Riederer von Paar, María Ana. ?, u. t. s. XVI – México, 13.II.1619. Dama de la reina, virreina de la Nueva España y del Perú.
Del mismo modo que sus hermanos mayores, María Sidonia y Wolfang Alberto, ingresó al servicio de la nueva soberana, Margarita de Austria, esposa de Felipe III. Mientras los mencionados se incorporaban como parte del servicio doméstico en septiembre de 1598, María Ana lo hacía tres años más tarde, quedando asentada como dama menina desde el 19 de marzo de 1601. De origen alemán, el apellido de la joven y, por ende, también el de sus hermanos, aparece castellanizado en las fuentes documentales con diversas acepciones (Rredre, Riedre, Riedererín, etc.). Era la segunda hija de los nobles bávaros Jorge Riederer von Paar y María Isabella de Ahaim.
Permaneció en la Corte de Felipe III –tanto en la vallisoletana como en la madrileña– hasta el 21 de abril de 1609, momento en el que quedó desposada con el I marqués de Guadalcázar, Diego Fernández de Córdoba y las Roelas. La ceremonia tuvo lugar en el Alcázar de Madrid, a las diez de la noche ante el obispo de Salamanca. Como en la mayoría de los esponsales que tenían como protagonistas a las mujeres de la cámara de la reina, los reyes fueron los padrinos. Además, la infanta Ana honró a los contrayentes bailando en público por vez primera.
Los beneficios que al esposo reportó el enlace con una de las damas más próximas a la reina fueron numerosos. Por ejemplo, Felipe III le concedía el título de I marqués de Guadalcázar meses antes del casamiento. Por otro lado, el cronista Cabrera de Córdoba señalaba en 1608 que “a don Diego Fernández de Córdoba, señor de Guadalcázar, para que vaya a dar el pésame al archiduque Fernando, hermano de la Reina, el cual está concertado de casar con la hermana de la condesa de Barajas, dama de la Reina, y le dan título de marqués y mayordomo de SM”. Sin embargo, y según disposiciones reales fechadas en enero de 1609, finalmente fue Baltasar de Zúñiga el escogido para trasladar las condolencias a la familia de la reina. La obtención del cargo de virrey de la Nueva España y del Perú fue un secreto a voces para numerosos personajes cortesanos desde principios de 1611, aunque no fue hasta el fallecimiento de la reina que se materializó. Como apunta Cabrera de Córdoba “había días que se decía, y lo había alcanzado la reina, pero creyeron que después de muerta se mudara”. Finalmente, la alemana acompañó a su marido al Nuevo Mundo como virreina consorte en 1612, donde llevó a cabo fundaciones religiosas tales como el convento de San José de Carmelitas Descalzas en marzo de 1616. Dada la vinculación afectiva entre reina y dama, el I marqués de Guadalcázar obtuvo provechosas mercedes, mientras que la joven se convirtió en la primera virreina indiana de origen centroeuropeo.
Fruto de este matrimonio nacieron tres vástagos; el primero de ellos, Francisco Antonio Fernández de Córdoba, sucedió a su padre convirtiéndose en II marqués de Guadalcázar y, a partir de 1629, también en I conde de las Posadas. La mayor de las hijas, Mariana Francisca, casó con el I conde de Casapalma. La pequeña, Brianda, casó con Baltasar Álvarez de Toledo y Ponce de León, IV conde de Cedillo.
A la postre, la menor de las Riederer fallecía en el virreinato de Nueva España en febrero de 1619. Para las exequias, su esposo llegó a incurrir en exceso con ocasión del entierro, honras y lutos hechos para la difunta, razón por la cual 4.000 ducados de su salario fueron retenidos para hacer frente a la condena.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (AGI), México, 29, n. 40, Memorial del virrey Diego Fernández de Córdoba; Archivo General de Palacio (AGP), Sección Registro, lib. 6151, fol. 505r.; AGP, Reinados, Felipe III, leg. 1, índice de damas de la reina Margarita de Austria; Archivo General de Simancas (AGS), Estado, leg. 2323, nº 66/2; Real Academia de la Historia (RAH), Ms 9/476, Memorias de Diego de Guzmán.
M. Ramos Medina, “Las religiosas del convento de Jesús María de la ciudad de México a través de las carmelitas descalzas del convento de San José, siglos XVII-XVIII”, en La orden concepcionista, actas del I Congreso Internacional, León, 8 al 12 de mayo de 1989, Monasterio de la Purísima Concepción, vol. 1, León, Universidad de León, 1990, págs. 501-509; L. Cabrera de Córdoba, Relaciones de las cosas sucedidas en la corte de España desde 1599 hasta 1614, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1997; M. S. Sánchez, The empress, the queen and the nun. Women and power at the court of Philip III of Spain, Baltimore-Londres, The John Hopkins University Press, 1998, pág. 216; I. Arenas Frutos, “Doña Mariana Riederer de Paar, marquesa de Guadalcázar, una dama alemana, virreina de la Nueva España (México, 1612-1619)”, en M. L. Pazos Pazos y V. Zárate Toscano (coords.), Memorias sin olvido. El México de María Justina Sarabia, Santiago de Compostela, Universidade de Santiago de Compostela, Servicio de publicaciones e Intercambio Científico, 2014, págs. 29-50.
Emily Deelen
