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Roque de Figueroa

Biografía

Figueroa, Roque de. Sevilla, 1571 – Valencia, 1651. Actor y director de compañía teatral.

Era de origen andaluz, y aunque a veces se ha apuntado a la ciudad de Córdoba como su lugar de nacimiento, era sevillano. Además de actor y director, se ha supuesto que fue poeta dramático, aunque, si lo fue, no se conserva ninguna pieza suya. Gozó de cierta fama de hombre culto, con estudios, y de gran orador. Luis Quiñones de Benavente describió a Roque de Figueroa en algunas de sus piezas dramáticas breves como un hombre grueso, rubio y de temperamento apacible.

Figueroa se casó con una mujer llamada Isabel de Mena, que falleció en 1621, y se volvió a casar, a final de ese mismo año, con la actriz Mariana de Olivares, con quien tuvo dos hijos: Miguel de Figueroa, que fue capitán de Infantería y murió en Milán, y la actriz Gabriela de Figueroa. Roque de Figueroa tuvo otra hija, también actriz, Antonia Manuela de Figueroa, y un criado, llamado Juan López, que se hizo actor y adoptó su apellido, por lo que fue conocido artísticamente como Juan de Figueroa.

Sus primeros pasos como actor se pueden documentar hacia 1614, y al menos a partir de 1624 empezó a desempeñar funciones de director teatral, formando compañía propia. En 1624 contaba con un repertorio de comedias entre las que se incluían obras de los mejores dramaturgos del momento, como Tirso de Molina, Lope de Vega, Antonio Mira de Amescua, Guillén de Castro o Juan Ruiz de Alarcón. Como director, disfrutó del título de “autor de comedias por Su Majestad”, licencia oficial para representar que otorgaba el Consejo de Su Majestad a los “autores”, es decir, directores de compañías, de mayor prestigio del momento. En 1625 tenía casa en la calle de las Huertas de Madrid. Durante los años siguientes representó con su compañía en las principales ciudades y teatros de la Península: Madrid, Toledo, Valladolid, Córdoba, Sevilla o Valencia. El 25 de mayo de 1626 su compañía inauguró el Corral de la Montería de Sevilla, y en ese mismo año representó un auto sacramental en la fiesta del Corpus de dicha ciudad.

A partir de 1627 su compañía actuó con asiduidad en las fiestas del Corpus de Madrid y en los corrales de la capital, y también con frecuencia en la Corte, ante la Familia Real. Ese mismo año representó en palacio El hombre pobre todo es trazas, de Calderón, y La celosa de sí misma, de Mira de Amescua. En los años siguientes, Roque de Figueroa continuó siendo uno de los “autores” favoritos de Palacio, y representó ante los Reyes en diferentes ocasiones, no sólo en el Alcázar de Madrid, sino en los palacios de recreo de El Pardo, Aranjuez o el Retiro. Su compañía fue la elegida para poner en escena, en 1629, La vida de San Pedro Nolasco, de Lope de Vega, en el marco de las fiestas que organizaron la villa de Madrid y la Orden de la Merced en honor del patrón de los mercedarios.

También en 1629 representó su compañía en el Corpus de Madrid el auto El Príncipe esclavo Escanderbech, que compuso para Figueroa Juan Pérez de Montalbán, dramaturgo que escribió para Figueroa otras obras, como El mariscal de Birón, Olimpa y Vireno o El señor don Juan de Austria. Por esos años también Luis Quiñones de Benavente compuso para Figueroa algunos entremeses y loas que fueron estrenados en Madrid por su compañía.

Roque de Figueroa se cuenta, asimismo, entre los prestigiosos directores de compañía que promovieron, entre 1631 y 1632, la fundación de la Cofradía de Nuestra Señora de la Novena, el primer gremio de representantes en España. En 1635 actuó en el Corral del Príncipe de Madrid y en varias ocasiones acudió al Buen Retiro para representar ante los Reyes diferentes comedias, entre ellas Peligrar en los remedios, obra que Francisco de Rojas Zorrilla había escrito para Figueroa, y que la compañía del sevillano estrenó ese año. En 1635 participó también en la representación de los autos del Corpus en Madrid, pero no obtuvo el éxito de otras veces, pues los 100 ducados de “joya”, es decir, el premio que se otorgaba a la mejor de las dos compañías que representaban los autos en la capital se lo llevó la de Antonio de Prado “por auer sido los autos que represento mexores en todo que los de Roque de Figueroa”.

Se desconocen las circunstancias que impulsaron a Figueroa a marchar a Italia, pero a fines de 1636 o principios de 1637 emprendió un viaje que le llevó a trabajar en los años siguientes fundamentalmente en Nápoles, pero también en ciudades como Mesina y Palermo. En Nápoles todavía se encontraba representando en 1642 con varios actores españoles, entre los que se contaba su hija Antonia Manuela, y algunos cómicos italianos que había integrado en su compañía.

No se sabe con seguridad la fecha de su regreso a España, pero a partir de 1646 se vuelve a encontrar a Roque de Figueroa en la patria. Su regreso, sin embargo, coincidió con un período negro para la actividad teatral, pues durante la Cuaresma de 1646 se había decretado la prohibición de representar en España, prohibición que no se levantó de manera plena y generalizada hasta febrero de 1651. A pesar de ello, en noviembre de 1646, quizá con la esperanza de que se reabriesen los teatros, Figueroa nombró en Madrid un apoderado para que contratase representaciones en su nombre, como haría de nuevo en noviembre de 1648. La prohibición empujó a Roque de Figueroa hacia territorios de la antigua Corona de Aragón, en donde la aplicación de la prohibición parece haber sido menos severa. Se encontraba en Tarragona con su compañía en 1649 cuando llegó a dicha ciudad Mariana de Austria, que venía a casarse con Felipe IV. La compañía de Figueroa se embarcó en la nave que la condujo a Valencia y después a Denia y representó ante ella una comedia durante el trayecto, consiguiendo de la nueva Reina, según testimonia el anónimo autor de la Genealogía, origen y noticias de los comediantes de España, “que se pudiese representar en Valencia con la calidad de que fuesen autos y así baptizaban las comedias con el nombre de autos”.

Con esta licencia y, a pesar de la prohibición, Roque de Figueroa representó en la Casa de Comedias de la Olivera de Valencia, desde octubre de 1649 hasta enero de 1650. En marzo de este año se encontraba todavía en dicha ciudad, reorganizando su compañía.

Debió de fallecer poco después. Contaba al morir ochenta años y la Cofradía de Nuestra Señora de la Novena, el gremio de actores del que Figueroa había sido uno de los fundadores, celebró en Madrid honras fúnebres en su memoria en 1651.

 

Bibl.: H. E. Bergman, Luis, Quiñones de Benavente y sus entremeses con un catálogo biográfico de los actores citados en sus obras, Madrid, Castalia, 1965; N. D. Shergold y J. E. Varey (eds.), Genealogía, origen y noticias de los comediantes de España, Londres, Tamesis Books, 1985; T. Ferrer Valls (dir.) et al., Diccionario biográfico de actores del teatro clásico español, Kassel, Reichenberger Ediciones, 2008.

 

Teresa Ferrer Valls