San Martín Prieto, Conrado. Higuera de las Dueñas (Ávila), 20.II.1921 – Madrid, 24.IV.2019. Actor.
Fue boxeador siendo muy joven. En Madrid, por pura casualidad, intervino como figurante en varias películas, a partir de 1941, la primera de ellas Oro vil, de Eduardo García Maroto. Entre papelitos en otras películas encontró un hueco en la compañía de teatro que dirigía Cayetano Luca de Tena, en el Español. Allí entró de meritorio en 1941 permaneciendo hasta 1947 para dedicarse plenamente al cine y de vez en cuando a la televisión. Después de repetir en otra película de Eduardo G. Maroto (¿Por qué vivir tristes?), trabajó como secundario sobre todo para Antonio Román y Rafael Gil, aunque también actuó para directores como Juan de Orduña, Florián Rey o Luis Lucia, hasta que la productora Emisora Films de Ignacio F. Iquino le contrata en para rodar con papeles secundarios algunas películas que iban a ser dirigidas por Jerónimo Mihura: En un rincón de España (1948), Siempre vuelven de madrugada (1948) y Despertó su corazón (1949), tras la cual le concedió la oportunidad de protagonizar Mi adorado Juan (1949), que fue el detonante para que Ignacio F. Iquino le convirtiera en el galán protagonista de su productora. Hasta entonces había intervenido en una veintena larga de filmes, pero sin repercusión alguna, apoyado sobre todo por el director Jerónimo Mihura. Pero, en 1950, logró su primer gran éxito cinematográfico con el papel protagonista de Apartado de Correos 1001, dirigida por Julio Salvador con guión de Isasi-Isasmendi. Cinta realista que afrontaba el mundo de la delincuencia y el tráfico de drogas, lo que no era habitual en el cine español de aquel tiempo y que resultó ser una de las mejores películas españolas de cine negro de todos los tiempos, en la cual Conrado San Martín en el papel de Miguel, ayudante de un inspector de policía, se encarga de dar con el asesino de un muchacho al que tirotean y hieren mortalmente en un pueblo de los alrededores de Barcelona. Fue tal su notoriedad alcanzada con aquella película que la productora catalana Emisora Films le firmó un contrato en exclusiva, lo que no era nada común en el mundo de los actores españoles, salvo algunos casos como en Cifesa. A partir de entonces protagonizó más películas de género parecido, policíacas y de suspense, a veces emparejado con la misma actriz, Elena Salvador, siguiendo guiones escritos por Manuel Tamayo —para quien también protagonizó su película Un soltero difícil, en 1950—, en general, para películas de Antonio Isasi-Isasmendi o Julio Salvador. La popularidad alcanzada le animó con este último realizador a constituir la productora Laurus Films, y, entre ambos, dirigieron y protagonizaron respectivamente las películas Lo que nunca muere y Sin la sonrisa de Dios, pero no tuvieron el éxito esperado entre el público y sufrieron ciertos contratiempos económicos.
Tras el fracaso de su empresa comenzó a decaer su carrera cinematográfica, que derivó a menudo a papeles secundarios en las numerosas coproducciones o spaguetti westerns que se rodaron durante la década de 1960. Sorprendentemente se retiró del cine en 1968 y, salvo una película que rodó: La menor, a las órdenes de Pedro Masó, en 1976, no reapareció hasta 1982, que se puso frente a las cámaras de Pilar Miró en su película Hablamos esta noche, a la que siguió Asesinato en el Comité Central, de Vicente Aranda, manteniendo así una mayor actividad a lo largo de la década de 1980, tanto en el cine como la pequeña pantalla, decreciendo ya sus trabajos en los años noventa.
A principios del nuevo siglo XXI reapareció en los escenarios, en el madrileño teatro Reina Victoria, representando Todo en el jardín, de Edward Albee.
La prestancia física que siempre mostró en el cine, desde sus tiempos de galán joven hasta traspasada su madurez, junto a su estilo interpretativo, sobrio, eficaz, son rasgos que destacan en la biografía de este actor, con ciento veinticinco películas en su filmografía. Por el conjunto de su carrera obtuvo el Fotogramas de Plata en 1997 y, en 2003, el del Círculo de Escritores Cinematográficos por el mismo concepto. Al año siguiente fue nombrado hijo predilecto de su localidad natal.
Obras de ~: Filmografía: Actor en: E. García Maroto (dir.), Oro vil, 1941; ¿Por qué vivir tristes?, 1942; C. Fernández Cuenca (dir.), Los misterios de Tánger, 1942; A. Román (dir.), Lola Montes, 1944; R. Gil (dir.), El fantasma y doña Juanita, 1944; F. Alonso Casares (dir.), Espronceda, 1945; M. A. García Viñolas (dir.), A los pies de usted, 1945; A. de Obregón (dir.), Chantaje, 1945; A. Román (dir.), Los últimos de Filipinas, 1945; L. Arroyo (dir.), Dulcinea, 1946; A. Román (dir.), Fuenteovejuna, 1947; J. de Orduña (dir.), La Lola se va a los puertos, 1947; L. Lucia (dir.), La princesa de los Ursinos, 1947; F. Rey (dir.), La nao capitana, 1947; R. Gil (dir.), Reina Santa, 1947; Don Quijote de la Mancha, 1947; J. de Orduña (dir.), Locura de amor, 1948; J. López Rubio (dir.), Alhucemas, 1948; J. Mihura (dir.), Siempre de madrugada, 1948; Despertó su corazón, 1949; Mi adorado Juan, 1949; J. Salvador (dir.), Apartado de Correos 1001, 1950; M. Tamayo (dir.), Un soltero difícil, 1950; J. Salvador (dir.), Duda, 1951; A. Isasi-Isasmendi (dir.), Relato policíaco, 1954; P. Lazaga (dir.), La patrulla, 1954; J. Salvador (dir.), Lo que nunca muere, 1954; Contrabando, 1954; Sin la sonrisa de Dios, 1955; A. Ruiz-Castillo (dir.), Pasión en el mar, 1956; A. Isasi-Isasmendi (dir.), Pasión bajo el sol, 1956; J. M.ª. Elorrieta (dir.), Muchachas en vacaciones, 1957; J. L. Sáenz de Heredia (dir.), Faustina, 1957; A. del Amo (dir.), Nada menos que un arcángel, 1958; C. Serrano de Osma (dir.), La rosa roja, 1960; V. Cottafavi (dir.), Las legiones de Cleopatra, 1960; P. Costa (dir.), Los mercenarios, 1961; S. Leone (dir.), El coloso de Rodas, 1961; N. Ray (dir.), Rey de reyes, 1961; J. Franco (dir.), La muerte silba un blues, 1962; N. Conde (dir.), Cotolay, 1965; A. Blasetti (dir.), Simón Bolívar, 1969; P. Masó (dir.), La menor, 1976; P. Miró (dir.), Hablamos esta noche, 1982; V. Aranda (dir.), Asesinato en el Comité Central, 1982; J. M.ª González Sinde (dir.), A la pálida luz de la luna, 1985; M. Picazo (dir.), Extramuros, 1985; F. Betriu (dir.), Réquiem por un campesino español, 1985; M. Hermoso (dir.), Marbella, un golpe de cinco estrellas, 1985; J. Camino (dir.), Dragón Rapide, 1986; P. Costa (dir.), Redondela, 1987; G. Herrero (dir.), Al acecho, 1988; R. Vergés (dir.), Boom Boom, 1990; E. Campoy (dir.), A solas contigo, 1990.
Bibl: C. Aguilar y J. Genover, Las estrellas de nuestro cine, Madrid, Alianza Editorial, 1996, págs. 585-586; E. Riambau, “San Martín, Conrado”, en J. L. Borau (dir.), Diccionario del cine español, Madrid, Alianza Editorial-Academia de las Artes y las Ciencias Ciematográficas, 1988, pág. 790; A. M. Torres, Diccionario Cine Español, Madrid, Espasa-Calpe, págs. 753-754.
Manuel Román Fernández