Quinteiro Alonso, Alfonso. Ponteareas (Pontevedra), 25.I.1924 – Orense, 25.V.2009. Escultor.
Alfonso Quinteiro aprendió desde niño a trabajar la piedra en el taller de marmolería que su padre tenía en Ponteareas, al igual que había hecho su hermano Benjamín, varios años mayor que él y al que tuvo la oportunidad de ver trabajar antes de su temprana muerte. Tanto por su formación en la talla directa, como por la corta pero intensa experiencia al lado de su hermano, el punto de partida de Alfonso Quinteiro fue la escultura vanguardista de la preguerra, de ahí su preocupación por las formas compactas y la voluntad por eludir la anécdota. Su primer monumento, Ermitaño (1936-1938), es una monumental cabeza de piedra hecha a partir del boceto que había hecho Benjamín Quinteiro, cuya obra pertenecía al movimiento renovador del arte gallego. En 1940 Alfonso y el pintor Rogelio Lorenzo, cuya amistad se había forjado desde la infancia, decidieron participar en la Exposición Provincial de Arte de Educación y Descanso, y en 1942 la Diputación de Pontevedra le concedió una pensión con la que estudia Bellas Artes en Madrid. Las buenas aptitudes que Alfonso Quinteiro tenía para la escultura hicieron que Pérez Comendador, profesor de la Escuela de Bellas Artes, lo escogiese como ayudante para su taller, trabajo que compaginó son los estudios. Durante esos años coincide con los escultores Capa, Jesús Valverde y Rodríguez Osorio, con los que entabla amistad. En 1945 finalizó la carrera, pero solicitó una nueva beca para ampliar sus conocimientos que le fue concedida y en 1946 obtuvo el Premio Madrigal y la beca Carmen del Río.
Concluida su etapa de formación se estableció definitivamente en Ponteareas donde a finales de 1946, animado por el pintor Jaime Álvarez Besada, se presentó al concurso del monumento tudense al Padre Salvado donde su maqueta, que compitió con la de Francisco Asorey, resultó elegida. El monumento destaca por la simplificación del modelado y la eliminación de la anécdota, tanto en la figura del misionero como en la maternidad de la parte inferior, ambas trazadas con volúmenes rotundos y un modelado curvilíneo que aumenta su monumentalidad y le aporta un carácter atemporal. En 1949 participó en la III Exposición de Arte Local, patrocinada por el Centro Artístico Sportivo de Ponteareas, localidad en la que montó un negocio, ajeno al mundo artístico, con la intención de no depender económicamente de la escultura y poder escoger los proyectos que más le interesasen. Todo parecía indicar una exitosa carrera como escultor, pero las circunstancias personales hicieron que tuviese que relegar la escultura a un segundo término para poder mantener a su cada vez más numerosa familia. Pese a ello nunca abandonó del todo la escultura, en 1954 presentó una maqueta para el concurso del monumento que la ciudad de Pontevedra dedicó al Dr. Marescot y en 1956 recibió el encargo de dos monumentos con los que el ayuntamiento puenteareano quería homenajear al político Gabino Bugallal y al compositor Reveriano Soutullo, ambos están formados por un busto de mármol sobre un pedestal de granito. A pesar de no disponer prácticamente de tiempo para la escultura recibió varios encargos de bustos, género en el que se especializó. En los últimos años, jubilado y sin cargas familiares, retomó la actividad artística con intensidad y además de la escultura se interesó especialmente por el retrato al óleo. Su pintura se desenvuelve en la línea del hiperrealismo, que no resulta nuevo en su obra, pues ya los dibujos de sus años de estudio en Madrid apuntaban en esa línea.
Obras de ~: Ermitaño, 1936-1938; Forjando el Imperio, c. 1940; Busto del Capitán Luis Sánchez López, c. 1939; Busto de Luis Salgueiro, c. 1941; Indalecio Caballero, c. 1942; Busto de Eduardo Rodríguez Osorio, c. 1944; Busto de José Regal Martínez, c. 1944; Busto de Alberto Cambronero, c. 1944-1945; Desnudo de mujer, c. 1945; Busto de Delio Rodríguez Barros, c. 1945; El invierno, 1946; El verano, 1946; Monumento al Padre Salvado, 1949; Maqueta del Monumento a Marescot, 1954; Monumento a Reveriano Soutullo, 1956; Monumento a Gabino Bugallal, 1956; Busto de José Rivas González, 1973; Monumento al Padre José Rivas González, 1975; Busto de Suárez Núñez, c. 1975; Busto del Padre Comesaña, 1980; Busto del arquitecto Manuel Conde Aldemira, c. 1980; Busto de Juan Guerra Campos, c. 1980; Busto de Maruja Pino, c. 2002.
Bibl.: M. Gallego Esperanza, La escultura pública en Pontevedra, Pontevedra, Deputación Provincial de Pontevedra, 1996, págs., 66, 84-86 y 99-101; R. Lorenzo, “Alfonso Quinteiro”, en Alfonso Quinteiro. Exposición antológica de esculturas, Ponteareas, Museo Municipal de Ponteareas, s. f.; B. de San Ildefonso Rodríguez, “Biografías de los artistas pensionados por la Diputación Provincial de Pontevedra (1940 – 1969)”, en X.C.Valle Pérez (coord.), Os pensionados da Deputación de Pontevedra (1940-1969), Pontevedra, Deputación de Pontevedra, 2005, págs.. 230-235.
Beatriz de San Ildefonso Rodríguez