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Bernard Renau D'Eliçagaray

Biografía

Renau D’Eliçagaray, Bernard. Le petit Renau. Armendáriz, Aquitania (Francia), 2.II.1652 – Pougues-les-Eaux, Borgoña (Francia), 30.IX.1719. Ingeniero francés al servicio de España de 1701 a 1715 y mariscal de campo.

Apodado Le petit Renau debido a su pequeño tamaño, Bernard Renau d’Eliçagaray llamó la atención por su temprana muestra de inteligencia al entonces intendente de la marina francesa en las atarazanas de Rochefort, Charles Colbert du Terron. Colbert le ayudaría a estudiar matemáticas al tiempo que lo contrataba para trabajar en los astilleros de la armada del rey de Francia. Luis XIV quería perfeccionar sus buques de guerra y Eliçagaray empezó a mostrar sus grandes dotes de inventiva, desarrollando como ingeniero nuevos métodos para la construcción de embarcaciones.

Entre los ingenios inventados por Eliçagaray, figura el navío de guerra denominado la “bombarda”. Este tipo de embarcación demostró una gran eficacia en el bombardeo de Argel, a finales de agosto de 1682, desde ciertos galeotes con bombas de su invención lo que le valió que Luis XIV le nombrara inspector general de la Marina francesa. También destacaría como ingeniero de campaña, dirigiendo los asedios de Philippsbourg, Mannheim y Frankenthal en el año 1688.

Como matemático e ingeniero publicaba en el año 1689 su Théorie de la manoeuvre des vaisseaux y la Mémoire où est démontré un principle de la méchanique des liqueurs dont on s’est servi dans la Théorie de la manoeuvre des vaisseaux, et qui a été constesté par M. Hughen. Al respecto, Jorge Juan, en su obra Examen Marítimo, hace un repaso a los libros anteriores a él sobre teoría de la navegación, incluyendo tanto la construcción como la maniobra de los buques, explicando con detalle muchas de las controversias que desde finales del siglo XVII se fueron produciendo. Entre los autores que cita encontramos al caballero Renau con su obra Teoría de las maniobras de los buques, ya señalada.

Desde un punto de vista religioso, Renau fue discípulo del padre Malebranche (que pretendía en su doctrina una síntesis del cartesianismo y el agustinismo), del que leía con frecuencia sus obras Adoración en espíritu y en verdad o Meditaciones cristianas y metafísicas, de 1688.

Con motivo de la Guerra de Sucesión, Felipe V de España solicitaba al rey de Francia que le enviara artilleros e ingenieros. Entre ellos, como uno de los más determi­nantes para el futuro cuerpo de Ingenieros fue Bernard Renau d’Eliçagaray, que llegaba a España en los primeros momentos de la Guerra de Sucesión con la intención de ocuparse de mejorar el pésimo estado de las fortificaciones del litoral español. El 6 de abril de 1701 estaba en nuestro territorio, pues enviaba al embajador de Francia en España, el duque d’Harcourt, los planos de las plazas de Cádiz y de Gibraltar. Contó con el aprecio de Felipe V, quien lo recibía después de cada una de las etapas de inspección a las plazas y fortificaciones de distintos lugares del territorio de la España peninsular, siendo abundante la documentación sobre esas inspecciones, entre las que destacaron las efectuadas a La Coruña y Vigo. Tuvo además la confianza de Jean Orry (ministro de Felipe V), el cual le facilitó las inversiones económicas necesarias para abordar las obras precisas para mejorar las construcciones.

También se vio inmerso en la batalla de Rande (Vigo, 23 de octubre de 1702), cuando la armada angloholandesa pretendió arrebatar los tesoros que habían traído los galeones españoles de América y que, por seguridad, no habían sido descargados en Sevilla como era la costumbre. Manuel de Velasco y Tejada, el almirante español, cuando lo vio todo perdido por el ataque sorpresa angloholandés mandó echar a pique los galeones, pero Eliçagaray pudo salvar algunos de ellos, cuyo tesoro tanta falta hacía para sostener al partido borbónico en la Guerra de Sucesión.

Renau llegaba a Galicia en 1702 para revisar sus defensas, y en ese mismo año inspeccionaba las de La Coruña, donde proyectaba fortificaciones y un cuartel para infantes que era el primero que se construía en la ciudad. Las fortificaciones proyectadas por Bernard Renau, correspondientes a los frentes de la ciudad Vieja y de la Pescadería, siguiendo el sistema francés, respondían al llamado tercero del famoso ingeniero galo Sébastien Le Prestre Vauban.

En 1703 pasaba a la Corte, donde Eliçagaray fue nombrado mariscal de campo en 1704, después de participar en el fallido sitio de Gibraltar. En 1706 se le enviaba nuevamente a La Coruña para asesorar respecto a la continuación del proyecto de fortificación que había elaborado cuatro años antes.

Santiago de Compostela también fue visitada por Renau, que proyectaba un cuartel cerca del convento de San Agustín, así como Tuy, desde donde su gobernador en 1706 urgía por carta al rey medidas para mejorar las fortificaciones de la ciudad, que estaban en tal estado que “por todas partes se puede entrar en ella, y son las fortificaciones exteriores de tierra”. Renau, en su visita a La Coruña en 1706, se interesaba nuevamente por las defensas de la plaza.

Eliçagaray retornaba a Francia en 1715, donde se le ofrecía el honor de ser gran maestre de la Orden de Malta, que rechazó; sin embargo, siguió acumulando honores políticos y académicos, como su nombramiento anterior, como miembro honorario de la Académie Royale des Sciences en 1699 y miembro del Conseil de la Marine en 1716. En 1718 recibía la Grand-Croix de l'Ordre de Saint-Louis. En la Academia de Ciencias promovió el estudio de la obra de Malebranche, sobre la unicidad elemental de la materia sutil, lo grande y lo pequeño, y la visión de las cosas en Dios.

El 30 de septiembre de 1719, fallecía en Pougues-les-Eaux (Borgoña), Bernard Renau d’Eliçagaray.

 

Obras de ~: Teoría de las maniobras de barcos, París, Estienne Michallet, 1689; Memoria, donde se demuestra un principio de la mecánica de los licores, que fue utilizado en la Teoría de la maniobra de los buques y que fue impugnado por Hughens, 1689.

 

Bibl.: C. Martínez-Valverde y Martínez, Enciclopedia General del Mar Garriga, 1957; J. R. Soraluce Blond, Castillos y fortificaciones de Galicia: La arquitectura militar de los siglos XVI-XVIII, La Coruña, Fundación Pedro Barrié de la Maza, 1985; J. R. Soraluce Blond, “Las fortificaciones de Galicia durante el reinado de Felipe II”, en A. Erias Roel (coord.), El reino de Galicia en la Monarquía de Felipe II, Santiago de Compostela, Xunta de Galicia, 1998; A. Vigo Trasancos, A Coruña y el Siglo de las Luces. La construcción de una ciudad de comercio (1700-1808), La Coruña, Universidad de La Coruña, 2007; M. Baig i Aleu, “Teoría Matemática y práctica en la Ilustración: Salvador Jiménez Coronado, traductor de la obra de Euler sobre la construcción y la maniobra de los navíos”, en Quaderns d’Història de l’Enginyeria, 9 (2008), págs. 249-277; M. Fernández Espinosa, “Entre la Mística y las bombardas”, en Raigambre. Revista Cultural Hispánica, 5 de septiembre de 2014 [en línea], disponible en http://movimientoraigambre.blogspot.com/2014/09/entre-la-mistica-y-las-bombardas.html; J. Cantera Montenegro, “Ingenieros franceses en el Ejército español”, en Revista Internacional de Historia Militar, 97, monográfico Presencia de ingenieros militares extranjeros en la milicia española (2019), págs. 171-208; L. Rama Patiño y J. M. Vázquez Lijó, “Pignatelli, Domingo”, en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico Electrónico [en línea], disponible en http://dbe.rah.es/biografias/38964/domingo-pignatelli.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño