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Joaquín Malats i Miarons

Biografía

Malats i Miarons, Joaquín. Barcelona, 4.III.1872 – 7.X.1921. Pianista y compositor.

Inició sus estudios musicales a los nueve años con el maestro Miguel Alsina, muy pronto destacó por sus dotes para la música y ofreció su primer recital con catorce años en el Fomento del Trabajo Nacional de Barcelona, interpretando un programa que ya incluía obras de Beethoven, Rubinstein, Mendelssohn y Raff.

Al año siguiente ingresó en la Escuela Municipal de Música de Barcelona, con objeto de obtener la titulación oficial, donde estudió con Roberto Goberna y Juan Bautista Pujol, cursando en dos años los siete cursos académicos y obteniendo el Primer Premio de Piano (1888).

En las clases de Juan Bautista Pujol ya coincidió con Ricardo Viñes y Enrique Granados, y, como ambos y aconsejado por Pujol, amplió estudios en París, becado con una pensión del Ayuntamiento de Barcelona para trasladarse al Conservatorio de París.

En 1891 ingresó en el Conservatorio de París como alumno oficial en la clase de Piano de Charles de Bériot.

Un año después logró el Segundo Premio en el Concurso de Piano, y al año siguiente consigue el codiciado primer premio, otorgado por el jurado presidido por Arthur Rubinstein. También recibió lecciones de Armonía de Benjamín Godard, y comenzó a componer obras para piano.

A partir de este momento se dedicó a la que será su principal actividad, ser concertista. Regresó a Barcelona y allí ofreció un recital con orquesta y a dos pianos, acompañado por sus compañeros Granados y Vidiella. De nuevo en París alcanzó un gran éxito, ofreciendo recitales en la sala Erard, Pleyel, y en los conciertos de las orquestas Colonne y Lamoreux.

Su ejecución era brillante, impulsiva, plena de vida, con una seguridad infalible que dominaba todos los estilos pianísticos. En una crónica publicada en la Música Ilustrada Hispano-Americana, sobre un recital ofrecido en un ciclo de conciertos celebrados en la sala Erard de Barcelona en 1899, se alababa su técnica con estas palabras: “A pesar de que sólo cuenta 26 años de edad, ha luchado en el difícil palenque del arte, alcanzando sin número de éxitos. Cosa excepcional es conseguir un puesto tan elevado entre los concertistas de piano, porque han sido ya tantos los músicos de talento que han trabajado con ahínco y bajo la menor dirección para obtener patente de eminencia, que ya el público y la crítica acostumbran exigir a los pianistas unas condiciones poco comunes [...]. Bien se ha conquistado Malats la reputación que goza”. Reputación que va a revalorizarse aún más con el Premio Diémer, que consiguió en 1903, dotado con 4.000 francos; éste era un concurso especial al que sólo podían optar los ganadores de la más alta distinción del Conservatorio. También en 1903 fue invitado a formar parte del jurado del concurso anual del Conservatorio de París, y dos años más tarde, 1905, en el del Premio Ortiz y Cussó, en el Conservatorio de Madrid. En aquella época Malats, en plena posesión de sus dotes artísticas, va a ser el dueño y señor de las salas de conciertos. Instalado ya en Cataluña, ofrecía no sólo recitales en España, sino también en Francia, Suiza, Italia y Portugal.

A su proyección por el extranjero contribuyó decididamente su gran amigo Isaac Albéniz, quien se preocupó de impulsar la carrera concertística de Malats, organizándole conciertos en París, Londres, Niza y Alemania. En 1907 Malats fijó su residencia en París, para desde allí hacer frente a la gira de conciertos que ofrecerá en Berlín, Viena, Hamburgo, París y Barcelona, donde tocará con Saint-Saëns un concierto a dos pianos.

Su cooperación con Albéniz marcó definitivamente la composición de la suite Iberia, que él fue el encargado de estrenarla. Se podría afirmar que, al igual que Debussy y Ravel se inspiraron en el estilo pianístico de Ricardo Viñes para componer sus obras, asimismo Albéniz siempre pensó en Malats y su interpretación pianística cuando compuso Iberia. En la correspondencia de Albéniz a Malats publicada por la Revista Musical Catalana en 1933, se pueden recoger varios párrafos donde así lo confirma el propio Albéniz, que siempre se dirigía a su amigo utilizando apelativos cariñosos como “Querido Quinito”, “niño de azúcar”, “enfant chérie”, “caro amico” o “niño de azúcar azucarado”.

En 1905, emprendió una gira por Estados Unidos, estrenando en estos recitales gran parte de la suite Iberia de Albéniz, que después continuaría por España, Francia, América y Portugal. Malats se interesó y se dedicó tanto al estudio de la Iberia, que a medida que Albéniz la iba componiendo, iba consultando con él cada una de las partes y enviándole los manuscritos. Malats realizó la primera audición de la suite Iberia el 10 de diciembre de 1909 en Madrid, y toda la crítica coincidió en que su interpretación era insuperable. En las primeras interpretaciones Malats sólo tocaba Evocación, El Puerto, Triana, El Albaicín, Málaga, Jerez i Eritaña. Después continuó la gira por Europa, presentando la suite Iberia en París, Bruselas, Ginebra, Venecia, Florencia y Génova. Tras esta gira abandonó su carrera concertística debido a la grave enfermedad que padecía y concentró sus escasas fuerzas en la enseñanza del Piano en el Real Conservatorio de Madrid. El 7 de octubre de 1912, falleció en su domicilio de Barcelona, donde pasó los últimos meses de vida. A su muerte, el Ayuntamiento de Barcelona colocó una lápida en la casa en que había residido y dio su nombre a una calle de la ciudad. También recibió la Encomienda de Isabel la Católica y de Alfonso XIII.

Además de ser uno de los más reconocidos concertistas de principios del siglo xx, Malats se dedicó a la composición. Escribió bastantes obras para piano, en una línea que continuaba la corriente romántica de salón, entre las que destacan varias mazurkas, caprichos, habaneras, barcarolas o un valse-caprice dedicado a su gran amigo Isaac Albéniz. Se trata de obras de juventud, sin grandes pretensiones, pero de un gran interés, que están en la línea de la producción pianística contemporánea española. De toda su producción destaca la suite Impresiones de España, compuesta para orquesta y reducida después para piano.

Esta suite consta de cuatro movimientos: 1. Danza, 2. Serenata, 3. La Siesta y 4. Final. Sin duda, se trata de la obra más interesante de su producción pianística, que sigue los presupuestos de sus contemporáneos al basar la obra en temas populares españoles. Es evidente la influencia de Albéniz y Granados, ya que Malats recurre a los elementos básicos utilizados por todos los compositores del momento para evocar la música andaluza: cadencia andaluza, cadencias adornadas con floreos, el ritmo, la modalidad y las formas melódicas. De los cuatro movimientos, la Serenata española aún permanece en el repertorio pianístico habitual.

 

Obras de ~: Música de Cámara: Trío para vn, vc y p; Piano: suite Impresiones de España, Barcelona, Dotesio (también existe versión orquestal); Napoli. Barcarolle pour piano, Barcarola, Dotesio; Canto de Amor para piano, Barcelona, Dotesio; Babillage, capricho, Barcelona, Dotesio; La Morena, cubana, R. Guardia; Deuxiéme Mazurka pour piano; Valse-Caprice pour piano, Dotesio. Véase catálogo razonado en P. García Martínez y R. Sobrino, “Malats y Miarons, Joaquín”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, vol. VII, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 2001, págs. 65-68.

 

Bibl.: Redacción, La Música Ilustrada Hispano-Americana, 7, 25 de marzo de 1899; J. Salvat, “Joaquim Malats” y “Epistolari dels nostres músics I: Isaac Albéniz a Joaquim Malats”, en Revista Musical Catalana, vol. XXX (1933); G. Salas Villar, “Los pianistas españoles en el París de principios de siglo”, en La música en España (1900-1927): Hacia una nueva estética, Fundación Escuela Asturiana de Estudios Hispánicos en “Los Cursos de la Granda” del 7 al 11 de agosto de 1995; M. Bergadá Armengol, “Añoranza y proyección musical de España en el París de finales del siglo xix”, en Cuadernos de Música Iberoamericana, vol. 5 (1998); P. García Martínez y R. Sobrino, “Malats y Miarons, Joaquín”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la música española e hispanoamericana, op. cit.

 

Gemma Salas Villar

 

 

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