Coll, Antón. Cataluña, p. t. s. XVI – ?, f. s. XVI-p. s. XVII. Maestro mayor de fortificaciones.
Antón Coll, quizás pariente de Rafael Coll, el maestro de obras de confianza de Calvi, fue ayudante de Juan Bautista Antonelli, para el que hacía los “papeles y modelos” y con el que estuvo ocho años; luego estaría otros quince con el capitán Fratín. Según una carta de Coll al Consejo de Guerra, “ayudándoles siempre así al uno como al otro a hazer los papeles y modelos que hazían […] y últimamente fue con el dicho capitán Fratin a la Jornada de Portugal y después a la vezita que hyzo de Lisboa a toda la costa de Portugal y Galiçia hasta el puerto de Ferrol y de todo ello hizo él los papeles y todos los demás que el dicho capitán Fratin ha mostrado a V.Magd. en todo el tiempo que a andado con el”. El Fratín informó al rey en Setúbal que “el avía criado a Antón Coll a su modo y que tenía suficiencia en cosas de fortificaciones…”.
El rey Felipe II contrató en 1586 al arquitecto militar italiano Giovanni Vicenzo Casali para mejorar el sistema defensivo de Lisboa, ante la amenaza de los corsarios ingleses y holandeses. El proyecto de mejora incluyó la ampliación del fuerte de São Julião y la construcción del fuerte de Nossa Senhora da Luz en Cascais. También Coll tuvo la responsabilidad nada menos que de la construcción desde 1586 de las fortificaciones de San Felipe de Setúbal y San Juan (Gian) de Lisboa, que habían sido competencia del capitán Fratín como tracista hasta su muerte, y de este ingeniero es del que se declaraba discípulo al igual que de Casali.
Para la construcción de un fuerte en el siglo XVI, los materiales, al inicio, eran la tierra y faginas, dejándolo asentar de cuatro a seis años, antes de revestirlas de una camisa de piedra o ladrillo. El inconveniente era que, si se dejaba mucho tiempo sin revestir, terminaba muy deteriorado por la acción, fundamentalmente, de la lluvia. Coll, en su visita inicial al castillo de San Juan de Lisboa, después de la incorporación de este último país a la corona hispana, recordaba al rey: “bien sabe su magd. Y su Real Consejo de Guerra que acabar la fábrica es quitarse fábrica dencima, porque no acabándose siempre va creciendo más.”
En 1590 Casali presentó dos proyectos distintos para la construcción de un fuerte en el arenal de Cabeça Seca, uno con planta de estrella y el otro circular. El escogido fue finalmente este último, pues resultaba más sólido ante los embates de las aguas y permitía una mejor distribución de la artillería. A la muerte de Casali en 1593, fueron sus discípulos Tiburcio Spannochi y Antón Coll quienes continuaron las obras.
Finalmente, en 1593, Coll llegó a ser el maestro mayor de una de las más significadas fortificaciones de la monarquía, la de la Montaña del Brasil en la isla Tercera de las Azores, de la que llegó a hacer y enviar al rey un modelo o maqueta de madera.
Bibl.: A. Cámara Muñoz, Fortificación y ciudad en los reinos de Felipe II, Madrid, Ministerio de Defensa, 1998; M. Viganó, El Fratín, mi Ingeniero. Il Paleari Fratino da Morcode ingeniero militari ticinesi in Spagna (XVI-XVII secolo), Edizionin Casagrande, 2004; A. Cámara Muñoz, Medir para el rasguño y dibujar para el Atlas. Los Ingenieros Mayores de Felipe III, 2004 y 2005; A. Cámara Muñoz, “La profesión de ingeniero: los ingenieros del rey”, en M. Silva Suarez (ed.), Técnica e Ingeniería en España. I El Renacimiento, Zaragoza, Real Academia de Ingeniería - Institución “Fernando el Católico” - Prensas Universitarias de Zaragoza, 2008; A. Cámara Muñoz, “Dibujo y secreto en el gobierno de la Monarquía Hispánica. La profesión del Ingeniero”, en F. Villaseñor Sebastián (coord.), La Formación artística. Creadores, Historiadores, Espectadores, vol. I, Santander, Editorial Universidad de Cantabria, 2018, págs. 43-55.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
