Sobrecasas, Juan Francisco. Zaragoza, p. t. s. XVIII – Buenos Aires (Argentina), 2.IX.1767. Ingeniero en segundo y teniente coronel del Ejército.
Era propuesto para ingeniero extraordinario el 1 de octubre de 1735. Tuvo en España varios problemas que lo alejaron del Cuerpo de Ingenieros y debió pasar al regimiento de Infantería de Lombardía.
En 1741 se encontraba en Zaragoza, enzarzándose en una polémica con el P. Antonio José Rodríguez a propósito de si las Matemáticas eran una ciencia aristotélica. Al respecto, exponía sus puntos de vista en dos obras: Justa natural vindicta de las matemáticas contra el P. D. Antonio Rodríguez, monge cisterciense y Manifiesto de los errores que D. Francisco Antonio Rodríguez, monge cisterciense da en solas dos tardes en una excusada y aun inútil respuesta a la Justa natural vindicta de las matemáticas, igualmente en Zaragoza. En el prólogo al lector de la primera defiende la necesidad de que los ingenieros posean una buena formación matemática y alaba las reformas que había emprendido en este Cuerpo el rey Felipe V. Por otro lado, afirmaba la importancia de que los ingenieros españoles estudiasen las Matemáticas: “Aliéntese la Nación española a emprender con afecto el estudio de las Matemáticas, ya por su decoro para no necesitar Estrangeros en un Servicio que tanto importa a la Monarquía, ya por su propia conveniencia”.
Después de varias gestiones solicitó su reingreso en el Cuerpo, lo que lograba en febrero de 1744, siendo admitido con el empleo de ingeniero extraordinario, pasando a servir en Chile. Llegaba a Buenos Aires en abril de 1748 con destino a Misiones (actual provincia de Misiones, Argentina). El gobernador de Buenos Aires, José de Andonaegui, aprovechó la presencia de Sobrecasas para ordenarle, el 22 de abril de 1748, que inspeccionara en Montevideo las obras de la ciudadela, donde se había producido un agrietamiento. Sobrecasas se trasladó a Montevideo y se alojó en casa del ingeniero Rodríguez Cardoso y hasta el 3 de enero de 1749 no envió su informe en el que liberaba de toda responsabilidad a Cardoso, director de las obras de la citada ciudadela. En 1748 había levantado un plano de la isla de Juan Fernández. Quedaba posteriormente en Buenos Aires, donde, en principio, debía colaborar en el fracasado Tratado de Partición o Tratado de Madrid que iba a firmarse entre España y Portugal.
El 11 de marzo de 1750, en la fragata Las Caldas embarcaba en la ciudad de Concepción D. Juan Navarro Santaella, gobernador de Valdivia, con 62 soldados, 171 colonos y 22 presidiarios, un cirujano y el ingeniero D. Juan Francisco de Sobrecasas. La empresa culminó con la fundación de la ciudad de San Juan Bautista, en la isla de Juan Fernández. Apenas constituida la nueva población, un gran maremoto asoló el 25 de mayo de 1751 1a isla, muriendo el gobernador y su esposa con 35 de los nuevos pobladores, destrozando, además, las instalaciones efectuadas. Para su reconstrucción se enviaban obreros y un maestro de obras. Al frente de las construcciones seguía el ingeniero Sobrecasas,
Sobrecasas trabajó, además, en las fortificaciones de Maldonado y de la ensenada de Barragán. Se conserva de él un “croquis de una parte de terreno de las Provincias del Río de la Plata”. El croquis representa la costa del Atlántico desde Río Grande hasta Montevideo, no alcanzando por el oeste al río Uruguay. Lleva la firma del ingeniero y muestra el camino seguido por las tropas españolas desde Montevideo en 1756. El citado croquis contiene el fuerte de San Miguel, pero no aparece el de Santa Teresa que todavía no se había construido.
Obras de ~: Justa natural vindicta de las matemáticas contra el P. D. Antonio Rodríguez, monge cisterciense, Zaragoza, 1741; Manifiesto de los errores que D. Francisco Antonio Rodríguez, monge cisterciense da en solas dos tardes en una excusada y aun inútil respuesta a la Justa natural vindicta de las matemáticas, Zaragoza, s.f.
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Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
