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Mateo Aguado

Biografía

Aguado, Mateo. Fuenlabrada (Madrid), c. 1605 – Madrid, 11.XI.1672. Sastre de cámara de la reina.

Mateo Aguado, futuro sastre de las reinas de España, nació en la localidad de Fuenlabrada hacia 1605. Sus padres fueron Gabriel Aguado y Catalina Galeote Muñoz; tuvo al menos dos hermanos, Antonio y Ana. En torno a los seis años de edad, Aguado se trasladó a Madrid durante un periodo de migración masiva tras el retorno de la corte desde Valladolid en 1606. Hacia 1611, Aguado se instaló en la parroquia de San Ginés, en el corazón de la floreciente industria de la moda madrileña, donde vivían muchos artesanos que vestían a la villa y a la corte.

Hacia la década de 1620, Aguado fue contratado en el taller de Francisco de Soria, que ocupaba el cargo de sastre de cámara de la reina desde 1601. Se trataba de un cargo excepcional y muy codiciado, que conllevaba un sueldo anual y podía ser legado a los propios descendientes. Tras la muerte de Soria sin herederos el 10 de octubre de 1630, Mateo Aguado fue elegido para ocupar su puesto. En torno a la edad de 25 años, Aguado prestó juramento como sastre de la reina Isabel de Borbón el 14 de octubre de 1630.

Como sastre de cámara, Aguado se encargaba de vestir a la reina y a los hijos de la realeza. También confeccionaba las asignaciones anuales de ropa para los empleados de la casa de la reina y los regalos especiales para dignatarios e imágenes devocionales. Aguado diseñaba las prendas para el guardarropa real, haciendo dibujos de los adornos para prendas especiales, y supervisaba la producción de estas por parte de un gran taller de oficiales y costureras. Trabajó con su hermano Antonio (fallecido en 1647), que fue mozo del guardarropa de la reina.

El 1 de diciembre de 1630, Aguado se casó con Alfonsa Martínez, de 20 años de edad, hija del maestro sastre Lázaro Martínez. Ocho meses después, Alfonsa Martínez falleció sin haber tenido hijos y Aguado devolvió la dote a sus padres. Aguado volvió a casarse el 20 de mayo de 1632, en esta ocasión con Bernarda Ruiz de Reinoso. La novia, de 13 años de edad, era la hija del sombrerero de Felipe IV, Gaspar Ruiz, y de Juana Reinoso de Toledo. En 1634, Isabel de Borbón encargó a Aguado que confeccionara a su segunda esposa un valioso conjunto de raso y terciopelo negro, demostrando así el favor de la reina hacia su sastre. Hacia 1635, Bernarda Ruiz dio a luz a un hijo llamado Nicolás (c. 1635-1661).

La fortuna de Aguado cayó en picado tras la inesperada muerte de la reina a los 41 años, el 6 de octubre de 1644. Aguado permaneció en la nómina real como sastre de la infanta María Teresa, entonces de 6 años de edad. También ocupaba un puesto no asalariado como sastre del príncipe Baltasar Carlos, que había establecido su propia casa real en junio de 1643. Antes de su muerte, Isabel de Borbón había favorecido a su sastre con un puesto de guarda a caballo de palacio, el cual le proporcionaba un segundo sueldo; Aguado comenzó a ocupar este cargo a principios de 1645. No obstante, Aguado pasó apuros económicos tras la muerte de su principal mecenas y solo recuperaría parte de la cuantiosa deuda que la reina había contraído con él.

La situación de Aguado mejoró al contraer matrimonio Felipe IV con su sobrina, Mariana de Austria: el sastre volvió a contar con una reina a la que vestir. En septiembre de 1649, Aguado viajó a Denia, en la costa de Valencia, para recibir a la nueva reina a su llegada a España tras un largo viaje desde la corte imperial. Aguado vistió a Mariana para sus primeros actos oficiales en España, incluida su entrada en Madrid. Para ese importante acontecimiento público, la nueva reina viajó en procesión desde el Buen Retiro hasta el Alcázar luciendo un traje de gala confeccionado por Aguado, una saya entera de raso color de nácar bordada en plata. Posteriormente, la reina donaría el vestido a la Virgen de la Almudena.

Aguado estableció un monopolio sobre el guardarropa de Mariana de Austria, y el sastre que había viajado con ella desde la corte imperial, Juan Cadenas, solicitó permiso para retirarse a las montañas en agosto de 1651. En 1654, Aguado añadió oficialmente el cargo de cotillero de la reina a sus títulos; ese mismo año obtuvo permiso para instalar el escudo real sobre la puerta de su casa. En la década de 1650, los vestidos de la reina confeccionados por Aguado adquirieron las exageradas proporciones acampanadas que se aprecian en los retratos de Velázquez, como en el retrato estatal de la reina de cuerpo entero con vestido negro adornado de plata (Madrid, Museo del Prado).

En la década de 1650, Aguado vestía además a la infanta María Teresa y a su hermanastra, la infanta Margarita Teresa (n. 1651), esta última famosamente retratada en Las meninas, la obra maestra de Velázquez. Cuando la infanta María Teresa se comprometió en matrimonio con Luis XIV en 1659, Aguado confeccionó vestidos especiales para que la infanta los luciera en su encuentro con el embajador francés Antoine de Gramont y para celebrar la paz entre España y Francia que se produjo a raíz de su matrimonio. Aguado elaboró para María Teresa un ajuar de vestidos para llevar a la frontera francesa, los cuales luciría en su boda en la parte española de la frontera y en el famoso encuentro de Felipe IV y Luis XIV en la Isla de los Faisanes con motivo de la firma del Tratado de los Pirineos el 6 de junio de 1660.

Durante la década de 1650, el hogar de los Aguado se amplió con el nacimiento de dos niñas, María (1654-1681) y Mónica (1657-1672/1676). Durante su matrimonio, que duraría 40 años, Aguado y Bernarda Ruiz tuvieron al menos quince hijos, de los cuales solo tres llegaron a la edad adulta. Su primogénito y único varón con vida, Nicolás Aguado, obtenía un puesto como contador de la casa del rey. Nicolás murió el 7 de enero de 1661, y su viuda, Paula María Torrejón, falleció el 19 de julio de ese mismo año, cinco días después de dar a luz al hijo de ambos. Aguado se convirtió en tutor de su nieto huérfano, Nicolás Tomás (1661-1674), que más tarde sería mozo de la sausería de la reina.

El 1 de octubre de 1661, el mayordomo mayor de la reina ordenaría el encarcelamiento de Aguado en la Cárcel de Corte puesto que “ha faltado a la obediencia y rendimiento que debe a don Francisco Gaztelu y Gamboa, guardajoyas de la Reina Nuestra Señora, a cuyas ordenes debe estar siempre”. El nombre de Aguado fue suprimido de la nómina real el 6 de octubre. Pero la caída en desgracia del sastre fue breve: El 25 de noviembre de 1661, el mayordomo mayor escribió al rey abogando por la restitución de Aguado.

Aguado retomó el trabajo para Mariana de Austria y la infanta Margarita Teresa, pero su carrera se fue apagando, sobre todo tras la muerte de Felipe IV el 17 de septiembre de 1665. La época de la inventiva en la costura de Aguado llegaría a su fin cuando Mariana de Austria comenzó a vestir de viuda y la infanta Margarita abandonó la corte española en abril de 1666 para casarse con el emperador Leopoldo I del Sacro Imperio Romano Germánico.

Aguado había comenzado a padecer una enfermedad sin especificar hacia 1663. Postrado en cama, el 5 de noviembre de 1672 revisó su testamento, en el que pedía ser enterrado en la misma tumba de su hijo, Nicolás Aguado, en la madrileña iglesia del Carmen. Aguado falleció seis días después, el 11 de noviembre de 1672. Dejaba viuda, Bernarda Ruiz, y dos hijas. La hija mayor, María, soltera por entonces, había heredado el sueldo de contador de su hermano. La menor, Mónica, se había casado a los 12 años con Juan de Castillo de la Concha, oficial de la Secretaría de Estado de la parte de Italia; para esta Aguado había obtenido el sueldo de sirvienta en la cámara privada de la reina. Aguado fue sucedido tras su muerte por Isidro de Robledo, que juró el cargo de sastre de cámara de la reina el 17 de noviembre de 1672.

Un detallado inventario post mortem de las posesiones de Aguado en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid revela que el sastre de cámara vivía con todos los lujos de un hogar aristocrático madrileño de finales del siglo XVII. Poseía tres casas contiguas en la calle Mayor, esquina con la calle Bordadores, que contaban con tapices importados de Flandes, alfombras pequeñas y de gran tamaño, una modesta biblioteca de libros religiosos y literatura española, orfebrería, muebles de madera, así como cortinas y colgaduras de seda. La colección de 59 cuadros de Aguado incluía retratos de cuerpo entero del rey Felipe IV, la reina Isabel de Borbón, el príncipe Baltasar Carlos y la infanta María Teresa, a todos los cuales había vestido el sastre a lo largo de su dilatada carrera en la corte.

Como sastre de cámara de la reina desde 1630 hasta su muerte en 1672, Mateo Aguado fue el sastre más influyente del mundo español. Aguado vistió a reinas e infantas que marcaron el ritmo de la moda para sus súbditos, no sólo en Madrid, sino en todos los territorios españoles y en el ámbito de influencia de España. Al parecer, no se conserva ninguna de las prendas que Aguado confeccionó, pero el trabajo del sastre para la Casa Real se encuentra detalladamente descrito en cuentas y cargos del Archivo General de Palacio. El trabajo de Aguado es hoy más conocido por los llamativos vestidos que aparecen en los retratos de la corte de Diego Velázquez. Gracias a estas famosas imágenes, las creaciones de Aguado han permanecido conocidas por todos, aunque sin ser acreditadas, y han ejercido una duradera y profunda influencia en la moda española de los siglos posteriores a su muerte.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Palacio (AGP), Administración General, legs. 904, 5272/2 y 5272/3; AGP, Personal, Caja 16/10; Archivo Histórico de Protocolos de Madrid (AHPM), prots. 6514, 8166 y 10097; Archivo de la Parroquia de San Ginés (Madrid), Libros de Bautismos (24-27), Libros de Difuntos (6-7, 10-11) y Libros de Matrimonios (5).

J. L. Barrio Moya, “La biblioteca del fuenlabreño Mateo Aguado, sastre de cámara de las reinas Isabel de Borbón y Mariana de Austria (1672)”, en Anales del Instituto de Estudios Históricos del Sur de Madrid “Jiménez de Gregorio”, 8 (2008), págs. 139-165; M. J. García Sierra, “Quién vestía a los reyes: real guardarropa y sastres de cámara”, en J. L. Colomer y A. Descalzo (dirs.), Vestir a la española en las cortes europeas (siglos XVI y XVII), vol. I, Madrid, Centro de Estudios Europa Hispánica, 2014, págs. 113-135; J. R. Novo Zaballos y H. Pizarro Llorente, “La casa de las reinas”, Apéndice II, en J. M. Martínez Millán y J. E. Hortal Muñoz (dirs.), La Corte de Felipe IV (1621-1665): reconfiguración de la Monarquía católica, t. II (CD), Madrid, Polifemo - Universidad Autónoma de Madrid - Universidad Rey Juan Carlos, 2015, págs. 2545-3087; Á. Romero González, “Vistiendo al rey: artesanado, familia y trayectorias sociales en la Corte de los Austrias (1598-1700)”, tesis doctoral, Universidad de Castilla-La Mancha, 2022; A. Wunder, La moda española en la época de Velázquez: un sastre en la corte de Felipe IV, M.ª de la O. Merino Aguilera (trad.), Madrid, Ediciones El Viso, 2023 [ed. en inglés, Spanish Fashion in the Age of Velázquez: A Tailor at the Court of Philip IV, New Haven - Londres, Yale University Press, 2024].

 

Amanda Wunder

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