Ayuda

Agustín de Burgos Llamas

Biografía

Burgos Llamas, Agustín. Sevilla, 10.IV.1828 – Madrid, 17.III.1892. Teniente general y senador.

Su padre, Lino Burgos, era oficial del Regimiento de Infantería de Borbón; su madre, Manuela de Llamas, era natural de Cádiz. Ingresó en el Ejército el 12 de enero de 1840 como cadete de menor edad en el mismo regimiento de su padre. En el mes de mayo se incorpora con su batallón a la división del general Manuel de la Concha, comandante general de las provincias de Guadalajara, Cuenca y Alicante.

En este destino permanece hasta agosto, pasa a continuación a Madrid, donde está de guarnición con su regimiento. Pero en abril de 1841 pasa al Regimiento de Cazadores de Isabel II, con él permanece de guarnición en Madrid, donde vive el movimiento militar que tuvo lugar el 7 de octubre originado por el enfrentamiento de la Reina gobernadora y Espartero.

Durante los años 1842 y 1843 alterna las guarniciones de Madrid y Valladolid, y en mayo de 1844 pasa al regimiento del Rey, con el que alterna las guarniciones de Málaga, Granada y Campo de Gibraltar.

En la primavera de 1848, Burgos se traslada a Cataluña con su regimiento. Los acontecimientos que se originaron desde el fin de la regencia de la reina María Cristina originaron en Cataluña focos muy violentos.

Por la persistencia de los desórdenes con sus campos saqueados por le gavilles dels matiners, fue necesario enviar tropas para la pacificación de los revoltosos.

Burgos se une con su regimiento a las columnas del primer comandante de Caballería, general San Cristóbal.

Con ellas operaron en San Feliú de Codinas, San Miguel de las Perchas (acción del 11 de mayo) y en la de Pou de San Martín. A finales de diciembre pasa al regimiento de Murcia y después de unos meses de guarnición en Burgos y Lugo, pasa al regimiento de Iberia Peninsular (junio), con el que se traslada al ejército de Puerto Rico. Su estancia en América llega hasta julio de 1849, y a continuación queda disponible hasta finales de año. De nuevo cambia de regimiento; en enero de 1850 se incorpora al Batallón de Cazadores de Arapiles y con él se traslada a las guarniciones de Sabadell, Figueras y Mahón donde permanece hasta el comienzo de los acontecimientos de 1854. Como consecuencia del pronunciamiento de O’Donnell y el nuevo impulso que tomó el 17 de julio con el levantamiento de ciudades como Valladolid, Barcelona, Valencia y San Sebastián, Burgos determinó adherirse al alzamiento, como hicieron varias guarniciones. De Mahón se trasladó a Barcelona y allí permaneció pacificando Cataluña de 1855 a 1858. A mediados de 1859 se traslada nuevamente a Mahón, donde permanece un año, y después a Ferrol (abril 1859) para incorporarse al 5.º Batallón de Infantería de Marina, con el grado de capitán. En febrero de 1860 es ascendido a comandante de su batallón, encargándose de la 2.ª comandancia.

El 22 de octubre de 1859 España declara la guerra a Marruecos, y el 1 de enero de 1860, después de varios combates en las inmediaciones de Ceuta, las tropas españolas emprendieron la marcha hacia Tetuán, con el fin de reforzar las tropas, el batallón de Burgos sale del Ferrol (2 enero) con destino a África. Poco tiempo debió permanecer en la guerra, pues el 9 de febrero es ascendido a comandante 2.º jefe del 4.º Batallón de Infantería de Marina de la Comandancia de Ferrol. Pero en el mes de agosto vuelve con su batallón al conflicto de Tetuán, donde permanece hasta el 8 de noviembre para ser destinado a continuación al departamento de San Fernando. Se le concede el grado de teniente coronel y nombrado primer jefe del 5.º batallón del mismo cuerpo. En este destino permanece hasta que por decisión del Consejo de Ministros es destinado a América a tomar parte del conflicto de Santo Domingo. Este conflicto, originado por la anexión de la isla a España en mayo de 1861, provocó diversidad de opiniones. Mientras O’Donnell estuvo al frente del Gobierno se mantuvieron en la isla las tropas españolas, pero Narváez era partidario de abandonarla. Burgos embarca (13 febrero) en el vapor Lope de Vega, y a su llegada a La Habana, el capitán general de la isla, el marqués de Castell-Florite, lo destinó a la ciudad de Matanzas. A mediados de abril se embarca con dirección a Santiago de Cuba, aquí recibe la orden de organizar la división que había de operar en Santo Domingo y unirse al ejército que mandaba el general José de la Gándara. Intervino en las acciones de Monte-Cristi, Laguna Verde y Laguna del Rincón. Por el valor demostrado en estas operaciones le fue concedido el grado de coronel de Infantería.

En agosto se dirigió a Puerto de Plata para participar, con el ejército del conde de Valmaseda, en la toma de los campamentos de San Luis y los Campeches, para regresar a continuación al de Monte-Cristi el 28 de diciembre y enfrentarse de nuevo al enemigo.

En la primavera de 1865, una vez decidido el abandono de la isla, se embarca hacia La Habana, donde permanece de guarnición con su batallón (agosto), a continuación emprende la vuelta a la Península, donde llega en septiembre.

Con fecha del 25 de abril de 1867se le concede la Cruz sencilla de la Orden de San Hermenegildo. Después de un período de licencia en Cádiz, se reintegra a su batallón (mayo 1866), con él permaneció hasta agosto de 1867, pero por disposición del capitán general del departamento de Cádiz y como medida preventiva, dice su hoja de servicio, pasa a La Coruña a esperar órdenes. La decisión de la autoridad militar no se especifica, no se sabe si Burgos estaba implicado de alguna manera en las corrientes revoluciona rias previas al septiembre de 1868. Algo grave debió de ocurrir, pues el 29 de agosto es conducido por la Guardia Civil a la Ciudadela de Pamplona, al mismo tiempo fue suspendido del mando de su batallón.

Desde su internamiento en Pamplona es trasladado al castillo de San Sebastián de Cádiz, donde permanece hasta el 8 de enero de 1868, y a continuación fue puesto en libertad y destinado a San Fernando en situación de disponible.

La revolución del 18 de septiembre le sorprende en este departamento y por orden del Gobierno provisional es destinado a continuar sus servicios al arma de Infantería (25 octubre), al Regimiento de Valencia con el empleo de coronel. Se incorpora en noviembre a la guarnición de Madrid. Puesta en marcha la revolución, el presidente Luis González Bravo, antes de dimitir dividió el territorio nacional, para su defensa, en cuatro circunscripciones militares, la de Andalucía se la confió al marqués de Novaliches, general Manuel Pavía. Burgos es agregado a esta zona, y al mando de su Regimiento se dirige a Málaga, donde estuvo en las acciones de los días 31 de diciembre y primeros días de enero de 1869, después se dirige a Sevilla, donde actuaba el general Serrano. En Sevilla sólo estuvo hasta finales de febrero, pues al haber ascendido a brigadier, es dado de baja en su Regimiento. Por su actuación en la defensa de Málaga, donde resultó herido, le fue concedida la Cruz de Mérito Militar con distintivo blanco. En el mes de abril es nombrado jefe de una columna en la provincia de Cádiz, donde permanece poco tiempo, pues en mayo es nombrado jefe de la 2.ª Brigada de la 2.ª División del ejército de Castilla la Nueva. En junio, Serrano es nombrado regente del reino, con Prim como jefe de Gobierno y ministro de Guerra, y cuando en el otoño de 1869 estallaron varios alzamientos de republicanos federales en Cataluña, Aragón Valencia y Andalucía, Burgos sale con su división a apaciguar los pueblos inmediatos a Despeñaperros. Una vez conseguido su objetivo es felicitado por Prim y enviado a Valencia a pacificar los pueblos de esa ruta, orden que cumplió con eficacia al hacer setecientos prisioneros, aunque perdió numerosas fuerzas a sus órdenes. Por su actuación en la toma de Valencia fue recompensado con la Gran Cruz del Mérito Militar.

A finales de octubre se traslada de Valencia a Madrid, donde le es asignado el mando de la Brigada ligera de Castilla la Nueva. En esta situación está hasta noviembre de 1870 en que fue a Córdoba para apaciguar los nuevos brotes de rebelión que habían surgido.

Con la venida a España del rey Amadeo de Saboya en diciembre, Burgos es nombrado ayudante de campo del nuevo Rey. En el desempeño de su cargo, en agosto de 1871, es nombrado comandante jefe de los guardias del Rey, al mismo tiempo se le concede la Gran Cruz de Isabel la Católica, y por parte del sultán de Turquía el Gran Cordón del Metjidié.

El año 1872 fue para Burgos un año de acontecimientos.

En el mes de junio es ascendido a mariscal de campo, en junio es protagonista del atentado que sufrió el rey Amadeo por varios individuos: Burgos, en medio del tiroteo, cubrió con su cuerpo el de la reina María Victoria, y a continuación detuvo al tabernero Pastor, uno de los asesinos. Por esta acción le fue concedida la Cruz de la Orden de Carlos III, y la Gran Cruz italiana de la Corona. Siguió al servicio del Rey hasta que éste abdicó en febrero de 1873 y fue proclamada la República. Burgos lo despidió en Lisboa, a continuación regresó a Madrid, donde permaneció disponible hasta finales de marzo, que es nombrado capitán general de Burgos. En este cargo duró poco, pues en mayo le fue admitida la dimisión quedando en situación de cuartel en Madrid.

Su participación en la Guerra Carlista comienza cuando en el mes de junio es destinado a mandar las fuerzas de la zona vasconavarra. La situación de la guerra era en aquellos momentos muy favorable a los carlistas por la reorganización de sus fuerzas en aquella zona. A esta situación se unía el ambiente de antimilitarismo que se respiraba en los cuarteles y en la vida militar. Los soldados despreciaban a los oficiales y era frecuentes las humillaciones a que los sometían y se negaban a obedecer. Burgos en su nuevo destino, consiguió restablecer la disciplina y que dieciséis batallones salieran de operaciones. En agosto el pretendiente Carlos VII se acercaba a Vitoria. Burgos contaba en aquellos momentos con pocas fuerzas pero logró reunir los pequeños grupos que quedaban en Vitoria formados por enfermos, músicos y aspeados (sic). A pesar de esta tropa tan poco convencional consiguió auxiliar al general en jefe Moriones, con la fortificación de la plaza y vigilarla para evitar ataques por sorpresa, después fue destinado a mandar las fuerzas de Aragón.

Al comienzo del año 1874 el golpe de Estado del general Pavía provocó una serie de revueltas en Valladolid, Zaragoza y otras ciudades, promovidas por los federales. Burgos se enfrentó a estos desórdenes en Zaragoza, con pocas fuerzas; por esta acción es ascendido a teniente general (enero). Sin desatender la vigilancia de las ciudades a su cargo, hizo frente al mismo tiempo a los carlistas en el alto Aragón, haciendo mil setecientos prisioneros que fueron canjeados por otros tantos del Batallón de Cazadores de Segorbe.

En el mes de mayo le es admitida la renuncia a este destino hasta que en el mes de julio es nombrado capitán general de Castilla la Vieja. En el desempeño de estas funciones consiguió logros magníficos en los reemplazos de soldados, frenó el avance de los carlistas, adoptó medidas enérgicas para mantener el orden, sobre todo en el funcionamiento del ferrocarril.

En el mes de septiembre vuelve a tomar el mando del distrito de Aragón, en octubre pasa al de Granada y más tarde (noviembre) es nombrado capitán general de Andalucía. Su misión fue evitar la propaganda y levantamiento de los carlistas, al mismo tiempo es nombrado presidente del Consejo de Guerra celebrado en Sevilla en diciembre de 1874, para juzgar al brigadier Pedro Eguía y a veintidós oficiales por haber participado en la insurrección cantonal. Poco duró en el cargo de capitán general, pues a principio de 1875 dimitió pasando a la situación de disponible durante el resto del año y los restantes años hasta 1880.

A partir de principios de 1881 Burgos comienza una etapa de carácter administrativo. Primero es nombrado director general de Sanidad Militar, cargo que desempeña hasta que en octubre de 1882 es nombrado director general de Administración Militar.

Entre noviembre de 1883 y marzo de 1886 desempeña sucesivamente la dirección general de la Guardia Civil, hasta que en marzo es nombrado capitán general de Castilla la Vieja, y se le concede la Placa y la Gran Cruz de San Hermenegildo, con antigüedad, ambas, de julio de 1887. En el puesto de capitán general permanece hasta febrero de 1887, año en que es nombrado director general de Ingenieros. Cesa en agosto de 1889 para hacerse cargo de la Inspección General de las tropas y reserva de Artillería e Ingenieros, cargo que tuvo que abandonar al ser nombrado inspector general de Artillería e Ingenieros, en marzo de 1890. Con esta responsabilidad murió en Madrid el 17 de marzo de 1892.

Burgos fue nombrado senador en 1881 por la provincia de Oviedo y juró el cargo el 2 de septiembre.

En la legislatura de 1881-1882 participa en la comisión de la reforma de la ley de reclutamiento y reemplazo del ejército; en la comisión de sanidad, comisión de organización del ejército, de ferrocarriles de San Sebastián-Vitoria, construcción de un cuartel en Madrid para la Guardia Civil, y en la de retiros del personal auxiliar de Ingenieros. En la legislatura de 1882-1883, participó en la comisión de la construcción de ferrocarriles y carreteras de Asturias; en la de 1884-1885 participa en estas mismas comisiones y en la de la creación de la situación de reserva en Infantería y cuerpo de Estado Mayor de plazas. En la de 1886 es nombrado senador vitalicio, y en las dos siguientes se ocupó de las obras del ferrocarril de diferentes provincias. Por último en la de 1890-1891 participa en la comisión de fuerzas del ejército y en el ferrocarril de Granada al puerto de Calahonda.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia) (AGMS)-leg. B-3965; Archivo Histórico del Senado (AHS) leg. His-0075-05.

A. Bermejo, Historia de la interinidad y guerra civil de España desde 1868, Madrid, 1875-1877, 3 vols.; J. de la Gándara Navarro, Anexión y guerra de Santo Domingo, Madrid, 1884, 2 vols.; A. Carrasco, Icono-Biografia del generalato español, Madrid, 1901; A. Joli, Historia crítica de la guerra de África en 1859-1860, Madrid, 1910; R. Oyarzún, Historia del carlismo, Bilbao,1939; Conde de Romanones, Amadeo de Saboya, el rey efímero, Madrid, 1940; P. Aguado Bleye y C. Alcázar Molina, Manual de Historia de España, Madrid, Espasa Calpe, 1959, t. III; P. Azcárate, La tradición liberal del Ejército español en el siglo xix, Roma, 1966; C. Martínez de Campos, La España bélica, siglo xix; J. R. Alonso, Historia política del Ejército español, Madrid Editora Nacional, 1974; V. Garmendía, La segunda guerra carlista, 1872-1876, Madrid, Siglo XXI, 1976; V. Palacio Attard, La España del siglo xix, Madrid, Espasa Calpe, 1978; J. F. Badía, La primera República española, Madrid, Cuadernos para el Diálogo, 1972; R. de la Cierva, Historia Militar de España, Madrid, Planeta, 1984, tomos VI, VII, VIII; C. Seco Serrano, Militarismo y civismo en la España Contemporánea, Madrid, Instituto de Estudios Económicos, 1984; G. Cardona, El problema militar en España, Madrid, Historia 16, 1990; J. Cepeda Gómez, El Ejército en la política española (1787-1843), Madrid, Fundación Universitaria Española, 1990; M.ª A. Valle de Juan y A. Pérez Sampedro, Próceres y Senadores, 1834-1893, Dirección de Estudios y Documentos del Senado, 1993.

 

Margarita Gil Muñoz

Personajes similares

Se ha detectado una opción ilegal. Por favor contacte al administrador del sitio