Girón de Archidona, Juan. El Gironcillo. Las Albuñuelas (Granada), p. m. s. XVI – Jayena (Granada), 1570. General morisco.
En la Navidad de 1568, junto a varios paisanos de su villa y del entorno, se unió al alzamiento alpujarreño, organizando en los primeros días de 1569, junto a El Nacoz y El Rendedi, la defensa de la entrada de La Alpujarra en el puente de Tablate contra el avance del marqués de Mondéjar. Derrotado el día 10 de enero, huyó a las sierras cercanas, en donde levantó diferentes puntos de control o atalayas que quedaron vigilando la ofensiva del capitán general de Granada. No tardó mucho en contraatacar, pues a mediados de mes, junto a El Nacoz, con mil quinientos hombres atacó Tablate, en donde se había levantado un presidio al mando del capitán Pedro de Arroyo. Tras asesinar a todos los soldados, una compañía de infantería de la villa de Porcuna, volvió a la sierra, manteniéndose enriscado con sus partidas de monfíes y asegurando el paso de entrada a la comarca.
Durante la segunda mitad de enero, Girondillo pasó a actuar en Las Guájaras, apoyando a Marcos, el Zamar, líder de esta sierra alzada. Allí colaboraría con éste en el alzamiento de las alquerías y en la organización de la defensa. Atrincherados en el peñón de Guájar Alto, dieron batalla el día 10 de febrero al nutrido ejército real que intentó tomar este fuerte, con un fracaso total cerrado por la muerte de muchos e importantes nobles castellanos. No obstante, al día siguiente, y en previsión del contraataque que se avecinaba, logró huir en la noche con sus soldados, escondiéndose de nuevo en la sierra. En el tiempo que siguió, se negó a reducirse al marqués de Mondéjar, permaneciendo leal a Abén Humeya en el sector occidental de la sierra de Gádor, participando entre abril y mayo en el segundo alzamiento de la tierra.
En la nueva reconstitución del Estado Mayor morisco, Girondillo ocupó un puesto destacado del generalato, partiendo de Ugíjar a finales de mayo para asistir el 2 de junio a Abén Humeya en Berja a la batalla contra el marqués de Los Vélez. Tras esta derrota, estuvo empeñado en la defensa de Válor contra Luis Fajardo, aunque sin éxito. A partir de esta derrota, acompañó al rey de los moriscos a Purchena, asistiendo a los consejos militares que recondujeron la guerra hacia una nueva estrategia que pretendía tomar un punto litoral para recibir ayudas berberiscas. A él le cupo retornar a Los Guájares, desde donde planteó una estrategia pendular de atacar el norte, Valle de Lecrín, para distraer al ejército real de su objetivo, que era ocupar algún punto entre Motril y Almuñécar.
Mientras que las tropas de El Macox atacaban Tablares y villas de El Valle y se enfrentaban a Antonio de Luna, Juan Girondillo estuvo en los alrededores de Salobreña, aunque con desafortunada suerte por las acciones de Luis de Valdivia. Fracasado en su intento, se mantendría en las sierras de los Guájares hasta el decreto de reducción general, muriendo en la villa de Jayena a manos de las tropas reales cuando pretendía parlamentar para reducirse.
Bibl.: L. del Mármol Carvajal, Historia del rebelión y castigo de los moriscos del Reino de Granada, Málaga, Imprenta Juan René, 1600; D. Hurtado de Mendoza, De la guerra de Granada, ed. crit. de M. Gómez-Moreno, Madrid, Real Academia de la Historia, 1945 (col. Memorial Histórico Español, vol. XLIX); V. Sánchez Ramos, “La guerra dentro de la guerra: los bandos moriscos en el alzamiento de Las Alpujarras”, VV. AA., Actas del VII Simposio Internacional de Mudejarismo, Teruel, Centro de Estudios Mudéjares, 1999, págs. 507-522; V. Sánchez Ramos, El II marqués de los Vélez y la guerra contra los moriscos, Almería, Universidad, 1999; V. Sánchez Ramos, “La guerra de Las Alpujarras (1568-1570)”, en Historia del Reino de Granada, t. II, Granada, Universidad, 2000, págs. 507-542.
Valeriano Sánchez Ramos