Fue el primero de los tres hijos —todos varones— de Valentín Ponsa Turruella, sacristán y labrador, y de Rosa Casallarch Obradors. Fue bautizado una semana después de su nacimiento, en la iglesia parroquial de Santa María, y recibió los nombres de Francisco, Valentín y Ramón. Desde muy pequeño, asistió a las clases en el Colegio de los Padres Escolapios. Hacia los catorce años entró como aprendiz en los talleres de una carpintería, consiguiendo en breve tiempo ser un experto oficial. Se incorporó y participó muy activamente en la Acción Católica. Informado sobre la misión de los Hermanos de San Juan de Dios, se sintió impulsado a dejar todo y seguir la vocación hospitalaria.

Ingresó en la Orden Hospitalaria el 20 de febrero de 1935. El 2 de junio del mismo año tomó el hábito hospitalario en Calafell e hizo la entrada canónica al noviciado. Su fervor encontró apoyo en el maestro de novicios, beato Braulio María Corres. Al año, hizo su profesión el 3 de junio 1936. Pasó después otra vez a Sant Boi, para continuar su formación como neoprofeso. [...]