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Luis Muñoz y Fernández Vázquez

Biografía

Muñoz y Fernández Vázquez, Luis. Membrilla (Ciudad Real), 1792 – ¿Membrilla? (Ciudad Real), post. 1863. Brigadier de Ingenieros.

Realizó estudios en el colegio de San Fulgencio en Valencia. Ingresó en el servicio el 9 de noviembre de 1808, en el marco de la Guerra de la Independencia. En septiembre de 1810 ingresaba como alumno en la Academia Militar que dirigía el teniente coronel de Artillería Mariano Gil de Bernabé en la isla de León. Los estudiantes lo eran sin perjuicio de su servicio en el batallón de alumnos, por lo que con alguna frecuencia tenían que cambiar los libros por las armas. Muñoz participaría en la batalla de Chiclana siendo condecorado con la medalla de ese nombre.

Después de pasar públicos exámenes calificados por un tribunal formado por jefes y oficiales del Real Cuerpo, el 1 de enero de 1812, fue promovido a subteniente de Ingenieros. En marzo del año siguiente, Muñoz continuaba sus estudios y el 25 de abril de 1814, siendo ya teniente, fue destinado a Barcelona.

El 30 de enero de 1815 era destinado a la isla de Santo Domingo, ascendido a capitán primero de la División de Indias (al ser destinados a ultramar, recibían el grado inmediato superior, que perdían al volver a la Península). En 1820, estaba en el Nuevo Reino de Granada, siendo el único oficial de su Arma, encargado de la Comandancia de Ingenieros de la plaza de Cartagena de Indias, la mayor plaza fuerte antemural del Caribe y, además, de la Comandancia General de aquel reino.

Durante el desempeño de sus cargos, ocurrió el bloqueo y sitio de la plaza de Cartagena de Indias, en el marco de la guerra de independencia de Colombia. Con los trabajos que proyectó y dirigió, mantuvo a raya a los sitiadores, mandados por el coronel venezolano Mariano Montilla, logrando prolongar la defensa durante quince meses. El 14 de julio de 1821, el gobernador, el brigadier Gabriel Ceferino de Torres y Velasco, comunicaba la rendición de las fortalezas de la plaza. El 10 de octubre, último día de la presencia española en Cartagena de Indias, en cada uno de sus fuertes se arrió la bandera española y se izó la colombiana con los honores de ordenanza. Luis Muñoz hizo entrega de las dependencias a su mando al jefe del ejército sitiador comisionado para recibirlas, con el mismo rigor y protocolo que un relevo de mando normal. Toda la guarnición se embarcó en buques colombianos que los transportarían hasta La Habana, llevando consigo sus armas.

Previendo el resultado final desde meses atrás, Luis Muñoz había copiado por sí mismo los planos y documentos que componían el archivo de la Comandancia, archivo del que hizo entrega en la Comandancia de Ingenieros de Málaga a su llegada a este puerto en febrero de 1822. No se incorporó al servicio activo hasta que en mayo de 1823 una orden real aprobaba su conducta en ultramar. Era lo que ocurría cuando se rendía una plaza fuerte: todos los jefes y oficiales, desde el general hasta el último oficial, eran sometidos a un proceso en el que se juzgaba su actuación.

Destinado en Cádiz, nuevamente se encontraba en la misma situación que en la Guerra de la Independencia, al ser la plaza sitiada de nuevo por el ejército francés, llamado de los Cien Mil Hijos de San Luis. Muñoz fue encuadrado como mayor general de Ingenieros del ejército de reserva, destinado a la defensa de la plaza. El 31 de agosto del mismo año tuvo lugar la batalla del Trocadero, con victoria aplastante de los franceses y voluntarios realistas españoles. Al capitular la plaza, se disolvía el ejército al que pertenecía Luis Muñoz, que fue declarado como impurificado, por lo que marchaba a su pueblo natal, Membrilla.

Sometido de nuevo a un proceso, que en esta ocasión era el de purificación, en el que se investigaba su conducta política y su actitud ante el absolutismo que Fernando VII impuso durante la llamada Década Ominosa, de 1823 a 1833, en noviembre de 1826 se le consideraba limpio, pudiendo continuar ejerciendo su carrera militar.

En los siguientes años, Muñoz participaba en la movilidad geográfica a la que estaban sometidos los ingenieros militares, a los que incluso se les dificultaba que contrajeran matrimonio, para que en cualquier momento pudieran desplazarse, sin problemas familiares, a cualquier lugar del todavía amplio territorio en que fueran necesarios sus servicios.

En los 15 años siguientes estuvo en Madrid, Ejército del Tajo, Aragón, Andalucía (había ascendido a teniente coronel de Ingenieros el 20 de enero de 1835 y destinado a Andalucía en 1838), Guadalajara, de nuevo en Andalucía, Ejército del Norte (1839), Vitoria, Bilbao, Pamplona y por tercera vez a Andalucía. En todos estos destinos dejó constancia de su capacidad de trabajo y buen hacer, siendo en Vitoria donde dejó mayor huella, a través de las fortificaciones de la plaza que proyectó y dirigió, que se consideraron entonces como modélicas.

El 5 de diciembre de 1840 era promovido a coronel y destinado a la Comandancia exenta de Canarias, para donde embarcó en Cádiz el 2 de mayo siguiente. El 10 del mes de mayo de 1841, Luis Muñoz llegaba a este puerto y el día 12 tomaba posesión del mando de la Comandancia de Ingenieros de Tenerife.

En Canarias, presentó dos memorias, la primera de ellas firmada el 10 de octubre de 1843. En la memoria se informa acerca de las fortificaciones de las islas de Tenerife, La Palma y Gran Canaria. Respecto a la descripción del Puerto de Santa Cruz de Tenerife, señala que “[…] hay una línea atrincherada, entre el Castillo de Paso Alto y la batería de Barranco Hondo, con unas baterías intermedias”. En realidad, la citada memoria es un estudio táctico de la defensa en la que incluye el castillo de San Cristóbal y un estudio del camino de la plaza de La Laguna, que considera, por su trazado, muy perjudicial para la defensa. La segunda memoria fue llevada a cabo en 1852 para entregar al teniente Francisco Arcinegui y Gutiérrez.

Muñoz proyectó en 1852 una sede para la Capitanía General, en el solar del convento de San Francisco de San Cristóbal de Tenerife (actual plaza del Príncipe), proyecto en el que se basó la edificación de la sede actual en la plaza Weiler. También realizaba el proyecto del Cuartel de San Carlos, sobre el solar del antiguo hospicio del mismo nombre.

Siguiendo con su trayectoria militar, Muñoz pasaba en marzo de 1852 a director subinspector interino, al no haberse presentado en Tenerife el coronel José Aparici, encargado a la sazón de un importante trabajo en el Archivo de Simancas. Muñoz fue nombrado en 1852 gobernador militar interino, y al final del mismo año ascendía a director subinspector de la clase de coronel. Entre las muchas obras en que como ingeniero intervino en Canarias habría que destacar, además de las reseñadas, el proyecto y dirección de obras de la primera fase del Cuartel de San Carlos; la adaptación del convento de San Agustín en La Orotava para Cuartel Provincial, etc.

En 1853 fue Muñoz trasladado a las islas Baleares como director subinspector. El 31 de octubre 1854 ascendió a brigadier y fue destinado a la Subinspección de Galicia, donde al parecer se mantuvo hasta que pasó a la Reserva en 1863, desapareciendo del Estado del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de 1864. Una vez retirado vivió en Membrilla (Ciudad Real), desde donde cursaría instancias solicitando su ascenso a mariscal de campo, sin que conste que lo consiguiese.  

Estaba en posesión de la Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, y también de la Real Orden Americana de Isabel la Católica. En 1850 tuvo el honor de ser nombrado como uno de los primeros académicos honorarios de la Real Academia Canaria de Nobles Artes, siendo nombrado, igualmente, académico de la Academia de Bellas Artes de Palma de Mallorca.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS.). Expedientes Personales.

Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1812-1864; J. M. Pinto de la Rosa, Apuntes para la Historia de las Antiguas Fortificaciones de Canarias, Madrid, Tabapress - Museo Militar Regional de Canarias, 1996; L. M. de Diego Pareja, La Academia de Ingenieros y el Regimiento de Zapadores de Alcalá de Henares (1803-1823), Alcalá de Henares, Institución de Estudios Complutenses, 1999; J. Tous Meliá, Guía del Archivo Intermedio Militar de Canarias, Santa Cruz de Tenerife, Archivo Intermedio militar de Canarias, 2006; J. M. Padilla Barrera, “Luis Muñoz y Fernández Vázquez, ingeniero militar”, en La Opinión de Tenerife, 24 de septiembre de 2017; “Muñoz y Fernández Vázquez, Luis”, en Real Academia de Bellas Artes de San Miguel Arcángel [en línea], disponible en http://www.racba.es/index.php/listado-alfabetico/447-munoz-y-fernandez-vazquez-luis.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

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