Fernández Soriano, Antonio. Napoleón. Casasibáñez (Albacete), 24.IV.1827 – Barcelona, 2.II.1916. Fotógrafo.
Uno de los fotógrafos más importantes de la segunda mitad del siglo xix, y uno de los primeros —junto con su esposa Anaïs (Anne Tiffon Cassan, 1831-1912)—, que tuvo un estudio de retrato estable en la ciudad de Barcelona. Ambos iniciaron un linaje de fotógrafos que mantuvo el gabinete abierto y próspero durante casi un siglo. Antonio era hijo de Francisco Esteban Fernández, chocolatero, y de Pascuala Soriano, y se casó con Anaïs en Barcelona (24 de diciembre de 1850), siendo todavía militar (“músico de contrata”). Poco después, ambos abrieron un estudio de daguerrotipo y fotografía (Rambla de Santa Mónica, n.os 15 y 17, donde vivieron siempre), que se anunciaba primero de forma anónima (1853), y sucesivamente como “en casa del señor Napoleón” (1853), “Mr. Fernando” (1854), y “Taller de Fotografía de Mr. Fernando y Anaïs Napoleon” (1863). El nombre “Napoleón” lo tomaron del padre de Anaïs, un francés que trabajaba en Barcelona como “Napoleón. Artista pedicuro”, aprovechando el prestigio que suponía en estos años, y en este oficio, un nombre extranjero; de ahí también el “Mr” (monsieur); mientras que “Fernando” venía de su apellido Fernández. En los años cincuenta y sesenta, la moda de las cartes-de-visite hizo crecer el estudio, que se convirtió en uno de los más prósperos de la ciudad y en un lugar de moda, visita obligada para la gente importante de Barcelona o los que iban de paso. Desde 1867, el estudio se llamó ‘A. y E. dits Napoleón’, y en 1882 se crea la sociedad “Antonio, Emilio y Ana Fernández, dits Napoleón”, con Anaïs y el hijo mayor, Emilio (1851-1933), que trabajaba siempre con ellos y heredaron el estudio. En 1891 tiraron el antiguo estudio y levantaron (1893) un lujoso edificio neoplateresco (obra de Francisco de Asís Rogent y Pedrosa) que todavía existe (Rambla de Santa Mónica, n.º 18), con varias galerías para posar, salas de espera, entrada de carruajes, jardín, laboratorios, etc. (además de vivienda familiar), como los grandes estudios de la época (Alinari en Florencia), en el que trabajaban muchas personas, tanto fotógrafos como retocadores y pintores. Fernández Soriano retrató a la Familia Real cuando pasó por la ciudad, a políticos, militares y artistas, y sus fotografías se podían ver en el escaparate del estudio y en el expositor de la calle Ferrán, al lado de la iglesia de Sant Jaume.
Fotógrafo “de cámara” (1875), participó en la Exposición Universal de Barcelona (1888), tuvo la Legión de Honor y numerosas condecoraciones españolas y extranjeras. Antonio —siempre con Anaïs— fue invirtiendo en propiedades urbanas y rústicas, y en los años noventa, en muchos documentos, se declaraba “propietario”, en lugar de fotógrafo. De la fotografía pasó al cine, y abrió (el 10 de diciembre de 1896) en la planta baja del edificio el Cinematógrafo Lumière, en una sesión a la que asistieron los inventores; era una sala lujosa, de precios altos, frecuentada por la misma clientela que el estudio fotográfico, pero la presión de la competencia les obligó a traspasar (1907) y cerrar (1910). Además de Emilio, otros dos hijos de Antonio y Anaïs se dedicaron a la fotografía: Napoleón Francisco (1855-1898), que tuvo la sucursal de Madrid (Príncipe, n.º 24), y Napoleón Fernando (1856) que se ocupó del estudio de la plaza del Ángel (en Barcelona), como “Napoleón hijo” o “Fernández Napoleón”, desde 1896-1897 hasta 1909, cuando se derribó ese lienzo de la plaza para construir la vía Layetana.
Bibl.: J. M. de Nadal, Cromos de la vida vuitcentesca, Barcelona, 1946, pág. 190; L. Fontanella, La historia de la fotografía en España desde sus orígenes hasta 1900, Madrid, El Viso, 1981, pág. 51; P. López Mondéjar, Las fuentes de la memoria I, Barcelona, Lunwerg, 1989, pág. 221; P. Català Pic, Fotografía y publicidad, Barcelona, Lunwerg, 1989, pág. 89; P. González, “La llegada del cine a Barcelona y las primeras salas de proyección (1896-1900)”, en D’Art (Barcelona), 21 (1995), págs. 50-51; J. Munsó Cabús, Els cinemes de Barcelona, Barcelona, Proa, 1995, pág. 194; J. M. Sánchez Vigil (dir.), La fotografía en España. De los orígenes al siglo xxi, en R. López de Uralde (ed.), Summa Artis. Historia General del Arte, t. XVII, Madrid, Espasa Calpe, 2001, pág. 513; J. Naranjo, “Nacimiento, usos y expansión de un nuevo medio. La fotografía en Cataluña en el siglo xix”, en L. Terré, Introducción a la historia de la fotografía en Cataluña, Barcelona, Lunwerg, 2002, pág. 27; M. S. García Felguera, “Anaïs Tiffon, Antonio Fernández y la Compañía fotográfica “Napoleon”, en Locus Amoenus (Barcelona, Departament d’Art, Universidad Autónoma), n.º 8 (2007), págs. 307-335.
María de los Santos García Felguera
