pregonan esa procedencia: Bercianos del Páramo y San Pedro Bercianos en la provincia de León; Bercianos de Vidriales, Bercianos de Valverde o Bercianos de Aliste, en la de Zamora; todos ellos en lo que se llamó, durante la Edad Media, territorio de Astorga y, aún hoy, pertenecientes a la diócesis asturicense.

Muchos y diferentes investigadores no han llegado a un acuerdo definitivo para aclarar el grado de parentesco que unía al conde Gatón con el rey Ordoño.

Unos lo hacen hermano, mientras otros lo tienen por cuñado, haciendo hermana del Rey a su esposa Egilo (Egilona en algún documento).

La figura de Gatón hay que desdoblarla en dos vertientes: la guerrera y la repobladora, aunque ambas estén íntimamente ligadas. Como guerrero, en verdad que no tuvo mucha suerte, al menos en la documentación, pues son más las derrotas sufridas que las victorias conseguidas.

Sufrió Gatón dos sonoras derrotas a lanzas de los musulmanes. La primera en el año 854. Dos años antes, los siempre revoltosos mozárabes de Toledo, a las órdenes de Sindola, protagonizaron un levantamiento contra el califa Muűammad I al que pusieron en jaque al acercarse a Córdoba, en el camino destruyeron Calatrava y derrotaron al rey moro en Andújar; en junio de este año Muűammad decidió acabar con los rebeldes y ante la avalancha mahometana los mozárabes pidieron ayuda a Ordoño I; éste envió a Gatón, quien cercado en Toledo sufrió la astucia del muslim que atacó la ciudad con escaso ejército. El berciano realizó una impetuosa salida y cayó en la trampa que le tendió Muhammad en las orillas del río Guadalecete, donde se había emboscado el grueso del ejército árabe. Las crónicas árabes hablan de ocho mil cabezas de cristianos cercenadas y repartidas por las principales ciudades andalusíes y por el norte de África.

La segunda se produjo el año 863, posiblemente en el desfiladero de Pancorbo. Y al igual que en la anterior ocasión fue víctima de una emboscada. Abderramán, hijo de Muhammad, llevó a cabo una razia por tierras alavesas pasando la comarca a sangre y fuego.

Gatón se apostó en el desfiladero para cortar la vuelta de los árabes con resultado catastrófico para los cristianos.

También las crónicas árabes cargaron las tintas, pues aseguran que en la batalla murieron hasta diecinueve condes.

Por supuesto que Gatón también participó en expediciones victoriosas aunque en este caso callen los documentos; tal sería la conquista de Coria y otras ciudades. O la que se llevó a cabo contra Muza II, señor de Zaragoza, quien se autoproclamaba “tercer rey de España”. El año 859, quizás el 860, las huestes de Ordoño infligieron un severo correctivo a Muza en los campos de Albelda —ciudad que arrasó— y en el monte Laturce, en las inmediaciones de Clavijo. Ésta sería la auténtica batalla de Clavijo, absorbida por la legendaria y nunca probada de Ramiro I. Astorga conserva escasísimos jirones de un legendario pendón que se dice ondeó en Clavijo, cuya leyenda está unida a la batalla que se adjudica a Ramiro I.

No es lícito dudar, aunque no existan testimonios documentales, de la concurrencia del conde Gatón para detener las diferentes invasiones que los normandos realizaron penetrando desde las costas asturianas o gallegas.

Sin embargo, la labor fundamental de Gatón, la verdaderamente destacada, fue la repobladora. Aparece como repoblador de la comarca leonesa del Bierzo, donde ya ejercía como conde en tiempos de Ramiro I.

Ordoño, aprovechando el desconcierto del reinado de Muhammad, intenta afianzar sus fronteras y posesiones hasta casi las orillas del Duero. Gatón, a quien se pueden considerar su cuñado, será el encargado de cumplir la orden del rey asturiano. De manera que el año 853, con numeroso acompañamiento, en el que dominaban los agricultores, artesanos, oficiales de diversa índole, monjes, abades y hasta un obispo (Indisclo), cruzan los montes de León camino de Astorga.

En este avance hacen presura de terrenos, rompen montes, aran predios, esparcen semillas y construyen casas y cortes; en definitiva, repueblan la comarca. Astorga será la primera ciudad que repoblará Gatón, de cuyo territorio también ostentará el condado. El hecho está suficientemente documentado por el pleito que años más tarde, durante el reinado de Alfonso III, mantuvo el obispo Indisclo contra los hijos de Catilino por la posesión de Brimeda.

Nada más cruzar la sierra, avistada la planicie astorgana, Gatón funda la primera población que aún persiste con el nombre de Villagatón. Repobló León en el 856 y allí, junto al rey Alfonso, como juez —y testigo privilegiado— intervino en el 878 en el citado pleito de Indisclo. Se cree que, desde la repoblación de Astorga, el conde asentó su residencia en la ciudad episcopal, manteniendo su influencia con Ordoño, y a partir del 866 con Alfonso III.

Gatón, junto con su esposa, restauró el monasterio de San Pedro y San Pablo de Triacastela, y concedió diversas mercedes a la iglesia compostelana.

Hijos de este matrimonio fueron Vermudo, que se documenta con propiedades en el valle del Duerna procedentes de presuras; Savarico, que disfrutó el obispado de Mondoñedo, y Hermesinda, que casó con el influyente Hermenegildo Gutiérrez. De este matrimonio nació la que fuera más adelante reina Elvira, por matrimonio con Ordoño II. Por esta misma línea figura un biznieto del conde Gatón, el famoso obispo de Mondoñedo y después de Santiago, virrey de Galicia, fundador del monasterio de Celanova y santo llamado Rosendo.

 

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Martín Martínez Martínez

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