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Juli Soler i Santaló

Biografía

Soler i Santaló, Juli. Rusell catalán. Barcelona, 1865 – 30.IV.1914. Excursionista, pireneísta, fotógrafo.

Había estudiado ingeniería, profesión que no llegó a ejercer, ya que gozaba de una posición económica desahogada que le permitía pasar largas temporadas en la montaña, sobre todo en los Pirineos centrales, sin otra preocupación que aumentar su importante archivo de clichés fotográficos y ensayar nuevos itinerarios por territorios que hubieran quedado ignorados sin su oportuna actuación. Sin embargo, hasta su ingreso, en 1897, como socio del Centre Excursionista de Catalunya (CEC) tenía poca experiencia en ascensiones pirenaicas, una vocación que entonces se le manifestó intensamente y que mantendría a lo largo de su vida. Pero llegó a ser el mejor conocedor de la cordillera pirenaica desde el Valle de Arán hasta el Pirineo aragonés, hasta el punto de que por admiración hacia el pireneísta francés Henry Russell (1834-1909), conocido como el “águila del Pirineo”, recibió, en un justo juego de referencias metafóricas, el epíteto del Russell catalán.

En sus excursiones por el valle de Arán obtuvo la información necesaria para publicar, en 1906, la primera guía de aquella comarca, que fue corregida y puesta al día en 1933 por dos destacados pireneístas que le sucedieron, Albert Oliveras y Lluís Estasen. Al año siguiente, en 1907, creó y mantuvo a sus expensas una estación meteorológica en Vielha, de la cual tenían cuidado los Hermanos de la Doctrina Cristiana de aquella población aranesa.

También dio a conocer el Pirineo aragonés, especialmente el macizo de la Maladeta, siendo su excursionismo un paradigma de duras ascensiones, que le llevaron a culminar muchos picos aún no hollados por españoles. Este conocimiento le permitió escribir una serie de monografías sobre los valles aragoneses, que totalizan más de 250 páginas, la mayoría de las cuales aparecieron, como homenaje póstumo, en el boletín del CEC, donde ya había publicado reseñas de sus excursiones. Su experiencia de la alta montaña oscense le llevó al convencimiento de que los montañeros necesitaban un refugio confortable para recorrer el macizo de la Maladeta. Así fue como, a partir de 1911, se convirtió, en nombre y representación del CEC, en el artífice del refugio de la Renclusa, al pie del Aneto. Gestionó la cesión del terreno y la autorización estatal para edificarlo, eligió el emplazamiento, confeccionó el proyecto arquitectónico y estableció las condiciones económicas para la construcción y explotación por parte del concesionario y dirigió asimismo las obras sobre el terreno, viviendo a menudo en una cueva que habilitó al efecto. Su prematura muerte le impidió asistir a la inauguración  de la Renclusa, una edificación que formaba parte de un proyecto más amplio de refugios pirenaicos que había dado a conocer en las páginas del boletín del CEC un año antes de su fallecimiento.

Con su muerte, a la edad de 49 años, desapareció el pionero del pireneísmo clásico, aquél que no se planteaba la dificultad por sí misma, pero que a menudo la superaba en caso de presentarse. Habiendo sido además un fotógrafo notable, especialmente por sus vistas panorámicas de montaña, legó su colección de clichés al CEC.

Obras de ~: La Vall d’Aran. Guia monogràfica de la comarca, Barcelona, L’Avenç, 1906;  “Les valls d’Ansó  y d’Hecho”, en Butlletí del Centre Excursionista de Catalunya (BCEC) (Barcelona), n.os 178 y 179 (noviembre y diciembre de 1909), págs. 317-329, y págs. 341-366, respect.; “De la gran conveniencia d’estendre l’obra dels refugis a la regió dels Alts Pirineus”, en BCEC (Barcelona), n.os 220-221-222 (mayo-junio-julio de 1913), págs. 125-147; “La vall de Gistain”, en BCEC (Barcelona), n.º 258 (julio de 1916), págs. 165-175, n.º 259 (agosto de 1916), págs. 201-219,  n.º 260 (septiembre de 1916), págs. 244-252; “Les valls de Ció i de Puértolas”, en BCEC (Barcelona), n.º 274 (noviembre de 1917), págs. 245-274, n.º 275 (diciembre de 1917), págs.275-298; “La vall de Bielsa” en BCEC (Barcelona), n.os 283-284 (agosto-septiembre de 1918), págs. 153-182; “La vall de Tena”, en BCEC (Barcelona) n.º 297 (octubre de 1919), págs. 241-278; “La vall de Broto”, en BCEC (Barcelona), n.os 324 y 325 (enero y febrero de 1922), págs. 5-17, y págs. 25-43, respect.; “La vall de Canfranc”, en BCEC (Barcelona), n.º 361-362 (junio-julio de 1925), págs. 202-216; “La vall de Ainsa”, en BCEC (Barcelona),  n.º 370 ( marzo de 1926), págs. 105-111.

Bibl.: C. Rocafort, “En Juli Soler i Santaló, excursionista”, en Butlletí del Centre Excursionista de Catalunya (BCEC) (Barcelona), n.º 233 (junio de 1914), págs. 137-145; E. Vidal i Riba, “El testament d’en Juli Soler”, en BCEC (Barcelona), n.º 233 (junio de 1914), págs. 145-151; J. Danès, “Mon homenatge a en Juli Soler Santaló”, en BCEC (Barcelona), n.º 233 (junio de 1914), pàgs. 151-154; VV. AA., Taula general bibliogràfica de l’excursionisme català, Barcelona, Centre Excursionista de Catalunya, 1916, pág. 91; J. Iglésies, Juli Soler i Santaló, Barcelona, Rafael Dalmau Editor, 1971; J. Barberà, Excursionistes recordats, Barcelona, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 1996, págs. 26-27; J. J. Zorrilla, Enciclopedia de la montaña, Madrid, Ediciones Desnivel, 2000, pág. 543; J. Ferrández, Diccionari de l’excursionisme català, Barcelona, Enciclopèdia Catalana, 2001, pág. 213.

Carles Albesa i Riba

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