Tres de sus hermanos fueron religiosos también: uno, marianista misionero y dos, hermanos maristas. Ella, con veinte años, ingresó en la Encarnación de Talavera, el 19 de agosto de 1919. Sor Patrocinio, fue el nombre adoptado en la religión. Cuando finalizó la guerra civil española, volvió a la clausura y a la vida contemplativa.

En 1944 fue elevada a la dignidad abacial, cargo que ostentó por espacio de dieciocho años, sólo interrumpidos por un breve tiempo que, por descanso, pasó a segundo plano en la comunidad. Con la posguerra, el monasterio vivió los efectos del deterioro y la escasez y tuvo que afrontar privaciones de todo género. Algunos días el presupuesto de la casa era de tan sólo 50 pesetas para abordar todos los gastos. Fue una de las épocas más difíciles para el monasterio, sin embargo gracias a su gestión como abadesa la Encarnación de Talavera logró superarla. [...]