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María de Luna

Biografía

María de Luna. Condesa de Luna (II), en la Corona de Aragón (primer linaje). ?, 1356 – Villarreal (Castellón), 29.XII.1406. Reina de Aragón, Valencia, Mallorca, condesa de Barcelona.

Primera esposa de Martín I el Humano. Hija de Lope de Luna, I conde de Luna, uno de los nobles de confianza del rey Pedro el Ceremonioso, y de Brianda de Agout (Got), de un antiguo linaje provenzal. Lope de Luna murió en 1360 y un año después se firmaba el acuerdo matrimonial por el que la condesa María de Luna y señora de Segorbe debía ser entregada a los ocho años a la reina Leonor de Sicilia, tercera esposa de Pedro el Ceremonioso, para ser educada en Palacio junto con los demás infantes de la casa de Aragón-Barcelona, a la vez que los Reyes debían dar una generosa herencia a su prometido el infante Martín. El 13 de junio de 1372 se celebró la boda entre María y Martín en la catedral de Barcelona. Veinticuatro años separan la celebración de este matrimonio y su ascenso al trono de la Corona de Aragón (1396). En 1387 murió Pedro el Ceremonioso y le sucedió su hijo Juan I, que nombró a su hermano Martín, duque de Montblanc y lugarteniente suyo. En los primeros años de su matrimonio, Martín y María tuvieron cuatro hijos: Martín, Jaime, Juan y Margarita. Exceptuando al primogénito, los otros murieron prematuramente y fueron sepultados en la cartuja de Valldecrist.

El 29 de noviembre de 1391 su hijo Martín el Joven casó con María, reina de Sicilia, partiendo para dicho reino en febrero de 1392 con su padre. De este modo, María, que fue madre de Rey antes que Reina, se quedó sola en los territorios peninsulares de la Corona de Aragón, velando por el extenso patrimonio familiar. No volvió a ver a su marido hasta 1397 y sólo se reencontró brevemente con su hijo en 1405.

María de Luna se ocupó, a partir de 1392, de sostener a su marido y a su hijo en el trono de Sicilia enviando dinero y hombres armados. Fue también la principal intermediaria de su marido y su hijo con su cuñado el rey Juan I de Aragón. El 19 de mayo de 1396 falleció accidentalmente el rey Juan I, el cual, al no tener hijos varones, hizo que la Corona recayese en su hermano Martín, que estaba en Sicilia. De esta manera, María de Luna se convirtió repentinamente en Reina y en lugarteniente general de la Corona de Aragón a los treinta y ocho años de edad, habiendo acumulado una gran experiencia en la gestión del patrimonio familiar y la vida en la Corte. Tuvo que enfrentarse a las pretensiones al trono de Mateo de Foix, casado con la infanta Juana, primogénita de Juan I, que invadió Cataluña y parte de Aragón en 1396 y 1397, pero estas tropas fueron derrotadas, con lo que María de Luna consiguió asegurar el trono de su marido.

La buena gestión de la reina María en los asuntos políticos compensó en parte la falta de decisión y entrega a ellos por parte de su esposo. Durante su actuación como lugarteniente, procuró mejorar las condiciones de los campesinos o payeses de remensa, escribiendo reiteradamente a su pariente el papa Benedicto XIII de Aviñón, el papa Luna; en 1402 le escribió una emotiva carta informándole de la triste situación de dicho grupo social. También se involucró en conseguir la paz entre las distintas bandosidades que asolaban Valencia. Una carta dirigida a su esposo en 1406 le advertía de la complicada situación en la ciudad de Valencia y su poca decisión para solucionar dicho conflicto.

María de Luna fue abuela en varias ocasiones, pero sus dos nietos legítimos fallecieron en su más tierna infancia: Federico, bautizado como Pedro, hijo de Martín el Joven y María de Sicilia; y el infante Martín, nacido de su segundo matrimonio con Blanca de Navarra. En cambio, Martín el Joven tuvo una hija y un hijo ilegítimos que le sobrevivieron: Fadrique o Federico y Violante, fruto de sus relaciones con dos damas sicilianas.

María de Luna siempre se preocupó de los intereses familiares y de sus parientes, a los que protegió y promocionó, como fue el caso de su sobrino Artal de Luna, al que envió a Sicilia.

Martín el Humano y María de Luna fueron profundamente religiosos, por sentimiento y educación. La Reina distinguió a los franciscanos, los ermitaños y los cistercienses del monasterio de Santa María de Veruela. A partir de 1404, la reina María empezó a sufrir diferentes achaques y enfermedades que fueron minando su salud. El 29 de diciembre de 1406 murió de un ataque de pleuresía. Dejó como heredero universal a su único hijo superviviente, Martín el Joven, si bien su marido disfrutaría del usufructo de sus bienes durante su vida. Su cuerpo fue trasladado en procesión a Valencia, en donde se realizó su sepelio provisional en la iglesia del monasterio de San Vicente, hasta ser trasladada al de Poblet.

 

Bibl.: A. Jiménez Soler, “Retrato histórico de la reina doña María”, en Boletín de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona, 1901-1902, págs. 71-81; A. Javierre de Mur, María de Luna, reina de Aragón, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) - Instituto Jerónimo Zurita, 1942; R. Tasis, El sègle XV: Pere el Cerimoniós i els seus fills, Barcelona, Vicens Vives, 1962; E. L. Miron, The Queens of Aragon. Their lives and times, London, S. Paul & Co., 1970; F. de Moxó Montoliu, La casa de Luna (1276-1348). Factor político y lazos de sangre en la ascensión de un linaje aragonés, Münster-Madrid, Gráficas Arias Montano, 1990; N. Silleras, María de Luna. Una reina entre la piedad y el poder (1396-1406), tesis doctoral, Barcelona, Universidad Autónoma, 2002 (inéd.).

 

Salvador Claramunt Rodríguez

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