Fuente Lavandera, José Manuel. Tarangu. Limanes (Asturias), 30.IX.1945 – Oviedo (Asturias), 18.VII.1996. Ciclista.
Con una infancia marcada por las penurias económicas de su familia, a la edad de catorce años se vio obligado a soportar jornadas de trabajo de doce horas, a fin de poderse ganar el pan. Fue su padre quien le compró su primera bicicleta, en 1959. Por entonces, Fuente admiraba a Anquetil y Bahamontes, y le atrapó la fiebre por el ciclismo, por lo que una década después dejó su trabajo en una metalistería y empezó a correr entre aficionados, lo que le enfrentó con sus progenitores, que no veían su afición con buenos ojos. Así, en 1970 ingresó en el equipo Karpy como amateur especial, ganando la novena etapa de la Volta a Cataluña, haciendo tercero en la general de los Valles Mineros y siendo quinto en la Vuelta a Asturias.
Alentado por estos resultados, Fuente tomó la salida en su primera Vuelta a España en la que conquistó el entonces novedoso “Maillot Tigre”, que premiaba al mejor ciclista neoprofesional. A partir de entonces, comenzó a ser considerado como un ciclista con futuro y con esa aureola viajó a la exótica y difícil Vuelta a Guatemala, en la que logró ganar cuatro etapas y se clasificó noveno de la general. Al año siguiente, Dalmacio Langarica le pasó a profesionales con el equipo Kas, haciéndole participar en las tres grandes competiciones.
En la Vuelta a España cumplió labores de gregario, pasando inadvertido. No así en el Giro de Italia, en donde a pesar de sufrir mucho en sus inicios, logró rehacerse y ganar la etapa de Pian del Falco y el jersey de Rey de la Montaña. Ya en el Tour de Francia, Fuente ganó dos etapas de montaña consecutivas, en Luchon y Superbagnères, aunque su primer gran triunfo en el universo ciclista lo consiguió en 1972, al imponerse en la Vuelta a España merced a una escapada en solitario camino de Formigal, a cuya meta llegó con una renta de siete minutos y medio sobre el pelotón, garantizándose definitivamente el jersey de líder. Habiendo ganado una de las grandes, Fuente viajó al Giro compartiendo el liderato de su equipo con Miguel Mari Lasa. Un statu-quo que cambió de forma radical en la primera semana de carrera.
Para empezar, Tarangu, apodo por el que comenzó a ser conocido y que en bable sirve para designar a un hombre reputado por su gran fuerza y carácter, ganó la cuarta etapa, con meta en el Block Haus, sacándole dos minutos treinta y seis segundos de ventaja al mismísimo Merckx y rematando el trabajo al día siguiente, cuando se vistió con el jersey rosa de líder en la llegada a Foggia. Crecido por su buena estrella, cuarenta y ocho horas más tarde el escalador del Kas iba a sufrir un brutal revés al infravalorar al campeón belga. Sucedió, entonces, que en una jornada de tiempo infernal camino de Catanzaro, Fuente mandó atacar a sus compañeros en la creencia de que así destrozaría a un Merckx que creía vulnerable. Se equivocó y el resultado fue otro que el esperado, ya que el escalador del Kas fue víctima de una descomunal pájara (un desfondamiento) que le hizo perder el liderato.
No obstante, una semana más tarde, Fuente recuperó la maglia rosa siquiera de forma momentánea y nominal. Fue en el transcurso de una etapa que hizo historia: la Bardonecchia-Jafferau. En ella, Lazcano y Fuente lanzaron un fuerte ataque en la subida a Sestriere, dejando descolgado a Merckx que, sin ningún gregario que trabajara para él y víctima de un desfondamiento pasajero, llegó pensar que estaba en trance de perder el Giro. No fue así, porque en las durísimas rampas del Jafferau (2.000 metros), un Fuente que marchaba en cabeza volvió a sufrir otra de sus famosas pájaras, perdiendo la victoria de etapa ante Merckx y con ella cualquier esperanza de vestirse con la maglia rosa, si bien consiguió la segunda plaza en la general y el premio de la montaña.
Vistiendo los colores del Kas, volvió al Giro al año siguiente y ganó la etapa de Auronzo di Cadore y consiguió de nuevo el reinado de la montaña. Un mes más tarde, en la Vuelta a Suiza, Fuente sumó dos nuevas victorias de etapa, en Grächen y Meiringen, ganando destacado la clasificación general de la prueba helvética, así como el premio de la montaña. Avalado por este rendimiento, viajó al Tour de Francia, carrera en la que se clasificó tercero de su general, por detrás de Luis Ocaña y Bernard Thevenet.
El ciclista asturiano estaba en el cénit de su vida deportiva, como demostró en 1974, su temporada más prolífica en victorias. Diez fueron los triunfos que logró aquel año, destacando entre ellos dos etapas y la general de la Vuelta a España, y sus cinco victorias parciales en el Giro de Italia, carrera que bien pudo ganar y que perdió por un descuido cuando marchaba destacado liderando la carrera. Se olvidó de comer en la etapa que llevaba de Pietra Ligure a San Remo, perdiendo un tiempo que ya no pudo recuperar y le relegó a la octava posición de la general final.
Luego llegó para él un tiempo de crisis. En 1975 sólo ganó una carrera, la subida en línea a los Lagos de Enol en la Vuelta a Asturias. También corrió la Vuelta a España y el Tour, pero abandonó en ambas.
Al año siguiente, tras algunos problemas para conseguir su licencia federativa debido a un fallo renal, rescindió su contrato con Kas, que amenazaba con no pagarle, y fichó con el equipo italiano Bianchi, con cuyo jersey corrió la última carrera de su vida deportiva: la Vuelta a los Valles Mineros.
Años después se supo que Fuente pudo haber sido aún más grande, deportivamente hablando, pues aquellos terribles desfallecimientos que jalonaron su carrera eran debidos a una nefritis crónica y genética que, al no ser detectada a tiempo, hipotecó severamente la salud del campeón asturiano, forzando su retirada prematura de la competición. A partir de entonces, se dedicó a la gestión de su comercio de bicicletas en Oviedo y a su colaboración con diversos medios de comunicación. Este escalador prodigioso, digno heredero de Bahamontes, cuya gran limitación fueron las pruebas contra el cronómetro, aunque logró un total de treinta victorias, ingresó el 5 de julio de 1996 en el Hospital General de Asturias y falleció dos semanas después, a los cincuenta años de edad, a causa de un fallo multiorgánico por pancreatitis aguda necrotizante.
Obras de ~: con J. L. Álvarez Zaragoza, Ciclo de dolor, Oviedo, José María Huerta Cuesta, 1977.
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José Antonio Díaz Sáez