Viñarta y Cervera, Vicente. ?, 15.IV.1858 – Madrid, 26.II.1907. Comandante de Ingenieros.
Ingresó en la Academia de Ingenieros de Guadalajara el 1 de septiembre de 1877, saliendo de la misma como teniente de Ingenieros, después de completar los estudios reglamentarios el 21 de julio de 1883.
Ascendido a capitán de Ingenieros en 1888, permaneció en ese empleo cerca de catorce años, siendo promovido a comandante del Cuerpo en 1902. A lo largo de los veinticuatro años transcurridos en su carrera militar, tuvo ocasión, desde la conclusión de sus estudios, de prestar numerosos servicios de los que constituyen el complejo conjunto que le corresponden al Cuerpo de Ingenieros. En ese tiempo sirvió en Comandancias más de cuatro años; más de doce, en tiempo de paz, en los regimientos; más de dos en campaña y cinco en el Ministerio de la Guerra.
En los periodos que permaneció en la Comandancia de Pamplona y en el 1º Regimiento de Zapadores, desempeñó los varios servicios que en el de las comandancias y el mando de tropas se presentan, encontrando tiempo para la redacción de útiles trabajos, como fueron: su folleto Las palomas mensajeras (Logroño, 1891); las Tablas para calcular la distribución de haberes de una Compañía de Zapadores-Minadores y facilitar los asientos en los libros de caudales (1891); el Empleo de la dinamita y fogatas pedreras, que es, una reunión de fórmulas escogidas (comprobadas muchas de ellas y deducidas otras) y Tablas con todos los elementos de las fogatas, publicada en Logroño en 1896, y, por último, en 1901, la memoria titulada Nuevo explosivo denominado Picrasita, por cuya redacción fue agraciado con la cruz blanca de 1ª clase del Mérito Militar.
Además de los estudios anteriores, con su compañía del 1º Regimiento, tuvo ocasión de prestar en Santander, con motivo de la voladura del vapor Cabo Machichaco, importantes servicios y, más tarde, especialmente en la isla de Cuba, donde permaneció cerca de dos años y medio, constantemente en operaciones durante la última guerra de Independencia, donde tuvo ocasión de distinguirse.
Estuvo, en ese tiempo y casi siempre en la parte oriental de la isla, construyendo obras de fortificación, campamentos y vías férreas o recomponiéndolas; dirigiendo los talleres del parque de Ingenieros; levantando torres ópticas; estableciendo líneas telefónicas; protegiendo convoyes, etc. Además, tuvo ocasión de realizar múltiples servicios y combates con el enemigo, como la defensa del poblado de Tunas de Zaza, en la que, ejerciendo funciones de comandante militar, sufrió los bombardeos por los buques americanos de los días 2, 3 y 26 de julio de 1898 y, declarados varios incendios, los extinguió bajo el fuego enemigo, recomponiendo también los desperfectos causados en las obras de defensa y en la vía férrea.
Terminada la guerra de Cuba y enfermo, regresó a España, desembarcando en la Península a fines de diciembre de 1898. Pasó posterior y sucesivamente, hasta su ascenso a comandante, al 3.° y 1er. Regimiento de Zapadores. Ya como comandante, era destinado a Madrid, en la Sección de Ingenieros del Ministerio de la Guerra, donde seguía destinado al ocurrir su fallecimiento, después de penosa enfermedad.
Poseía las condecoraciones siguientes: una Cruz roja sencilla del Mérito Militar, dos Cruces pensionadas rojas del Mérito Militar, y la Cruz de María Cristina, y la Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. Personales.
Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1884-1907; “Necrologías”, en Revista del Memorial de Ingenieros, 62, 4 (abril de 1907), págs. 127-128; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; L. de Sequera Martínez, Historial de las Unidades de Ingenieros en Ultramar (la Campaña de 1898), Madrid, Talleres del Centro Geográfico del Ejército, 1999.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
