Sancho López, Asunción. Madrid, 16.VIII.1927 – Madrid, 10.X.2018. Actriz.
De familia de médicos, sorprendió en su entorno que decidiera entrar de meritoria en el madrileño Teatro Español, siendo su director Cayetano Luca de Tena. Siguió unos cursos en el Conservatorio, que le impartió Ana Martos. Su debut se produjo con Hamlet, en el papel de Ofelia. Y tuvo la satisfacción de figurar el año 1949 en un histórico estreno, el de “Historia de una escalera”, con el que empezaba un nuevo autor, Antonio Buero Vallejo.
Permaneció varias temporadas en el Español para pasar, ya en la década de 1960 al teatro Bellas Artes, que dirigió José Tamayo.
Como primera actriz, representó destacadas piezas tanto del teatro clásico como el contemporáneo: La Celestina; Las mocedades del Cid —que le valió el Premio a la mejor actriz en el Festival del Teatro de las Naciones de París, en 1956, con la compañía dirigida por Adolfo Marsillach—; Seis personajes en busca de autor; Un tranvía llamado deseo; El zoo de cristal; La muerte de un viajante; El deseo bajo los olmos; Las brujas de Salem...
En el cine, había comenzado en 1946 con un pequeño papel en la película El pirata Bocanegra, de Ramón Barreiro. Siguió con Fuenteovejuna, de Antonio Román (1947), que la dirigió al año siguiente también en La vida encadenada y Luis Marquina en Doña María la Brava. Después, ya como protagonista, en La sombra iluminada (1948), de Carlos Serrano de Osma y Facultad de Letras (1950), de P. Ballesteros. Y en cometidos menos relevantes: Crimen en el entreacto (1950), de C. Luca de Tena y Niebla y sol (1951), de J. M. Forqué. De nuevo hizo de protagonista en Salto a la gloria, que era la biografía de Ramón y Cajal (encarnado por A.Marsillach), de León Klimowsky, en una de sus postreras apariciones en la pantalla, pues el teatro llenó siempre su vida profesional.
Pero afectada por su separación matrimonial pasó por amargas temporadas, alejada de los escenarios, a finales de los años sesenta. Ella declaraba tiempo después que los empresarios la habían olvidado, después de su brillante trayectoria en las anteriores temporadas, cuando era aclamada como una de las más dotadas actrices.
Se fue recuperando poco a poco y en 1972 reapareció en el Teatro Moratín, de Barcelona, con El embrujado, de Valle-Inclán. En 1978 estrenó Isabelita la Miracielos, de Ricardo López Aranda; Casandra, de Pérez Galdós, en versión de Francisco Nieva, (1983); representando también Eloísa está debajo de un almendro (1984), de Jardiel Poncela y Cartas de mujeres y otras palabras (1988), de Jacinto Benavente.
Entre otros galardones que recibió en su carrera figuran los premios Lucrecia Arana y Matilde Rodríguez, la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes y los premios San Jorge y del Círculo de Escritores Cinematográficos.
Bibl: M. Román, Los cómicos, vol. VII, Barcelona, Royal Books, 1996, págs. 53-54; J. Gorostiza López, “Sancho, Asunción”, en J. L. Borau, Diccionario del cine español, Madrid, Alianza Editorial, 1998, pág. 796.
Manuel Román Fernández