Moreno, Jerónimo. Utrera (Sevilla), c. 1561 – Oaxaca (México), 3.XII.1631. Religioso y jurista.
Fraile de la Orden de los Predicadores, hizo sus primeros estudios en el Convento de San Pablo en Sevilla, donde destacó en Gramática y Artes. Tras ordenarse sacerdote y dada su inteligencia, la Orden lo envió a estudiar a la Universidad de Salamanca. Regresó a Sevilla y allí pasó unos años dedicado a la lectura y a escribir la biografía de fray Pablo de Santa María.
En 1595 embarcó hacia México, siendo su destino final Oaxaca. Allí, tras un breve tiempo de misionar, se hizo cargo de la Cátedra de Teología del Convento de Santo Domingo. Tras siete años de enseñanza caracterizándose siempre por la lucha en pos de la protección jurídica de los indios, regresó a Sevilla, donde pasó dos años antes de embarcarse de nuevo hacia Oaxaca.
Ya en tierras méxicanas volvió a compaginar el púlpito con la cátedra. En 1627, tras ocupar otros cargos en la Orden fue elegido provincial.
De su labor intelectual destaca sobre todo la obra Reglas ciertas y precisamente necesarias para jueces y ministros de justicia de las Indias y para sus confesores, publicada en México seis años después de la muerte de su autor. Su libro quiere ser una denuncia de las tropelías que los jueces cometían en su quehacer diario, al tiempo que trata de dar reglas para evitar dichas injusticias y lograr un mejor trato para los nativos.
Tuvo un enfrentamiento con el obispo Juan Bohorquez, ya que el prelado quería tener un control excesivo de todos los sacerdotes de su diócesis y esto chocaba inevitablemente con los religiosos y sacerdotes regulares.
Terminado su mandato como provincial, ejerció como maestro de novicios. Murió el 3 de diciembre de 1631.
Bibl.: A. Mayagoitia y Hagelstein, “Notas sobre las Reglas ciertas y precisamente necesarias para jueces y ministro, de fray Jerónimo Moreno, OP”, en Anuario Mexicano de Historia del Derecho (México, UNAM), n.º 8 (1996), págs. 309-336; J. M.ª González Ochoa, Quién es quién en la América del Descubrimiento, Madrid, Editorial Acento, 2003.
José María González Ochoa