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Francisco Suárez Calderín

Biografía

Suarez Calderín, Francisco. La Habana (Cuba), 1727 – Santiago de Cuba (Cuba), 1794. Ingeniero militar.

Nacido en La Habana, en 1755 realizaba un plano y perfiles de la casa y máquina (una sierra hidráulica, en la que la fuerza motriz, accionada por un salto de agua, movía una rueda vitruviana de paletas), construida dentro del Real Arsenal de la ciudad de su nacimiento. En 1757 trabajaba como ingeniero voluntario en la obra llamada La Zanja, que buscaba abastecer de agua a La Habana, para la que realizaba nuevos planos, entre los que se encontraban los del total recorrido de La Zanja.

Admitido en el Cuerpo de Ingenieros como ingeniero extraordinario en abril de 1760, en 1764 estaba, como ingeniero ordinario, trabajando en las obras del fuerte Atarés, bajo la dirección del ingeniero Silvestre Abarca, un año antes de ser llamado para la reconstrucción de las murallas de la ciudad y del castillo de San Francisco, en pleno centro urbano de Santiago de Cuba. La ciudad había sido víctima de numerosos ataques y desastres provocados por constantes catástrofes meteorológicas, por lo que precisaba de una restructuración de todo su entramado defensivo, en el que el ingeniero Calderín trabajó desde la década de los 60 hasta su muerte en la propia ciudad, en 1794, con un pequeño paréntesis de tres años en los que estuvo trabajando en Veracruz.

El fuerte de Santiago nació de la necesidad de defensa de la propia ciudad, alejada considerablemente del primer cinturón defensivo de la bahía. El ingeniero Juan de Císcara fue el autor de sus trazas, consistentes en una estructura cuadrada con cinco baluartes, cuatro de ellos en sus ángulos y uno más de refuerzo anexionado a la entrada, dando como resultado una planta pentagonal irregular. El castillo amenazó ruina debido al seísmo de 1766. El marqués de Casa Cagigal, gobernador de la ciudad, solicitó un ingeniero capaz de devolver al castillo sus principales funciones, siendo elegido el habanero Francisco Suárez Calderín para preparar de urgencia un proyecto sólido de rehabilitación. El ingeniero concentró sus esfuerzos en reconstruir y organizar los cuarteles de los flancos este, oeste y norte del castillo. Las diferentes estancias se dividirían para alojamiento de tropa, sala de armas y prisión en el lado norte y una estancia para cocina al exterior del baluarte de entrada. Por otra parte, los dos flancos restantes, este y oeste, servirían como almacenes de víveres, pertrechos y oficinas. Asimismo, el costado sur se adecuó para cuarteles, sala de armas y almacén de pólvora. También fue necesario llevar a cabo las obras de excavación del foso, los aljibes de la plaza de armas y el pozo, inservibles tras el seísmo.

En 1770 era capitán e ingeniero ordinario. En ese mismo año se le destinaba a México, con sede en Veracruz, para relevar a Nicolás Lafora, de igual graduación, que debía regresar a España. El 6 de noviembre de 1771, por indisposición del teniente coronel Segismundo Font, comandante en Veracruz, Francisco Calderín se encargaba del detall de las obras, donde continuaba en 1772. En mayo de ese mismo año solicitaba pasar a Cuba a continuar su mérito y el ascenso a teniente coronel e ingeniero en segundo, señalando llevar 30 años en el servicio.

En el citado año de 1770, antes de su marcha a Nueva España, había informado, respecto de la catedral de Santiago de Cuba, que era preferible construir una nueva catedral que reedificar la dañada, puesto que el resultado de los estudios realizados había determinado unos costes demasiado elevados. Además, trabajó en la reconstrucción del castillo del Morro, en la misma ciudad, cuyo proyecto general se debía al mariscal de campo Alejandro O´Reilly junto al ingeniero militar Beltrán de Beaumont. En este sentido, Suarez Calderín realizaba un plano relativo a las obras de reedificación, titulado Plano en croquis de los lugares elegidos para construir las cortaduras del Castillo del Morro de Santiago de Cuba. El 4 de enero de 1771 llegaba a La Habana una carta conjunta de Esteban Olóriz y el ingeniero Francisco Suárez Calderín dirigida a Silvestre Abarca, en la cual se detallaban los reparos que consideraron oportunos para el circuito defensivo de Santiago de Cuba.

Respecto a su profesionalidad y conocimientos como ingeniero, Silvestre Abarca decía de él que “este ingeniero tiene buena conducta, su theorica y práctica en las obras regular, puede ser útil en las obras de esta Isla y los encargos que he puesto a su cuidado los ha desempeñado a satisfacción”. También con relación a Calderín, el virrey de Nueva España, Antonio Bucareli y Ursúa, señalaba que “a este oficial nada lo desbia de el regular ascenso que le corresponde por antigüedad”.

 

Bibl.: R. Gutiérrez y C. Esteras, “La distancia entre América y Europa en la Colonia. A propósito de la catedral de Santiago de Cuba”, en Cuadernos de arte colonial, 1 (1986), págs. 47-63; J. O. Moncada Maya, Ingenieros Militares en Nueva España. Inventario de su Labor Científica y Espacial. Siglos XVI-XVIII, México D.F., Universidad Autónoma de México, 1993; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; C. Laorden Ramos, Obra Civil en Ultramar del Real Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Ministerio de Defensa, 2008, 2 vols.; P. Cruz Freire, “Francisco Suarez Calderín y la renovación del castillo de San Francisco de Santiago de Cuba”, en Quiroga: Revista de Patrimonio Iberoamericano, 4 (2013), págs. 88-93; P. Cruz Freire, “El gobernador Estaban Olóriz y el proyecto de reforma para el castillo del Morro de Santiago de Cuba (1767-1771)”, en Revista de la CECEL, 13 (2013), págs. 139-150; E. Y. Zaldívar Morales, La Arquitectura de las construcciones militares históricas de Santiago de Cuba: Recuperación, restauración y gestión patrimonial, tesis doctoral, Alcalá de Henares, Universidad de Alcalá, 2015; P. Cruz Freire, Silvestre Abarca. Ingeniero de la Monarquía Hispana, tesis doctoral, Sevilla, Universidad de Sevilla, 2016; A. J. Morales, “Cuba y Jamaica. Conflictos en el Caribe”, en P. Cruz Freire e I. J. López Hernández (coords.), Ingeniería e ingenieros en la América hispana: siglos XVIII y XIX, Sevilla, Universidad de Sevilla, 2017, págs. 13-26; L. Padrón Reyes, “Santiago de Cuba: del “abandono” al perfeccionamiento en su sistema defensivo, siglos XVII- XVIII”, en Iberoamérica Social, nº. especial 2 (2018), págs. 46-62.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño