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Rafael Montaner Aznar

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Biografía

Montaner Aznar, Rafael. Jaca (Huesca), 7.IX.1932 – Zaragoza, 2.V.1997. Escalador pirineísta y periodista de montaña.

El polifacético montañero Rafael Montaner inició su trayectoria a través de diversas salidas con la familia por los alrededores de su Jaca natal. Aunque poco después la Guerra Civil se cebó con los suyos. Ingresó en el Frente de Juventudes para seguir frecuentando el Pirineo. En esta organización, conoció a Alberto Rabadá y Manuel Bescós, primero, y a Ángel López, Pepe Díaz, José Antonio Bescós y Francisco Ramón, después. Como a tantos otros de su generación, Ángel Serón fue quien le enseñó los primeros nudos de escalada.

Al tiempo que se asoció con Rabadá para fundar un negocio de muebles, se presentó en 1955 como voluntario en la Compañía de Esquiadores de Candanchú (Huesca) para permanecer en decorados pirenaicos, dando inicio a sus grandes rutas verticales en el exigente teatro de los Mallos de Riglos (Huesca): vías Normal del Tornillo y Normal del Mallo Carilla (1952); vía Normal del Mallo Cored (1953); Variante del Mallo Gómez Laguna (1954); cara Sudeste de la Aguja Roja y Oeste Clásica del Mallo Cored (1955); Endrija de la Gripe, vía Cuerviñán Norte del Mallo Gómez Laguna (1956); vía Serón-Millán del Mallo Pisón (1957); vía Galletas del Mallo Firé (1959); vía de los Cachorros (1958); Endrija por Donde Dios Manda del Mallo Cuchillo (1960); Gran Diedro de Peña Ruaba (1961); el Mango del Cuchillo (1963). Tal sería la actividad de la llamada década prodigiosa de la escalada aragonesa: unos logros sorprendentes a base de tesón, que no de medios materiales.

En el territorio de la alta montaña pirenaica, destacaron los éxitos de Montaner hasta 1958: la primera ascensión por el Sur de la Aiguille Petite d’Ansabère, las Frondellas por el Sur, la Montaner-Bescós de la cara Nordeste del Cilindro, la Chimenea Norte de los picos del Infierno, la cara Norte del Piton Carré o la primera nacional de la cara Norte de la Torre del Marboré.

Sólo la trágica muerte de Rabadá y Navarro en el Eiger, influiría para frenar esta trayectoria señalada, que se apagó de modo fulgurante a partir de 1963.

Además de sus empresas deportivas, Montaner fue el director técnico de la Escuela Nacional de Alta Montaña Aragonesa, miembro de honor del Grupo de Alta Montaña Español y presidente de Montañeros de Aragón (1963-1966). Merece la pena destacar su faceta como escritor de montaña, tras acumular una importante colección de artículos, así como su dilatada dirección del Boletín de Montañeros de Aragón.

En 1984, fue coautor de la primera guía sobre Riglos.

Desde 2000, existe un Premio Rafael Montaner de Literatura de Montaña, testimonio de sus desvelos por la cultura dentro de este deporte.

 

Obras de ~: con F. Orús, Mallos de Riglos (Escaladas y excursiones), Zaragoza, Montañeros de Aragón y Diputación General de Aragón, 1984.

 

Bibl.: F. Orús, “Riglos, cincuenta años de escalada”, en Boletín de Montañeros de Aragón, n.º 38, 2.ª época (marzo de 1979), págs. 24-32; “Viajamos en el tiempo: Rafael Montaner”, en Anuario de Montañeros de Aragón, n.º 11 (1997-1998), págs. 60-63; F. Martínez de Baños Carrillo, Montañeros de Aragón, 1920-1999 y siempre..., Zaragoza, Montañeros de Aragón e Ibercaja, 1999; VV. AA., Del Teide al Naranjo. Antología literaria de nuestro montañismo, Madrid, Desnivel, 2003; A. Faus, Historia del Alpinismo, II. Montañas y Hombres. De 1900 a 1960, Zaragoza, Barrabés Editorial, 2005; S. Elías, “Pioneros de la escalada en Aragón. La década prodigiosa (1953-1963)”, en Desnivel, n.º 237 (mayo de 2006), págs. 74- 80; S. Elías, Rabadá y Navarro. La cordada imposible, Madrid, Desnivel, 2007.

 

Alberto Martínez Embid