Esteban y Gómez, Andrés. Alustante (Guadalajara), 9.XI.1766 – Jaén, 17.VI.1831. Diputado, canónigo.
Nació en Alustante, provincia de Guadalajara, el 9 de noviembre de 1766. Estudió Teología en la Universidad de Sigüenza en la que se doctoró y durante diez años fue catedrático de su seminario, destacándose como antijansenista en 1796. Fue también canónigo de la catedral de Sigüenza, vocal secretario de la Junta de Guadalajara. Diputado por la provincia de Guadalajara en las Cortes Generales y Extraordinarias (1810-1813), fue elegido el 12 de marzo de 1810 en el pueblo de Anguita, por estar Guadalajara ocupada por los franceses. Juró su cargo el 24 de octubre de 1810; sin embargo, se vio privado de su cargo de diputado al anular las Cortes su nombramiento por no considerarlo “natural del resto de la provincia de Guadalajara” (el 30 de julio de 1812). Perteneció a la comisión encargada del examen de las operaciones de los ex regentes durante sus mandatos y fue también vicepresidente de las Cortes (24 de abril de 1811).
Realista, calificó de “inadmisible” el nuevo proyecto de división territorial propuesto por los liberales, considerando que el verdadero interés de la nación consistía en que todos contribuyeran con igualdad y justicia y que “el mismo pueblo que hace tantos sacrificios, tenga la competente inspección en la salida e inversión de los fondos públicos”. Presentó en las Cortes una exposición en la que denunciaba el mal estado en que se encontraba su provincia, pidiendo su pronta solución. Gran entusiasta de la clase militar, denunció duramente lo que consideraba corrupción en la administración de los fondos el Ejército. Asimismo, mostró su desacuerdo con la misión diplomática encomendada al general, duque de Alburquerque, al estimar que su presencia era mucho más necesaria en la Península como militar, que en Londres como embajador.
Muy contrario al Diccionario Crítico Burlesco de Bartolomé José Gallardo, propuso a la regencia “proceda con la brevedad que orresponde a reparar sus males con todo el rigor que prescriben las leyes”. También, fue uno de los que compusieron el periódico El Procurador General de la Nación y el Rey, muy beligerante con las reformas de los liberales. Durante su estancia en Cádiz se alojó en la calle de la Zanja, número 135. Con la vuelta de Fernando VII fue obispo de Ceuta (1814-1816) y de Jaén (1816-1831).
Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie Documentación Electoral, 2 n.º 2.
P. R. Vélez, Apología del Altar y del Trono o Historia de las reformas hechas en España en tiempos de las llamadas Cortes, vol. I, Madrid, Imprenta de Cano, 1818, pág. 152; Congreso de los Diputados, Diario de sesiones de las Cortes Generales y Extraordinarias, Madrid, Imprenta de J. A. García, 1870; R. Comenge, Antología de las Cortes de Cádiz, vol. II, Madrid, Est. Tipográfico Hijos de j. A. García, 1910, pág. 739; A. Gil Novales, Diccionario Biográfico del Trienio Liberal, Madrid, El Museo Universal, 1991, pág. 739; J. R. López de los Mozos, “Datos acerca de la existencia de un cuño para amonedar por las Juntas de Molina y Guadalajara, durante la Guerra de la Independencia”, en M. Crusafont i Sabater (ed.), Homenatge al Dr. Leandro Villalonga, Barcelona, 1993, pág. 499; J. M.ª García León, Los diputados doceañistas, vol. I, Cádiz, Ayuntamiento, 2006, págs. 330- 332; M. Urquijo Goitia, Diccionario Biográfico de Parlamentarios españoles. Cortes de Cádiz. 1810-1814, Madrid, Cortes Generales, 2010 (CD- ROM).
José María García León
