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José Simeón de Uría y Berrueco

Biografía

Uría y Berrueco, José Simeón de. Guadalajara (México), 24.III.1758 – México, 1824. Diputado, sacerdote.

Fue hijo de Domingo Agustín de Uría y de María Timotea Berrueco. Comenzó su formación en el Seminario Conciliar de su ciudad natal finalizándolo en el Colegio de San Ildefonso de México. En 1784 se doctoró en Teología, obteniendo la Cátedra de Filosofía en 1785, siendo designado cura del Sagrario, en Guadalajara, en 1792. Canónigo penitenciario de la Catedral, fue diputado por Guadalajara (virreinato de Nueva España), en las Cortes Generales y Extraordinarias (1810-1813), elegido el 2 de julio de 1810, jurando su cargo el 4 de marzo de 1811. Liberal moderado, abogó por los intereses americanos, siempre desde postulados liberales, quejándose de lo que consideraba una excesiva preocupación de las Cortes por la economía peninsular y muy poca por la de Ultramar, que es de “donde nos ha de venir los auxilios”. Partidario de una total igualdad de derechos políticos de los habitantes de América, incluso para negros y demás “castas pardas”, llegó a afirmar que no se les podía privar de “unos derechos que son consiguientes a la soberanía de que son partícipes”, poniendo en cuestión, por ello, la distinción entre derechos civiles y políticos, pues si la soberanía residía en la nación, todos sus integrantes de hecho eran ciudadanos, “ser parte de la soberanía nacional y no ser ciudadano de la nación sin demérito personal son dos cosas que no pueden concebirse” (4 de marzo de 1811). Formó parte de las comisiones de Honor y de Prebendas Eclesiásticas. Anteriormente se había mostrado muy crítico con la resolución de las Cortes de que el empréstito de plata de particulares y de la Iglesia se hiciera extensivo a las provincias americanas, llegando a decir que, “podría influir demasiado en la llama abrasadora que arde allí de la insurrección” (1 de abril de 1811).  Vicepresidente de las Cortes (24 de abril de 1811), solicitó que el obispado de Guadalajara fuera erigido en arzobispado, siendo dependiente de él las diócesis de Arispe, Monterrey y Durango, creadas en los siglos XVII y XVIII por desmembración de la de Guadalajara. Esta proposición, sin embargo, no fue admitida a discusión, pero, como señala Rieu Millán, “tal vez Uría intentaba que su provincia recuperara parte de su autoridad sobre las provincias vecinas”. Fue uno de los firmantes de la Constitución, aunque las Cortes le concedieron licencia para viajar a América para restablecerse. Durante su estancia en Cádiz se alojó en la calle Amargura, n.º 98. Regresó a México a bordo de la fragata Oriente, siendo nombrado rector de la Universidad de Guadalajara, miembro del Consejo de su Majestad, inquisidor honorario del Tribunal del Santo Oficio y vocal de la Diputación Provincial de Guadalajara. En 1821 era miembro de la Junta Patriótica de dicha provincia.

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 3 n.º 18.

Congreso de los Diputados, Diario de sesiones de las Cortes Generelaes y Extraordinarias, Madrid, Imprenta de J. A. García, 1870; R. Comenge, Antología de las Cortes de Cádiz, t. II, Madrid, Congreso de los Diputados, Imprenta de J. A. García, 1910, pág. 733; M. L. Rieu Millán, Los diputados americanos en las Cortes de Cádiz, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1990, pág. 262; J. M.ª García León, Los diputados doceañistas, t. II, Cádiz, Ayuntamiento, 2006, págs. 543-544; M. Urquijo Goitia (dir.), Diccionario biográfico de parlamentarios españoles. Cortes de Cádiz. 1810-1814, Madrid, Cortes Generales, 2010 (CD-ROM).

 

José María García León

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