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Beato Flavio

Biografía

Argüeso González, Atilano Dionisio. Flavio. Mazuecos de Valdeginate (Palencia), 5.X.1877 – Valdemoro (Madrid), 12.VIII.1936. Religioso de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (OH), beato.

El beato Flavio Argüeso era hijo de Emeterio Argüeso Orejón y Sofía González Sánchez, con quien el padre se había casado en segundas nupcias; fue bautizado el día 9 de octubre de 1877, cuatro días después de su nacimiento, en la parroquia de San Miguel Arcángel por el sacerdote Domingo Calvo Ruiz: se le impuso los nombres de Atilano Dionisio. El sacramento de la confirmación lo recibió en Villalumbroso en 25 de mayo de 1880. Vivió en la casa paterna su niñez y adolescencia, llevando una vida ordenada.

A los diecisiete años, en 1894, ingresó en la Orden de San Juan de Dios, centrándose pronto en una vida de compañerismo y encontrando el sentido y razón de su vida en el servicio hospitalario como vocación a los enfermos. Al tomar el hábito el 7 de abril de 1895 recibió el nombre de fray Flavio y dio inicio al tiempo canónico de formación religiosa del noviciado. Un año después, el 14 de mayo de 1896, emitió la profesión de los votos temporales consagrándose a Dios y a los enfermos; la profesión solemne la hizo el 21 de octubre de 1900. Durante su vida religiosa prestó, siempre muy disponible, los servicios hospitalarios propios de los Hermanos de San Juan de Dios, según disponían sus superiores, en muchos hospitales de la Orden en España, como Ciempozuelos, Sevilla, Sant Boi de Llobregat, Carabanchel Alto, Palencia, Santa Águeda de Guipúzcoa, Granada, Valencia, Madrid y Málaga. También estuvo varios años en algunas Casas de la Orden en Italia, formando parte de las comunidades de San Juan Calibita, de la Isola Tiberina en Roma, y también en el Hospital de Neptuno, en el que por aquel entonces (1902) había muerto la hoy santa María Goretti, asistida por los hermanos. En 1936 el beato Flavio formaba parte de la comunidad de Ciempozuelos cuando el 7 de agosto fueron apresados los Hermanos; él entonces se quedó en el sanatorio encamado por enfermedad. Los médicos, con el doctor Dionisio Nieto como nuevo director, le visitaron al día siguiente y le apoyaron animándole a restablecerse. Mientras tanto él se situó con otros Hermanos, de los jóvenes que habían dejado en el Sanatorio como enfermeros; hacía los rezos comunes y “animaba y velaba por ellos para que no se dejasen engañar y seducir”. El 12 de agosto al atardecer, ya algo repuesto de sus males, los enfermeros mismos —milicianos— del sanatorio lo arrestaron y se lo llevaron con el pretexto de que tenía que prestar declaración ante las “Organizaciones Socialistas” del pueblo de Ciempozuelos. La misma noche, ya de madrugada, después de una breve estancia en la sede socialista, juntamente con otro señor, fueron montados en una camioneta y conducidos fuera de Ciempozuelos, en la confluencia de la carretera de Andalucía en el kilómetro 30, término de Valdemoro (Madrid), donde fueron asesinados y sus cadáveres abandonados.

A la mañana siguiente, el doctor Nieto con otros médicos cuando viajaban de Madrid a trabajar al sanatorio, vieron los cadáveres e identificaron el del beato Flavio. También el doctor Enrique Rivas contó que le había visto pasar por la plaza llevado por los milicianos, y que gritaba “¡Viva Cristo Rey!”.

Al morir, tenía cincuenta y nueve años de edad y cuarenta de profesión religiosa como hermano de San Juan de Dios. Abierta su Causa de muerte como martirio en la Curia eclesiástica de Madrid (1952) y aprobada en Roma el 14 de mayo de 1991, fue beatificado el 25 de octubre de 1992 por el papa Juan Pablo II en un grupo de setenta y un Hermanos de San Juan de Dios. Su fiesta litúrgica se celebra el 30 de julio.

 

Bibl.: O. Marcos Bueno, Violencias, profanaciones y asesinatos cometidos por los marxistas en los Establecimientos de San Juan de Dios: Ciempozuelos, Carabanchel Alto y Talavera de la Reina, Palencia, Ediciones Hospitalaria, 1938; R. M. Saucedo Cabanillas, “Hasta el Cielo”. Biografía y martirio de 54 Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios, Madrid, Arges, 1952; O. Marcos Bueno, Testimonio Martirial de los Hermanos de San Juan de Dios en los días de la persecución religiosa española, Madrid, Imprenta Héroes, 1980; F. Lizaso Berruete, Testigos de la misericordia hasta el martirio, Madrid, Secretariado Permanente Interprovincial, 1992.

 

José Luis Martínez Gil, OH