Ferrandis Monrabal, Antonio. Paterna (Valencia), 28.II.1921 – Valencia, 16.X.2000. Actor.
Hijo de Miguel Ferrandis y Vicenta Monrabal, una familia de origen humilde, se aficionó al teatro desde la infancia y se trasladó a Madrid al terminar la Guerra Civil para hacerse un hueco en el mundo de la escena. No consta si llegó a ejercer o no, entretanto, su carrera de Magisterio, pero lo que sí logró fue su primer propósito y en 1950 ya estaba como meritorio en la compañía de Antonio Vico. Pasó de ésta a la de Rafael Rivelles, y su Edipo, de 1954, con Francisco Rabal, llamó la atención de José Tamayo, que le escogió para La muerte de un viajante, de Arthur Miller.
Formó parte de la compañía del Teatro Español de Madrid e ingresó en la compañía del Teatro Nacional María Guerrero, con Claudio de la Torre, de la que llegó a ser primer actor, tras reconocer la crítica madrileña su talento interpretativo en el Rinoceronte de Ionesco. En 1953 debutó en el cine con la película Carne de horca, de Ladislao Vadja, y a partir de ese momento fue llamado siempre por grandes directores de la época, como Berlanga, Forqué, Sáenz de Heredia o Nieves Conde, alternando su trabajo en la gran pantalla con la emergente Televisión Española, para la que trabajó en numerosas series, sobre todo con Jaime de Armiñán, recibiendo, en 1965, el Premio TVE por Tiempo y hora, el mismo año en que obtuvo el Premio Nacional de Teatro y el Nacional de Cinematografía. Durante esta década de los sesenta participa anualmente en cuatro o cinco películas y es requerido indistintamente tanto para comedias o dramas como para cine erótico o, incluso, cine comprometido, y hasta para alguno de los filmes exquisitos de la llamada escuela de Barcelona, como Fata Morgana (1965), de Vicente Aranda, o de los “malditos” de Buñuel, como Tristana (1970). En 1969, la compañía de Teatro Nacional María Guerrero había iniciado una gira por América con Ferrandis y Bódalo como primeros actores, junto con María Fernanda D’Ocón y Lola Cardona como primeras actrices, y a su vuelta a España, Ferrandis recibió el Premio Nacional de Teatro por su trabajo en la La rosa de papel.
Al comenzar la década de 1970, Jaime de Armiñán le dio un papel muy lucido, en 1972, en Mi querida señorita, que estuvo a las puertas del Oscar. En ese año dejó el Teatro María Guerrero para formar una compañía propia con la que hizo una gira por toda España con la obra de Unamuno Niebla. Después interpretó a Macbeth en Barcelona y en Madrid: fue su despedida del escenario.
Secundario siempre seguro, la edad fue añadiendo a su buen hacer una fuerte presencia, algo ambivalente, tan eficaz para papeles de villano como de tierno padre de familia y, posteriormente, de simpático abuelo.
Las ironías de la vida hicieron que, prácticamente al final de ella, conociera el triunfo más multitudinario obtenido por un actor de su generación en la época de los multimedia, con un personaje inevitablemente unido al calificativo de “entrañable”, el del viejo pescador Chanquete de la serie televisiva que dirigió Antonio Mercero Verano azul, por el que recibió el Premio Popular de TVE y el de la Villa de Madrid, pero que en cierto modo eclipsó toda su trayectoria artística anterior. Algo injusto, por cuanto ofreció entonces algunas de sus más admirables interpretaciones.
Precisamente, en 1982 fue el primer actor español protagonista de la película de habla no inglesa galardonada con el Oscar de Hollywood, Volver a empezar, de José Luis Garci. Pero, además, innumerables premios jalonaron su carrera, así la Encomienda de la Orden del Mérito Civil, además de la Medalla de Bellas Artes, que le impuso Su Majestad el rey, don Juan Carlos I en 1993 y la Medalla de Plata de la Generalidad valenciana, pues colaboró siempre con el cine valenciano, cuya lengua, como propia, dominaba perfectamente, y participó en la productora Blau Films.
Profeta en su tierra, fue nombrado hijo adoptivo de Paterna y de Valencia —además de Nerja, población donde se rodó la mítica serie Verano azul— y recibió un homenaje en la Mostra del Cine del Mediterráneo de 1998. Dos años después falleció en Valencia, donde se rotuló una calle con su nombre, mientras que en su Paterna natal el nombre se lo llevó un teatro.
Obras de ~: Filmografía: actor en A. Perla (dir.), Ha desaparecido un pasajero, 1953; L. Vajda (dir.), Carne de horca, 1953; L. Vajda (dir.), Marcelino pan y vino, 1955; J. M.ª Forqué (dir.), 091 Policía al habla, 1960; L. Vajda (dir.), María, matrícula de Bilbao, 1960; L. García Berlanga (dir.), Plácido, 1961; J. L. Sáenz de Heredia (dir.), La verbena de la Paloma, 1963; J. L. Sáenz de Heredia (dir.), Los derechos de la mujer, 1963; V. Escrivá (dir.), Dulcinea, 1963; L. García Berlanga (dir.), El verdugo, 1963; L. C. Amadori (dir.), El señor de La Salle, 1964; J. M.ª Forqué (dir.), Casi un caballero, 1964; V. Aranda (dir.), Fata Morgana, 1965; J. A. Nieves Conde (dir.), El diablo también llora, 1965; J. L. Sáenz de Heredia (dir.), Historias de la televisión, 1965; P. Lazaga (dir.), Posición avanzada, 1966; M. Camus (dir.), Con el viento solano, 1966; P. Lazaga (dir.), Sor Citroën, 1967; J. L. Sáenz de Heredia (dir.), Pero... ¿en qué país vivimos?, 1967; P. Lazaga (dir.), No desearás la mujer de tu prójimo, 1968; M. Ozores (dir.), ¡Cómo está el servicio!, 1968; L. Buñuel (dir.), Tristana, 1970; P. Lazaga (dir.), El dinero tiene miedo, 1970, J. A. Bardem (dir.), Varietés, 1971; P. Masó (dir.), Las Ibéricas F. C., 1971; J. Aguirre (dir.), Soltero y padre en la vida, 1972; P. Lazaga (dir.), París bien vale una moza, 1972; P. Lazaga (dir.), Vente a ligar al Oeste, 1972; J. de Armiñán (dir.), Mi querida señorita, 1972; P. Masó (dir.), Las colocadas, 1972; M. Ozores (dir.), La descarriada, 1973; M. Ozores (dir.), El calzonazos, 1974; J. de Armiñán (dir.), El amor del capitán Brando, 1974; M. Ozores (dir.), Los pecados de una chica casi decente, 1975; P. Lazaga (dir.), Yo soy Fulana de Tal, 1975; J. de Armiñán (dir.), Jo, papá, 1975; A. Giménez Rico (dir.), Retrato de familia, 1976; J. M.ª Forqué (dir.), Madrid, Costa Fleming, 1976; P. Lazaga (dir.), Vota a Gundisalvo, 1977; A. Giménez Rico (dir.), Del amor y de la muerte, 1977; P. Lazaga (dir.), El ladrido, 1977; G. Suárez (dir.), Parranda, 1977; A. Mercero (dir.), Tobi, 1978; L. García Berlanga (dir.), La escopeta nacional, 1978; V. Escrivá (dir.), El virgo de Visanteta, 1979; E. de la Iglesia (dir.), Miedo a salir de noche, 1980; M. Ozores (dir.), Unos granujas decentes, 1980; J. L. Garci (dir.), Volver a empezar, 1982; M. Picazo (dir.), Extramuros, 1985; J. M.ª Forqué (dir.), Romanza final (Gayarre), 1986; A. Giménez Rico (dir.), Jarrapellejos, 1988; V. Pons (dir.), Puta misèria!, 1989.
Bibl.: A. Manfredi, El último papel: conversaciones con Antonio Ferrandis, Huelva, XIX Festival de Cine Iberoamericano, Huelva, 1993; R. Brines Lorente, Las películas de Antonio Ferrandis, Valencia, Fundació Municipal de Cine, 1998; C. Aguilar, “Ferrandis, Antonio (Antonio Ferrandis Monrabal)” en J. L. Borau, Diccionario del cine español, Madrid, Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España- Alianza Editorial, 1998, pág. 354; A. Martínez Torres, Diccionario Espasa cine español, Madrid, Espasa Calpe, 1999; J. Valverde, Mi verano azul, recuerdos de Antonio Ferrandis, Paiporta (Valencia), Denes, 2001; G. Balmori, Diccionario ilustrado de actores, Madrid, Ediciones JC Clementine, 2003.
Guillermo Balmori Serrano