Aymerich y Baras, José. Cádiz, 11.I.1775 – Palma de Mallorca (Islas Baleares), 27.X.1841. Teniente general y secretario de Guerra.
Hijo de Esteban Aymerich, brigadier de Ingenieros, estudió Matemáticas y Fortificaciones en el Real Seminario de Nobles de Madrid. Ingresó como cadete, a los doce años, en el Regimiento de Infantería de Sevilla el 10 de mayo de 1787.
Al iniciarse la guerra contra Francia fue destinado al ejército del Rosellón. Se distinguió en el sitio de Mont-Louis y fue ascendido a segundo subteniente el 10 de agosto de 1793. Peleó luego en las acciones de Villelongue y Banyuls-les-Aspres, el 22 de diciembre.
Al año siguiente fue promovido a primer subteniente (el 1 de abril de 1794) y tomó parte en la desastrosa retirada del Boulou, donde fue herido en la cabeza y hecho prisionero en el Pla del Rey.
Tras su liberación, recibió el ascenso a teniente (5 de abril de 1795) y marchó con su regimiento a la guarnición de Ceuta, en 1797. Fue durante seis años maestro de cadetes, siendo promovido sucesivamente a teniente de granaderos (15 de junio de 1798) y primer teniente (30 de septiembre de 1800).
El 22 de junio de 1801 le fue concedida licencia para contraer matrimonio con Rosa Ortiz de Pinedo y Anuncibay, hija de los condes de Maule.
Al comenzar la Guerra de la Independencia fue nombrado capitán en el Batallón de Infantería ligera de Barbastro el 4 de junio de 1808. Se distinguió en la toma del castillo de Santa Catalina, Jaén, el 3 de julio; poco después (11 de julio), fue nombrado comandante del recién levantado Batallón de Cazadores de Carmona, en cuyo frente tomó parte en el combate de Andújar y en la batalla de Bailén, a las órdenes de Cruz Mourgeon.
Combatió al frente de su batallón en la campaña del Ebro, intervino en las acciones de Lerín y Calahorra y luego en la retirada a Cuenca. Luchó en la batalla de Uclés, librada el 13 de enero de 1809, donde cayó prisionero; según las memorias de Pedro Agustín Girón, fue maltratado por los franceses y conducido a Madrid, de donde se fugó dos meses más tarde.
Se presentó en Sevilla y fue ascendido a coronel graduado el 13 de julio de 1809; volvió a tomar el mando de su batallón, con el que asistió a la batalla de Almonacid, donde resulto herido en el brazo derecho.
Posteriormente combatió en la desgraciada batalla de Ocaña, en la que perdió todo su batallón. Escapó al condado de Niebla, donde organizó nuevamente su cuerpo llevándolo seguidamente a Cádiz. Fue promovido a coronel el 20 de junio de 1810.
Formó parte del ejército mandado por Manuel Lapeña que zarpó de Cádiz el 21 de febrero de 1811 y desembarcó dos días más tarde en Algeciras. Al frente de dos batallones (Campo-Mayor y Carmona) combatió en la batalla de Chiclana, el 5 de marzo de 1811, y fue ascendido a brigadier en la promoción del 23 de junio siguiente.
Fue destinado luego al cuarto Ejército, al mando de la primera brigada de la primera división (Cruz Mourgeon); luchó en Álora y en la batalla de Bornos, el 1 de junio de 1812, a las órdenes de Francisco Ballesteros y luego en la acción de Antequera, en persecución del ejército francés.
En 1813 formó parte del Ejército de Reserva de Andalucía, a las órdenes de Enrique O’Donnell, conde de la Bisbal, marchando a Navarra. Quedó a las órdenes de Carlos de España —en el sitio de Pamplona— al frente de una brigada, mientras el resto del ejército combatía en Sorauren, teniendo que hacer frente a la salida de la guarnición, el 23 de julio. Se halló luego en los combates en el Pirineo, principalmente en Sara, el 7 y 8 de octubre de 1813, donde mandó interinamente la 2.ª división. En la batalla del río Nivelle (10 de noviembre), comandó la vanguardia del ejército, compuesta por los regimientos de órdenes militares, Sevilla, Cataluña y Murcia.
Finalizada la guerra, fue promovido a mariscal de campo el 13 de octubre de 1814, y destinado durante los Cien Días al Ejército de Observación de los Pirineos Centrales, a las órdenes de José Palafox. Quedó acantonado en el campo de Jaca, al mando interino de la primera división, hasta su disolución en enero de 1816.
Desde el 29 de enero de 1817 fue vocal del Consejo de Guerra de Oficiales Generales de la Capitanía General de Castilla la Nueva hasta el 28 de junio de 1819, cuando fue nombrado inspector general de las tropas en Andalucía, cargo que ocupó hasta el triunfo de los constitucionales en enero de 1820. Freyre le nombro comandante de la 2.ª División de Infantería, en el ejército que se organizó en Andalucía contra Riego.
En 1822 fue desterrado de Madrid a causa de los sucesos del 7 de julio, y confinado en Ciudad Rodrigo desde el 15 de julio de ese año hasta el 23 de mayo de 1823.
Tras el restablecimiento de Fernando VII, recibió el nombramiento de inspector general de Infantería (26 de noviembre de 1823) y consejero de Guerra (desde el 5 de marzo de 1824), siendo asimismo coronel general de Voluntarios Realistas.
Fue nombrado secretario de Guerra interino el 26 de agosto de 1824 y miembro del Consejo de Estado, sucediendo al general José de la Cruz. Fue un acérrimo absolutista, como demostró al dirigir la represión de los delitos políticos y endurecer las sentencias.
Intrigó en unión con los ministros de Marina y Hacienda (Salazar y López Ballesteros) contra Cea Bermúdez, pero fue cesado por Fernando VII el 13 de junio de 1825 y ascendido con esa misma fecha a teniente general; recibió, al mismo tiempo, el gobierno de la plaza de Cádiz. Ocupó ese puesto hasta el 30 de junio de 1828, cuando fue nombrado capitán general de Baleares, en cuyo destino permaneció hasta 1833.
El rey Carlos X de Francia le concedió, el 9 de diciembre de 1825, el Gran Cordón de la Legión de Honor y comendador de la Orden de San Luis (15 de mayo de 1829). Asimismo, tras cuarenta años de servicio, recibió la Gran Cruz de San Hermenegildo el 6 de abril de 1827.
El 28 de febrero de 1833 se le concedió destino de cuartel en Valencia, y en agosto de 1835 fue destinado a Alicante. El 19 de agosto de 1836 obtuvo licencia para trasladarse a Caller, en Cerdeña, desde donde marchó a Francia.
Finalizada la Primera Guerra Carlista regresó a Valencia el 30 de julio de 1841. Se le dio licencia, el 16 de octubre de 1841, para residir en Palma de Mallorca, donde, al poco de llegar, fue asesinado durante un motín.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia, Célebres 010, exp. 21, Hoja de servicios a fines de diciembre de 1815; Archivo General de Palacio, Registro de la Estampilla, 1824, 1825 y 1827.
Conde de Toreno, Historia del Levantamiento, Guerra y Revolución de España, Paris, Librería Europea de Baudry, 1838; J. Gómez de Arteche, Guerra de la Independencia, Madrid, Imprenta y Litografía del Depósito de la Guerra, 1868-1903; E. Eggers y E. Feune, Francisco de Zea Bermúdez y su época 1779-1850, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Escuela de Historia Moderna, 1958; M. Artola Gallego, “La España de Fernando VII”, en Historia de España, Madrid, Espasa Calpe, 1968; Servicio Histórico Militar, Guerra de la Independencia, Madrid, Librería Editorial San Martín, 1972; P. Pegenaute, Represión política en el reinado de Fernando VII, Las Comisiones Militares (1824-1825), Pamplona, Eunsa, 1974; J. R. Alonso, Historia Política del Ejército Español, Madrid, Editora Nacional, 1974; P. A. Girón, marqués de las Amarillas, Recuerdos (1778-1837), Pamplona, Eunsa, 1978; E. González López, Luis López Ballesteros (1782-1853). Ministro de Hacienda de Fernando VII, La Coruña, Fundación Pedro Barrié de la Maza, 1987; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Actas, 1998.
Alberto Martín-Lanuza