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Federico Martín de la Escalera

Biografía

Martín de la Escalera, Federico. Oviedo (Asturias), 13.IV.1879 – Madrid, 3.II.1959. Comandante de Ingenieros, ingeniero geógrafo.

Era hijo de Rafael Martín Arrúe, ingeniero e inspector general de Obras Públicas de Oviedo, y de Carmen de la Escalera Amblard.

En 1897 cursaba estudios en Escuela de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos, ingresando en la Academia de Infantería de Toledo el 3 de septiembre de 1898. Terminados los estudios reglamentarios, era nombrado 2º teniente de Infantería con fecha de 5 de abril de 1900, con destino al Regimiento de Andalucía n.º 52 con guarnición en Santoña. Posteriormente aprobaba las oposiciones para entrar en la Academia de Ingenieros de Guadalajara el 1 de septiembre de 1900, saliendo de este último centro como 1er. teniente de ingenieros, el 1 de julio de 1905, con el número dos de su promoción y destinado al 6º Regimiento Mixto de Ingenieros en Valladolid.

En abril de 1907 pasaba a la situación de supernumerario por haber sido nombrado por el Ministerio de Instrucción Pública ingeniero tercero del Cuerpo de Ingenieros Geógrafos, y oficial segundo de la administración civil, por lo que estuvo cinco años como supernumerario sin sueldo, realizando trabajos de geodesia, topografía y levantamiento de planos en diversos puntos de la geografía española. También en esa época, Martín de la Escalera construía en Medina del Campo el palacio de Salinas, que había sido proyectado por varios arquitectos, autores igualmente del palacio de la Magdalena en Santander.

En 1911 se le concedía el empleo de capitán de Ingenieros, reingresando en el servicio activo a petición propia el 1 de febrero de 1912, con destino al 7º Depósito de la Reserva de Ingenieros en Valladolid. Desde su nuevo destino comenzaba proyectando el cuartel de caballería (cuartel de Viriato) de Zamora, prestando, además, sus servicios de prácticas de ferrocarriles durante el mes de octubre de 1912, con ocasión de la huelga ferroviaria de ese año. Durante 1913 y 1914 realizaba diversas obras, como la ampliación del cuartel de la Ensenada en Medina del Campo o las instalaciones de la compañía de reserva de ferrocarriles en la misma localidad.

Según una R.O. de 18 de enero de 1915, Martín de la Escalera pasaba destinado a Ceuta, siendo enviado al llegar, el 1 de marzo a Tetuán, donde se encargaba de las obras de los cuarteles, la Alcazaba, R´Caina (una arquitectura de ladrillo ocre con una monumental fachada triangular), Intendencia y Ersini, y en los siguientes años hasta 1918, en la construcción del lazareto de Dar Murcia, de la casa cuartel de la Guardia Civil, Hospital Militar y el cuartel de Caballería de Bab el Mader. En sus obras se significaba por el uso en las mismas del cemento armado, poco usado hasta entonces, utilizando en algunas de sus obras un estilo historicista y neoárabe, especialmente en las ventanas y puertas de acceso a las dependencias. Respecto al cuartel de la Alcazaba o cuartel de regulares, debido a la técnica de construcción empleada en le ejecución de las obras de pilares y forjados de los edificios del mismo, Martín, en la primera edición de su Cálculo y ejecución de obras en hormigón armado, de 1921, lo cita como ejemplo práctico en la construcción de tales elementos resistentes. Por otro lado, también recurrió al estilo regionalista en sus construcciones, así se puede considerar la fachada del edifico principal de Dar Riffien, a escasos kilómetros de Ceuta, dedicado a casino de oficiales y proyectado con un aire montañés, con clara inspiración en la casona de Fuentes Pila, del arquitecto Javier González de Riancho, en Puente Viesgo (Cantabria).

Otra construcción de elevado interés realizada por Martín fue el aeródromo de Sania Ramel (hoy Aeropuerto internacional de Tetuán), que constaba, además de la pista, de hangares para almacenamiento y mantenimiento del material de vuelo, depósitos…Detrás se situaba un acuartelamiento con todo tipo de instalaciones.

Como se ha señalado, Martín de la Escalera se distinguió en las construcciones en hormigón armado, siendo conocido frecuentemente por la aplicación de nuevos sistemas de construcción, como los que aplicó en el puente sobre el rio Xechort. La preocupación de Martín de la Escalera por los temas relacionados con las construcciones se concretó a partir de 1917 en varios artículos y libros; así publicó sobre depósitos de agua, cubiertas de edificios, tajeas y alcantarillas de hormigón armado y cálculo de obras de hormigón armado.

A partir de 1918 se hizo cargo de la compañía de ferrocarriles del Río Martín, trabajando en la prolongación del ferrocarril de Tetuán a Yebel-Hedia y posteriormente a Laucien. Por una R.O. de 8 de marzo de 1920 ascendía a comandante de Ingenieros por antigüedad, siendo destinado a la Comandancia de Ingenieros de Gerona, a la que se incorporaba el 20 de abril de ese año, encargándose de la redacción de varios proyectos y de las obras del cuartel del regimiento de Artillería en esa capital.

Destinado de nuevo a la Comandancia de Ceuta, por una R.O. de 23 de agosto de 1920, al incorporarse el 11 de septiembre, recibía la orden de tomar el mando del Grupo de Ingenieros de Ceuta, marchando el 17 del último mes a Laucien, en donde se encontraban las compañías de zapadores y los efectivos de Telégrafos de la Red. Ese mismo día, con dos compañías y los de telégrafos se desplazaba a Ben-Krrich, participando el 20 (siempre de septiembre) en las operaciones de Beni-Ider, construyendo el blocaus de Megar y la posición de Kudia Ahayed bajo el fuego intenso del enemigo. Seguía igualmente durante el resto de septiembre y octubre construyendo numerosos blocaus y posiciones, en la mayoría de los casos bajo fuego enemigo.

El 13 de octubre salía de Charquia Xeruta con sus hombres, para incorporarse en Dar Acoba con las columnas que al día siguiente debían ocupar Xauen, donde entraban sin oposición, después de duros combates previos. Martín comenzaba el año de 1921 encargado de la construcción del Hospital Militar de esta ciudad, tomando parte, además, en la colocación de varios blocaus y en numerosos combates, en el comienzo de la pista de Xauen, en el estudio de la defensa de la plaza y en los proyectos de puentes, salto de agua para el alumbrado de la población y otras obras.

En 1922 seguía trabajando en las diferentes obras que se estaban llevando a cabo en Xauen, cooperando, además, en las operaciones que tenían como objetivo comunicar la vertiente atlántica con la mediterránea, conformando el eje Larache, Xauen y cuenca del río Lau del Protectorado español en Marruecos. Operaciones que se daban por concluidas en julio de 1922.

En 1923 estaba nuevamente en Tetuán como jefe del servicio telegráfico y telefónico de la Comandancia y en marzo marchaba a Retamares (Madrid), donde participaba en las “escuelas prácticas” efectuadas en esa localidad, regresando en abril a Ceuta, y en julio de ese año se le nombraba jefe de la Representación de la Comandancia en Tetuán, iniciando una nueva serie de obras en esta capital del Protectorado, como la ampliación del Casino Militar, parque de ingenieros, cuartel y talleres de la compañía de ferrocarriles, nuevo edificio de la central telefónica, el encauzamiento de agua a Ben Karrich…, a lo que hay que añadir su participación en varias operaciones, como la que, al mando de sus ingenieros y encuadrado en la columna de Millán Astray, se llevó a cabo con la toma de Loma Redonda donde estableció, bajo intenso fuego enemigo, tres posiciones en primera línea, y en la fortificación de puestos, como la organización de la posición de Kudia Tahar, para defensa permanente en 1926.

Su extraordinaria obra profesional en el Protectorado se cortaba por una R.O. de 25 de enero de 1927, por la que era destinado a la Comandancia de Obras y Reserva de Mahón, decidiendo pasar a la reserva en Ceuta. Durante tres años realizó algunos trabajos en el ámbito privado en esa plaza, del que destaca una casa de dos plantas de aire regionalista. Sin embargo, en Martín de la Escalera se unía esa dualidad entre una formación técnica que le llevaban hacia la experimentación con el hormigón armado (así solicitaba permiso al Ayuntamiento de Ceuta para utilizar un solar para "experiencias" con bloques de hormigón sistema AHBI) y una cultura formal que le anclaba en el regionalismo. Este regionalismo es muy evidente en un proyecto que aparece reseñado en un artículo fechado en 1927 sobre el cuartel de Dar Riffian en la publicación África, Revista de Tropas Coloniales, donde Martín de la Escalera desplegaba un programa con una visión de la arquitectura muy al gusto del norte de España, concretamente a Santander o al País Vasco, con aire de casona de hidalgo y distante por tanto de los modelos más cercanos como el regionalismo sevillano.

Federico Martín de la Escalera volvió a solicitar el reingreso en el ejército en 1930, pero su solicitud fue rechazada y ya nunca pudo volver a la escala activa. Sus trabajos siguieron moviéndose en el ámbito particular o en el trabajo para instituciones, pues a principios de los años cuarenta trabajó brevemente en Melilla en la traída de agua desde Tigorfaten a la plaza.

Durante la Guerra Civil (1936-1939), Martín de la Escalera, en situación de reserva, se hacía cargo del mando de la sección de Automovilismo de Retaguardia en Ceuta y de la jefatura de Parques y Talleres, pasando a la situación de retirado el 26 de diciembre de 1939.

En el aspecto técnico, publicó numerosos artículos en el Memorial de Ingenieros y publicó dos importantes obras sobre el cálculo y ejecución de estructuras en hormigón armado.

Federico Martín de la Escalera estaba en posesión de las siguientes condecoraciones: Medalla militar de Marruecos, con pasador de Tetuán; dos cruces al Mérito Militar con distintivo rojo (acción en guerra); Cruz de San Hermenegildo y la Cruz de Maria Cristina, concedida después de Juicio contradictorio para ascenso por méritos de Guerra. Además, fue acreedor de distinciones en las siguientes órdenes generales: 7 de junio 1922, fue citado en la orden general del Ejército de operaciones, como distinguido por su actuación en los combates de Beni Lay de 1921; el 29 de julio de 1922, por la operación del 18 de junio del mismo año, y por la defensa del campamento de Dra el Acel, fue citado como distinguido por el coronel Saliquet, jefe de la columna, por la actividad que mostró en la distribución y empleo de las fuerzas a sus órdenes para el rápido establecimiento de los blocaus Baba y Sugna.

 

Obras de ~: “Depósitos de agua tabique sunchado”, en Memorial de Ingenieros del Ejército, XXXIV (1917), pág. 259; “Empleo de las bóvedas tabicadas como cubiertas de los edificios”, en Memorial de Ingenieros del Ejército, XXXIV (1917) pág. 421; “Tajeas y alcantarillas de hormigón arn1ado para caminos y carreteras”, en Memorial de Ingenieros del Ejército (1918) pág. 489; Cálculo elemental de las obras de hormigón armado, Toledo, Rafael G. Menor, 1921; “Adaptabilidad del hormigón armado: Puente construido por los zapadores sobre el rio Mitsal”, en Memorial de Ingenieros del Ejército (1923), pág. 192; “Obras de campaña. Puentes de viguetas de acero y hormigón armado en la pista de Xauen, Empleo del cemento fundido”, en Memorial de Ingenieros del Ejército (1925); “Cálculo elemental y ejecución de las obras de hormigón armado”, en Memorial de Ingenieros del Ejército (1930), pág. 385; Prontuario del hormigón armado, Madrid, Dossat, 1946.

 

Bibl.: Memorial de Ingenieros del Ejército, 1908-1930; Índice Analítico del Memorial de Ingenieros (1843-1920), Madrid, 1921; J. Santillana, “Una visita al campamento de Dar Riffien”, en Revista de tropas coloniales (abril de 1927); Índice Analítico del Memorial de Ingenieros desde el año 1921 a 1988, Madrid, 1989; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; A. Bravo Nieto, “El peso de la Historia en Arquitectura de los Ingenieros del Ejército. Algunos ejemplos en el ámbito Norteafricano”, en Boletín de Arte, 18 (1997), págs. 285-306; A. Bravo Nieto, “Tetuán un modelo ecléctico de ciudad: entre el neoárabe y el art déco”, en A. Bravo Nieto (ed.), Arquitecturas y Ciudades Hispánicas de los siglos XIX y XX en torno al Mediterráneo Occidental, Melilla, UNED, 2005, págs. 169-210; H. Hantout Seidel, “Tiempos aquellos en Tetuán”, en Eco de Tetuán, 21 de agosto de 2012 [en línea], disponible en http://ecodetetuan.blogspot.com/2012/; A. Bravo Nieto, “Arquitectura en el Protectorado español en Marruecos. 1912-1956”, en 100 años del Protectorado Español en Marruecos: 1912-2012, Málaga, Centro de Estudios Hispano-Marroquíes - Ayuntamiento de Málaga, 2012, págs. 43-56; F. Martín de la Escalera Cutillas, Doce años en la Yebala (1915-1927). Memorias del comandante de Ingenieros Federico Martín de la Escalera, Madrid, Sial, 2021.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño y Federico Martín de la Escalera Cutillas

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