López de Trujillo, Diego. ?, s. xv – ?, p. s. xvi. Corregidor.
Su figura está vinculada a los Reyes Católicos en el momento en el que Almería pasó a formar parte de la Corona castellana. Los Reyes Católicos dividieron el reino de Granada en corregimientos, instituyendo muy tempranamente el cargo de corregidor. Uno de los corregimientos abarcó las tierras de Almería, Guadix, Baza, Purchena y Vera, estableciéndose en ellas los distintos concejos y regimientos mediante fuero municipal al estilo de las ciudades de Castilla.
El 21 de junio de 1492 el licenciado López de Trujillo fue nombrado corregidor de Almería. En marzo de 1493 se prorrogó por un año en sus cargos a todos los corregidores que ejercían en el reino de Granada. El 19 de julio de 1494 se comisionó a Tórtoles para que instruyera residencia a López de Trujillo, de la que debió de salir satisfactoriamente, pues se le volvió a nombrar corregidor durante dos años más, cargo que supuestamente ejerció hasta el 16 de julio de 1499. Junto al alcalde Fernando de Cárdenas y al repartidor Diego de Vargas, integró el triunvirato encargado de la Administración almeriense a partir de 1494. Fue asistido en el gobierno de la ciudad por el comendador Pedro de Calatayud, los regidores Lope de Vera, Gastón de la Torre, Diego de Oropesa, Martín Alonso de la Cerda, Pedro Pasqual, Lorenzo de Godoy y Alonso de Tadasa, y los jurados Fernando de Medina, Martín Valero, Juan de Hormicedo y Ginés de Espín.
Fue nombrado veedor y reformador del repartimiento, solucionando, como representante del poder real, todos los problemas planteados en el mismo. En el reparto de tierras se le concedió lote de escudero mayor —entre treinta y cincuenta tahullas de tierra—, que le dio la calificación de fijosdalgo, de cierta relevancia social. También fue justicia mayor de las ciudades de Granada y Almería. Por todos sus cargos, fundamentalmente por el de corregidor, formó parte de la nueva oligarquía almeriense, integrada por cristianos viejos que compartieron la posesión de la grande y mediana propiedad con los moriscos más notables que conservaron sus bienes tras la conquista.
Bibl.: G. Pasqual y Orbaneja, Historia de Almería en su antigüedad, origen y grandeza, Almería, Ateneo de Almería, 1975 (ed. facs.), pág. 144; C. Segura Graiño, El libro del Repartimiento de Almería, Madrid, Universidad Complutense, 1982, págs. 225-227; F. Andújar Castillo, “Almería en la época moderna”, en Almería, vol. IV, Granada, Editorial Andaluza de Ediciones Anel, 1983, págs. 1117-1158; J. A. Tapia Garrido, Historia General de Almería y su provincia, VII. Almería mudéjar (1489-1522), Almería, Confederación Española de Cajas de Ahorros y Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Almería, 1989, pág. 76; D. Segura del Pino, Agua, Tierra y Sociedad en el Río de Almería. De la Época Islámica a la Cristiana (s. xv-xvi), Almería, Instituto de Estudios Almerienses, 2000, págs. 52, 159 y 349.
María de los Desamparados Martínez San Pedro
