Millás Mossi, Vicente. Valencia, 4.VIII.1909 – Madrid, 5.III.1991. Ingeniero técnico industrial e inventor español en el área de la Electromedicina.
Fue el segundo hijo de una familia de ocho hermanos, fruto del matrimonio formado por el abogado Manuel Millás Sagreras (Valencia, 1876-1941), funcionario de la Audiencia Provincial de Valencia, y Salvadora Mossi Bolumar (Macastre, Valencia, 1879-1969), hija de terratenientes que dedicó su vida a la familia.
Vicente Millás fue bautizado en la pila bautismal de San Vicente Ferrer de la parroquia de San Esteban.
Recibió una educación fundamentada en una sólida base religiosa de gran convicción que mantuvo a lo largo de toda su vida. Durante los primeros años de su vida recibió su formación elemental en el hogar familiar, su escolarización tardía comenzó en la escuela de don Gregorio Sabater a los nueve años, lo que le permitió aprender y descubrir el mundo de una forma libre y en contacto con la naturaleza. En 1919 continuó sus estudios de bachiller en el Instituto de Valencia, actualmente Instituto Lluís Vives.
En 1927 inició sus estudios de Perito Industrial en las ramas de Mecánica y Electricidad, ingresando en la Escuela Superior de Peritos Industriales de Valencia, donde, como alumno aventajado, realizó su formación de manera satisfactoria.
Durante sus estudios obtuvo una beca que disfrutó hasta finalizar su carrera en 1933; también fue beneficiario de diferentes premios, entre ellos la visita a la Exposición Internacional de 1929 en Barcelona, partiendo de Valencia en el vapor J. J. Sister el día 1 de enero de 1930. Asimismo, fue propuesto por el Patronato de la Escuela para ampliar sus estudios en el extranjero.
En 1929 realizó una disertación publica en La Casa del Estudiante organizada por la Federación Regional de Estudiantes Católicos, cuyo título fue “Estudio de las Fuerzas”.
Mientras continuaba con su formación, entre 1927 y 1933 compatibilizó prácticas de taller en las empresas Volta y Electro Valenciana, adquiriendo experiencia en transformadores de gran capacidad, así como motores diésel y centrales con alternador.
Ya en 1933 comenzó a trabajar por cuenta propia en las áreas de radio y cine, convirtiendo antiguos sistemas de cine mudo en los entonces más novedosos de cine sonoro.
En 1935 fue contratado por la empresa Siemens Industria Eléctrica (Valencia) como jefe de instalaciones y montajes, llevando a efecto importantes proyectos; entre otros, toda la instalación eléctrica del Aeropuerto de Manises (Valencia), del Puerto de Burriana (Castellón), de la estación transformadora del dique flotante de la Unión Naval de Levante (Valencia) y de los Altos Hornos de Sagunto (Valencia). Continuó sus trabajos con la empresa Siemens incluso durante la Guerra Civil Española (1936-1939).
Durante el conflicto bélico la familia quedó dividida entre ambos bandos, Palma de Mallorca, Valencia capital y fincas familiares de Mijares, ubicadas en la zona de Yátova (Valencia), donde dos hermanos y dos hermanas estuvieron a punto de ser ajusticiados por milicianos republicanos, tras ser sorprendidos y retenidos en su propia casa fueron conducidos al lugar de ejecución y finalmente salvados por uno de los empleados de la finca, jefe de los milicianos, que les ayudó a escapar.
Algunas de las posesiones de tierras familiares procedentes de su familia paterna, fueron expropiadas por el gobierno democrático republicano, acusando a su padre, Manuel Millás Sagreras, de reaccionario, derechista, contrario y explotador de la clase trabajadora, afirmando que no trabajó nunca.
Durante la guerra, Vicente se vio obligado a participar con el Gobierno republicano, elegido en las urnas, si bien por la forma violenta en que se desarrollaban los acontecimientos, su educación, sentimientos morales y religiosos, se sintió despojado de sus convicciones y modo de vida.
Por todo esto permaneció emboscado en Valencia, colaborando con un grupo de personas en situación similar, facilitando datos de interés sobre fábricas de guerra, mapas y otras informaciones al ejército rebelde, sin conseguir escapar de Valencia a Mallorca en una embarcación, tal y como tenía planificado.
En abril de 1938, ante la presión ejercida sobre los emboscados, se presentó en la Subsecretaría de Armamento donde prestó sus servicios como técnico industrial.
El 29 de junio de 1938 fue ascendido por el ejército republicano de sargento de milicias a teniente del Cuerpo de Regimiento de Cazadores de Caballería, ascenso que forzó un cambio temporal con destino al frente, retornando posteriormente a su anterior destino, lugar que ocupó hasta el final de la guerra.
Finalizado el conflicto bélico solicitó su baja en la empresa Siemens Industrias Eléctricas con objeto de iniciar un nuevo trabajo en la empresa de maquinaria industrial y ascensores Seyra.
Acabada la guerra fue requerido para someterse a un proceso de depuración al ser identificado como sospechoso de haber colaborado con el ejército republicano durante el conflicto, proceso del que finalmente resultaría libre de cargos gracias a las declaraciones de amigos y conocidos.
El 18 mayo de 1940 contrajo matrimonio con Cándida García Novoa, fruto de esta unión nacieron cinco hijas y cuatro hijos.
Ese mismo año fundó en Valencia, junto a su hermano menor Manuel, la empresa electromédica Millás Mossi Técnicos Industriales, situada inicialmente en la plaza del Patriarca junto a la calle la Nave, donde pagaban una renta de 90 pts. Posteriormente, al crecer la actividad, se trasladarían a la calle Sorní, 12.
El año 1941 resultó un año lleno de acontecimientos para Vicente y su familia, además de ser el comienzo de la nueva empresa, ese mismo año fallecieron su hermana mayor y su padre, pero también nació su primera hija y su primera sobrina, hija de la hermana fallecida.
En 1938, durante la Guerra Civil Española, se dio un acontecimiento de gran importancia que revolucionaría la forma de tratar a los enfermos mentales afectados de esquizofrenia o depresión. El primer proyecto y más relevante de Millás Mossi Técnicos Industriales fue su importante participación en el desarrollo de la nueva técnica para tratar este tipo de pacientes con pequeñas descargas eléctricas a través del cerebro.
Iniciado el siglo XX, por primera vez surgieron tratamientos médicos que daban esperanzas de curación en pacientes con esquizofrenia, depresión severa y catatonia, el objetivo era provocar cierto tipo de convulsiones en los pacientes. Los tratamientos eran farmacológicos y presentaban ciertas dificultades por efectos secundarios, precio y dificultad para conseguirlos, más en tiempos de guerra. Con objeto de superar dichos inconvenientes, los Drs. Cerlety (26.IX.1877-25.VII.1963) y Bini (1908-1964) desarrollaron el primer aparato de electroshock en Roma. Mediante pequeñas descargas eléctricas a través del cerebro provocaban las deseadas convulsiones sin necesidad de recurrir a los agentes farmacológicos, con todas las ventajas que ello suponía.
En 1938 España estaba inmersa en su Guerra Civil y el mundo se encontraba a las puertas de la II Guerra Mundial, por lo que los medios para importar dicha tecnología eran muy limitados.
Fue entonces cuando el Dr. Marco Merenciano, director del sanatorio psiquiátrico provincial Padre Jofré de Valencia (fundado por P. Jofré, inaugurado en 1409 y considerado el primer manicomio), quiso evaluar y aplicar el electroshock a pacientes de su hospital y dado los inconvenientes para disponer del aparato italiano, decidió desarrollar su propio equipo, solicitando colaboración al Dr. José María Rius Vivó, en aquellos tiempos, jefe del departamento de Electrología de su mismo hospital.
El Dr. Rius, ante la falta de información del aparato diseñado en Roma, decidió realizar sus propias investigaciones, llegando a diseñar un nuevo equipo artesanal denominado Electrocombulsor bajo su propia patente, ya que mostraba diferencias sustanciales respecto del equipo original.
Fue en 1940 cuando Millás Mossi, Técnicos Industriales aparecieron en escena y, en colaboración con el Dr. Rius, se ocuparon de la fabricación profesional del aparato con patente Rius. El 26 febrero de 1941, el aparato fue presentado y ensayado en la Universidad Complutense de Madrid. En este espacio docente los citados doctores Merenciano y Rius trabajaron con el Dr. Juan José López Ibor.
Posteriormente Vicente Millás, junto a su hermano Manuel, patentaría otra variante de electroshock con ciertas mejoras para su producción a nivel industrial por primera vez en España, haciendo posible que en los duros tiempos de la postguerra esa nueva, barata y eficaz tecnología, pudiera ser utilizada por grandes grupos de pacientes psiquiátricos, obteniendo mejoras y curaciones con un mínimo sufrimiento.
En los siguientes años Millás Mossi, Técnicos Industriales fueron adaptando el dispositivo a las diferentes necesidades de los especialistas, siendo, durante muchos años, el aparato más popular utilizado por los psiquiatras en España.
Aun habiendo sido el electroshock su aportación de mayor impacto técnico y social, fueron muchos más los aparatos e ingenios diseñados y fabricados desde el comienzo de la empresa hasta la separación de los hermanos Millás en 1953, momento en el cual Vicente creó otra empresa de las mismas características en Madrid, calle Canillas, 77, registrada como Mossi Técnico Industrial, donde siguió desarrollando, fabricando y suministrando diverso aparataje médico a hospitales, clínicas y centros de investigación dependientes de universidades y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, así como algunas otras aportaciones industriales.
En 1955, durante su nueva etapa en la capital, compatibilizó la gestión de su casi recién creada empresa con una plaza sacada a concurso-oposición por el Ejército del Aire, plaza que ganó como “jefe de taller técnico industrial” para la Jefatura Material de Sanidad Militar en Madrid, donde trabajó hasta su alcanzar su edad de jubilación, en noviembre de 1973.
Una vez jubilado de su trabajo en el Hospital del Aire, continuó con su negocio, atendiendo más el área de laboratorio que el área de electromedicina, intensificando su actividad con el CSIC y ubicando su taller en las propias dependencias del mencionado organismo, en la calle Serrano, 117 de Madrid.
Durante esos años, fueron múltiples los ingenios con soluciones específicas que pudo aportar a los investigadores de los diferentes laboratorios. Participó en algunos proyectos tales como un sistema para la medida de la demanda bioquímica de oxígeno por bacterias en aguas contaminadas, mediante un sistema puramente mecánico que posteriormente fue patentado.
Asimismo, realizó varias patentes: Electroshock con C.C. (Patente nº 163.101 de 9/septiembre/1943); Ganchifix (Patente nº 59.366 de 16/marzo/1957); Medidor mecánico para consumo O2 (Patente CSIC 454.140 5/octubre/1977).
Finalmente, y ante una grave enfermedad que sufrió su esposa, dedicó todo su tiempo a su cuidado y atención hasta su fallecimiento el 26 de febrero de 1988.
Al morir su esposa, los hijos trasladaron a Vicente a una residencia en Boadilla del Monte (Madrid), falleciendo de una parada cardiorrespiratoria en una ambulancia camino del hospital en Madrid el 5 marzo 1991 a la edad de 81 años.
Con Cándida García tuvo varios hijos: Dolores (1941-2019), escritora y fundadora y directora de la Filmoteca de la AECID; Vicente (1942-2020), fotógrafo industrial, inventor y mecánico; Manolo (1943), técnico en electromedicina, especialista en neumología, inventor y fabricante de equipamiento médico e industrial; Juan José (1946), escritor, periodista y ganador de varios premios literarios; Salvadora (1947-2012), técnica de laboratorio de Anatomía Patológica; Inmaculada (1948), técnica de laboratorio de investigación y escritora; Amparo (1953), profesora de yoga; Francisco de Paula (1955), técnico en electromedicina especializado en cirugía de mínima invasión, neumología y neurofisiología; y Almudena (1961), comercial inmobiliaria.
Vicente Millás falleció después de haber dedicado gran parte de su vida a colaborar y ayudar a los profesionales de la medicina y la investigación en la búsqueda de nuevas soluciones que permitieran luchar contra las enfermedades y cuidado de los pacientes, ayudando a mejorar nuestra calidad de vida.
Como otros muchos técnicos españoles permanece en el anonimato, mientras que, sin sus ingenios y su trabajo, la ciencia médica no hubiera avanzado como lo ha hecho. Sirva esta biografía como reconocimiento a él mismo y a otros técnicos que también aportaron su ingenio y esfuerzo a la ciencia médica.
Obras de ~: Producción en Valencia (1940-1953): Altershock, Aparato de electroshock estacionario; Aspiradores centralizados para salas de operaciones; Colorímetro con célula para determinaciones en sangre y orina; Corta-Term, Aparato de alta frecuencia para electrocirugía, coagulación, fulguración, desecación, electromía; Cronaximetro, Aparato para la determinación del grado de parálisis de músculos y nervios con lectura directa de sigmas; Galfarad, Aparato de estimulación muscular, electrodiagnóstico y electroterapia; Kausten, Aparato para endoscopia y caustia; Hilumray, Negatoscopio para visualizar placas de rayos X; Lux-Ful, Aparato de iluminación frontal; Multibat, Cargador de baterías; PHmetro, Aparato para determinación de la concentración de iones de hidrógeno PH; Politerap, Aparato de Electrodiagnóstico, Electroterapia, IonForesis, Masaje y Cirugía; Polux, Aparato de Electrocirugía para odontólogos, neurocirugía, oftalmólogos, cirugía facial, dermatólogos; Shocket, Aparato de electroshock; Smallshock, Aparato de electroshock portátil; Super-Cort, Bisturí eléctrico de alta frecuencia y potencia para grandes quirófanos; Super-Lux, Lámpara de emergencia auxiliar de quirófano.
Producción en Madrid (1954-c. 1985): Agitador de laboratorio Mossi; Bambino, Aspirador de sangre para quirófanos y convalecencia; Banda ergométrica Mossi para test de esfuerzo: Super “55” Cámara de cultivo, esterilización, laboratorio, etc.; Bisturí eléctrico Mossi; Cámara estéril de trabajo Mossi, para la manipulación segura en los laboratorios; Corzan, Desfibrilador eléctrico para tratamiento del síncope cardiaco; Electroanálisis Mossi, Aparato para determinaciones rápidas de electroanálisis; EndoKaust, Aparato para endoscopia y caustia; Filtros de red Mossi para eliminación de artefactos en la red; Ganchifix, Soportes de instrumental configurables; Lámparas de quirófano Mossi; Mantas térmicas Mossi; Microshock, Electroshock ultra portátil; Molino Mossi para preparación de minerales para su estudio y análisis; Narcoshock, Para tratamiento de enfermos mentales; Pulmón de acero; Spirotor, Aparato de ventilación asistida actuando sobre el nervio frénico; Pupinel, Estufa de cultivo con puerta acristalada; Incubadoras de laboratorio Mossi; Rectificadores de selenio Mossi; Sistemas de protección de red Mossi para fallos de neutro; Transformadores de aislamiento; Unidades de control de temperatura Mossi para moldes de plástico inyectado; Unidades de control de velocidad e intensidad lumínica Mossi estado sólido.
Fuentes y bibl.: Archivos del Centro documental de la Memoria Histórica, Mad 1511 / 125; Archivo familiar, Varios documentos; Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Valencia, Sumario 3180, Caja Nº 17-109/17, Exp. Pers.; Archivo Histórico del Ejército del Aire, expediente nº 77692.
[Redacción], “Sin título”, en Las Provincias, 19 de febrero de 1929, pág. 2; [Redacción], “Sin título”, en Las Provincias, 2 de enero de 1930, pág. 2; CIFRA, “Ensayos de un nuevo procedimiento para el tratamiento de las enfermedades mentales”, en ABC, 27 de febrero de 1941, pág. 9; F. M. Merenciano, Esquizofrenias Paranoides, Madrid-Barcelona, Editorial Miguel Servet, 1942; L. J. Meduna, “Autobiography of L. J. Meduna”, en Convulsive Therapy, 1, 1 (1985), págs. 43-57; M. Fink, Electroshock: Restoring the Mind, Oxford, Oxford University Press, 1999; L. F. Barrios Flores, “El internamiento psiquiátrico en España: de Valencia a Zaragoza (1409-1808)”, en Revista Cubana de Salud Pública, 28, 2 (julio-diciembre 2002); J. J. Millás, El Mundo, Barcelona, Planeta, 2007; J. Millás, Escenas de un burgués en la Valencia del ochocientos, Valencia, Sargantana, 2017; J. Balaguer, Aparatos de Electroshock fabricados en la Valencia de mediados del siglo XX, Trabajo fin de máster, Valencia, Universidad de Valencia, 2018; “Museo”, en IHMC2. Boletín de Noticias del Institut d’Història de la medicina y de la ciència López Piñero (otoño 2018); M. Nieto Centeno, “Haciendo visibles a los personajes que solicitan patentes”, en Marchamos. Revista de Comunicación Interna de la Oficina Española de Patentes y Marcas, 67 (cuarto trimestre, 2019), págs. 26-29.
Francisco Millás García