Graña Cortizo, Ildefonso. Alfonso I de la Amazonia. Rey de los Jíbaros. Amiudal-Avión (Orense), 5.III.1878 – Selva Amazónica (Perú), 1934. Rey (apu) de las tribus jíbaras, aguaruna y huambisa en los ríos Nieva y Santiago del Alto Marañón.
La pobreza y las enfermedades castigaban, secularmente, las comarcas de la montaña gallega, lo que motivó a finales del siglo xix, una emigración masiva a América. Graña, como otros muchos de la zona, embarcó con destino a Brasil y un tiempo después se trasladó a Iquitos (Perú). Trabajó como cauchero y también buscando oro, “Y tras la crisis del caucho, en 1922, se internó en lo más profundo de la selva acompañado de un vecino y amigo, de Galicia y se encontraron con una tribu de indios jíbaros, al amigo lo matan, pero a Alfonso Graña le respetan la vida porque se encapricha con él la hija del apu (jefe)”.
Hasta aquí el relato de Emilio Rosendo de noventa y seis años, vecino de Avión. Durante varios años se pierde su rastro, hasta que un día aparece en Iquitos con remeros indios y dos balsas cargadas con productos de la selva. “Los indígenas lo adoraban y lo seguían a todas partes. En la ciudad les curaba las úlceras de las piernas, les cortaba el pelo, les compraba helados, los llevaba al cine, les ponía la radio, paseaban en automóvil [...]”.
Allí visitó a otro gallego, Cesáreo Mosquera, propietario de la célebre librería “Amigos del País”, lugar de encuentro de muchos emigrantes. Mosquera por aquellas fechas tuvo conocimiento de que el capitán Iglesias Brage, piloto de renombre, preparaba una expedición al Amazonas y le escribió para ofrecerle su apoyo y el de Graña. Iglesias Brage, muy complacido, aceptó y dio comienzo una extensa correspondencia que comenzó en 1931 y finalizó en 1935. Durante estos años, cada vez que volvía de la selva relataba a Mosquera cuanto pudiera serle de interés para la expedición, información que éste hacía llegar al capitán Iglesias Brage, quien a su vez se lo facilitaba a Víctor de la Serna, el cual dedica varios artículos: “Alfonso Graña el español que reina como señor único por encima de tratados y fronteras [...] en la Amazonia. Dominaba Graña, único ser blanco habitante de la selva, una zona comprendida entre los ríos Nieva, Santiago y Alto Pastaza; en una extensión como la de Andalucía, Extremadura y Castilla la Nueva juntas. La pueblan los indios mas indómitos del Continente, los temibles indios jíbaros, disecadores de cabezas, magos y gigantescos guerreros; e inatacables a toda civilización”.
Su sagacidad e inteligencia le permitieron realizar la encomiable tarea “de civilizar a su modo” a estos belicosos indios, enseñándoles a curtir pieles, a fabricar chozas, a extraer sal de un río salino que pasaba por su territorio, a desecar la carne del paiche, gigantesco pez del Amazonas, pacificando a las diferentes tribus que habitaban este inmenso territorio. Cuando la Standar Oil y la Standar California quisieron explorar el territorio en busca de petróleo, tuvieron que pactar con Graña, que los guió a través de la selva “[...] y los americanos pudieron vivir y comer [...]”. En 1932 la Latin American Expedition dirigida por Mr. Williers se perdió en la selva. Graña salió en su auxilio, aprovisionándolos de víveres. En 1933 un avión de las Fuerzas Aéreas Peruanas se estrelló en la selva, falleciendo el piloto. Con la ayuda de sus fieles indios embalsamó el cadáver, construyó un ataúd con madera y chapas y en dos balsas de más de diez metros que él mismo había construido, trasladó el féretro y dos hidroaviones desarmados hasta Iquitos, atravesando el temible Pongo de Manseriche, en una epopeya sin precedentes. “Por este gesto de gran señor” fue gratificado por las Fuerzas Aéreas Peruanas. En la actualidad el Aeropuerto de Arequipa (Perú), lleva el nombre del piloto rescatado por Graña: “Aeropuerto Internacional Alfredo Rodríguez Ballón”. Alfonso Graña falleció en la selva en 1934 a los cincuenta y seis años de un cáncer de estómago, con la respetuosa veneración de los indios jíbaros.
Fuentes y bibl.: Archivo del Reino de Galicia, Fondo documental Iglesias Brage.
V. de la Serna, “Mosquera y Graña, capitanes de la selva”, en Crónica de la Expedición Iglesias al Amazonas (Madrid), n.os 11-12 (septiembre-octubre de 1933); “Gestas de españoles contemporáneos. Alfonso I de la Amazonia”, en Diario Ya (1935); G. Allegue, Galegos as mans de América, Vigo, Editorial Nigra, 1992, págs. 69-87; P. López Gómez, La Expedición Iglesias al Amazonas, Vigo, Org. A. Parques Naturales, 2002, págs. 33, 106, 460 y 479; M. Fernández Sendín, Alfonso I de la Amazonia. Rey de los libaros. La increíble y veraz historia de Alfonso Graña, el gallego que reinó entre las tribus jíbaras del Alto Marañón, Pontevedra, Fundación Comarcal A Paradanta, 2005.
Maximino Fernández Sendín