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José Felipe Parra Piquer

Biografía

Parra Piquer, José Felipe. Valencia, 1824 – 1868 post. Pintor.

Hijo del destacado pintor académico Miguel Parra Abril (1780-1846), cultivó todos los géneros pictóricos, aunque sus obras más conocidas y apreciadas, tanto por parte del público como de la crítica, fueron sus bodegones y floreros.

Comenzó muy joven su formación como discípulo de su padre, que siempre se encargó de vigilar de cerca su trayectoria, y como alumno de la Academia de Bellas Artes de San Carlos. Según la información proporcionada por Vicente Boix y recogida posteriormente por otros biógrafos, en 1832, con tan sólo ocho años, participó con tres retratos en la exposición organizada por la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Cinco años más tarde, a la edad de trece, obtuvo el 3.er Premio y la pensión correspondiente en la Sala de Flores de la Academia de San Carlos de Valencia.

En esta época, que corresponde a la dirección de José Romá (1784-1852), se había hecho evidente la escasa utilidad que este estudio tenía para la industria sedera valenciana, acentuándose la inclinación hacia la pintura de flores demandada por la burguesía local. Se impuso así una nueva tendencia decorativa floral, totalmente desligada del concepto artesano de este género pictórico que había regido durante el siglo xviii. El dibujo de José Felipe Parra del Museo de Bellas Artes de Valencia, un Jarrón con flores que puede datarse en torno a 1837, es la única huella que se conserva de su paso por esta Sala.

Su capacidad como alumno destacado de la Academia se vio pronto confirmada con la concesión del 1.er Premio de Pintura en el Concurso General de 1841. La intervención de su padre hizo posible que, dos años después, el 5 de noviembre de 1843, fuera nombrado académico de mérito en Pintura por la copia del Retrato de Isabel II que Bernardo López había realizado para el Ayuntamiento de Valencia. A partir de entonces, concretamente desde 1842, fecha en que participó por primera vez en una muestra de pintura del Liceo valenciano, intervino con asiduidad en los certámenes pictóricos más importantes de su ciudad natal. En 1845 concurrió de nuevo a la exposición del Liceo y a la organizada por la Real Sociedad Económica de Amigos del País.

Con la intención de introducirse en los círculos artísticos cortesanos, José Felipe Parra marchó a Madrid en 1846 en compañía de su padre, que desde 1815 disfrutaba del nombramiento de pintor honorario de cámara. Presentó a la Reina gobernadora dos lienzos: un Florero y un cuadro conmemorativo, la Llegada de doña Cristina de Borbón al Grao de Valencia en 1844. Durante esta estancia en la Corte, Miguel Parra falleció. Por esta razón, José Felipe solicitó a la Academia valenciana la plaza de profesor de Pintura “ya que era el único varón de la familia a la cual debía atender”. Sin embargo, al poco tiempo, retiró esta petición.

Queda constancia, en cambio, de la labor docente que, como otros artistas de la época, realizó entre algunos socios del Liceo. En estos años continuó su participación en las exposiciones de pintura del Liceo valenciano (1846 y 1853) y de la Real Sociedad Económica de Amigos del País (1855) con composiciones florales y naturalezas muertas.

En 1858 se trasladó a París para completar su aprendizaje.

Al parecer, en esta ciudad tomó contacto con la colonia de artistas españoles y orientó su producción hacia la pintura de historia. Tres años después se encontraba de nuevo en Valencia, trabajando en la remodelación del palacio del Marqués de Dos Aguas, donde realizó los lienzos de bodegones y flores de las puertas del comedor. Durante esta época participó con éxito en las exposiciones nacionales de Bellas Artes de 1860, 1862 y 1864, en las que siguió presentando bodegones.

Al igual que su padre, José Felipe Parra cultivó varios géneros pictóricos. De sus retratos sólo quedan noticias. Además de la copia del Retrato de Isabel II de Bernardo López, puede destacarse el realizado a tinta china de D. Vicente Boix que presentó en la exposición del Liceo de 1845. El único cuadro religioso que se conoce hasta la fecha de este autor representa a la Virgen de los Desamparados en el nicho de su capilla, con varias coronas de flores y dos floreros de cristal a sus pies. Fue realizado en 1867 y se conserva en el Museo de Bellas Artes de Valencia. A la misma colección pertenece el lienzo de tema histórico Carlos V recoge el pincel caído a Tiziano y La niña del velador, ya de carácter romántico.

No obstante, como se ha indicado, sus obras más apreciadas, ya entre sus coetáneos, fueron sus floreros y bodegones. Hasta el momento no se ha localizado ninguna de sus composiciones de flores en sentido estricto, pero se conoce un buen número de bodegones.

El Museo de Bellas Artes de Valencia posee actualmente once lienzos de este género: la pareja formada por un Bodegón de caza con patos y gallos respectivamente; la compuesta por una Paloma muerta y frutas y Una perdiz; el Bodegón con uvas, fresas y limón y Bodegón con melón, uva, melocotones y limones; el Bodegón con aves, pan, uva y sandía y Bodegón con pescados; el Bodegón con cacharros, fruta y un gato; y la pareja formada por Bodegón con liebres y aves muertas y Bodegón con aves muertas y un mono. El Museo de la Habana conserva cuatro: Bodegón con besugo y pato; Bodegón con gallo y búho; Bodegón con liebre, tonel y faisán y Bodegón con liebre y vaso. A estas obras pueden sumarse el Bodegón de caza y el Bodegón de pesca localizados en la Casa Consistorial de Alzira y los que figuraron en la exposición organizada por Cavestany en 1935. Este último reprodujo en su catálogo varias obras de coleccionistas particulares, como el Bodegón con nueces y pájaros muertos y el Bodegón con taza de café y granadas, de Félix Morales; el Bodegón de pájaros muertos, de José Sánchez Gerona y el Bodegón de caza muerta de la colección Beltrán y Güell de Barcelona.

En el mercado de arte actual existe asimismo un número considerable de bodegones de este artista.

José Felipe Parra falleció después de 1868, pues el 5 de enero de este año aparece mencionado en un artículo de prensa de El Valenciano titulado “Parecen Vivas”. Su contenido es muy similar al de otras gacetillas que aluden a sus pinturas. El 7 de junio de 1863 podía leerse en La Opinión: “Hemos tenido el gusto de ver unos lindos cuadros del conocido pintor Sr.

Parra, que representan varios objetos de la naturaleza viva o muerta. El esmero de la ejecución y su felicísimo efecto, recomiendan estos pequeños lienzos, que son verdaderamente dignos de la reputación especial que ha sabido adquirirse en su apreciable autor”.

 

Obras de ~: Retratos, 1832; Jarrón con flores, dibujo, Museo de Bellas Artes de Valencia, c. 1837; Retrato de Isabel II, 1843; Retrato de D. Vicente Boix; Carlos V recoge el pincel caído de Tiziano, Museo de Bellas Artes de Valencia; Llegada de Doña Cristina de Borbón al Grao de Valencia en 1844; La niña del velador, Museo de Bellas Artes de Valencia; Virgen de los Desamparados, Museo de Bellas Artes de Valencia, 1867; Floreros; pareja de Bodegones de caza, Museo de Bellas Artes de Valencia; Paloma muerta y frutas y Una perdiz, Museo de Bellas Artes de Valencia; Bodegón con uvas, fresas y limón y Bodegón con melón, uva, melocotones y limones, Museo de Bellas Artes de Valencia; Bodegón con aves, pan, uva y sandía y Bodegón con pescados, Museo de Bellas Artes de Valencia; Bodegón con cacharros, fruta y un gato, Museo de Bellas Artes de Valencia; Bodegón con liebres y aves muertas y Bodegón con aves muertas y un mono, Museo de Bellas Artes de Valencia; Bodegón con besugo y pato, Museo de La Habana; Bodegón con gallo y búho, Museo de La Habana; Bodegón con liebre, tonel y faisán, Museo de La Habana; Bodegón con liebre y vaso, Museo de La Habana; Bodegón de caza y Bodegón de pesca, Casa Consistorial de Alzira; Bodegón con nueces y pájaros muertos; Bodegón con taza de café y granadas, colección Félix Morales; Bodegón de pájaros muertos, colección de José Sánchez Gerona y Bodegón de caza muerta, colección Beltrán y Güell de Barcelona s. f.

 

Bibl.: V. Boix, Noticia de los artistas valencianos del siglo XIX, Valencia, Imprenta de Manuel Alufre, 1877, pág. 51; M. Ossorio y Bernard, Galería biográfica de artistas españoles del siglo XIX, Madrid, Imprenta de Moreno y Rojas, 1883-1884, págs. 514-515; J. Ruiz de Lihori y Pardines, barón de Alcahalí, Diccionario biográfico de artistas valencianos, Valencia, Federico Doménech, 1897, pág. 235; J. Cavestany, Floreros y Bodegones en la pintura española, Madrid, Sociedad Española de Amigos del Arte, 1936-1940, págs. 57 y 109-110; G. Oña Iribarren, 165 firmas de pintores tomadas de cuadros de flores y bodegones, Madrid, Sociedad Española de Amigos del Arte, 1944, pág. 101; F. Almela y Vives, “Notas y nótulas sobre artistas valencianos. Ossorio y Bernard apostillado por Estanislao Sacristán”, en Archivo de Arte Valenciano (Valencia), n.º 31 (1960), págs. 28-49; S. Aldana Fernández, Pintores valencianos de flores (1766-1866), Valencia, Instituto Alfonso el Magnánimo, 1970, págs. 133-135 y 189-190; Guía abreviada de artistas valencianos, Valencia, Ayuntamiento, 1970, págs. 264; B. de Pantorba, Historia y crítica de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes celebradas en España, Madrid, Jesús Ramón García, 1980, pág. 454; D. Vilaplana Zurita, “Neoclasicismo, Academicismo, Romanticismo. Pintura”, en Historia del Arte Valenciano, vol. IV, Valencia, Consorci d’Editors Valencians, 1986, págs. 324-325; J. M. Arnáiz et al., Cien años de pintura en España y Portugal (1830-1930), col. VII, Madrid, Antiquaria, 1988-1993, págs. 319-321; C. González y M. Martí, Pintores españoles en París (1850-1900), Barcelona, Tusquets, 1989, pág. 277; R. Gil Salinas, Arte y coleccionismo privado en Valencia del siglo XVIII a nuestros días, Valencia, Diputación, Institución Valenciana d’Estudis i Investigació, 1994, pág. 51; A. E. Pérez Sánchez, Naturalezas muertas y flores del Museo de Bellas Artes de Valencia, Valencia, Generalitat Valenciana, 1996, págs. 135-145; M. Crespo, F. Fontbona y F. Tomás, Pintores valencianos en el Museo de la Habana, Valencia, Dirección General de Promoción Cultural, Museus i Belles Arts, 1997, págs. 160-167 y 306; S. Aldana Fernández, La Real Academia de Bellas Artes de Valencia. Historia de una Institución, Valencia, Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, 1998, págs. 78 y 122; E. Alba Pagán, “La crítica de arte en la prensa valenciana durante el reinado isabelino: los pintores valencianos en las exposiciones de Bellas Artes”, en Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura (Castellón) (2000), págs. 230-234; M. J. López Terrada, Tradición y cambio en la pintura valenciana de flores 1600-1850, Valencia, Ayuntamiento, 2001, págs. 244-245 y 368; E. Alba Pagán, La pintura y los pintores valencianos durante la guerra de la independencia y el reinado de Fernando VII (1808-1833), tesis doctoral, vol. III, Valencia, Universitat, 2003, págs. 1905-1908; F. Benito Doménech y J. Gómez Frechina, La Col ·lecció Orts-Bosch al Museu de Belles Arts de València, Valencia, Generalitat Valenciana, 2006, págs. 180-187 y 442-443.

 

María José López Terrada