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Luis Fajardo Izquierdo

Biografía

Fajardo Izquierdo, Luis. Barcelona, 22.XI.1829 – Cartagena (Murcia), 28.I.1886. Teniente general y Caballero de San Fernando.

Fueron sus padres el teniente coronel Tomás Fajardo Gozalbes y Josefa Izquierdo. En diciembre de 1841 se le concedió la gracia de cadete en el Regimiento del Rey, en el que fue promovido a subteniente en 1846, más tarde destinado al Regimiento de Iberia y seguidamente al de Astorga.

Intervino en la segunda guerra civil, en la que destacó por su valeroso comportamiento en la acción de Amer (Lérida), el 11 de enero de 1849, por la que fue recompensado con la Cruz de San Fernando de 1.ª Clase. En 1855 fue ascendido a teniente y destinado al batallón provincial de Játiva. Más tarde solicitó el pase al Ejército de Filipinas con el empleo inmediato, petición que quedaría sin efecto.

En 1859 combatió en la Guerra de África con el empleo de teniente del batallón de Cazadores de Talavera, ganando el empleo de capitán en el combate del 22 de noviembre de dicho año. Luego fue trasladado al batallón provincial de Ronda, y posteriormente en el batallón de Cazadores de Alcántara.

Fue ascendido a comandante por gracia general en 1868 y al año siguiente a teniente coronel por méritos de guerra en la persecución de partidas carlistas en el Maestrazgo y Castilla la Vieja, y se le dio el mando del recién creado batallón de Cazadores de Reus.

Participó en la tercera guerra civil al mando de este último Cuerpo, y obtuvo en 1872 el ascenso a coronel por méritos de guerra en la batalla de Montejurra.

Seguidamente se hizo cargo del mando del Regimiento de Saboya, al frente del cual resultó herido durante un asalto a la bayoneta a las primeras casas de San Pedro Abanto, por lo que fue recompensado con el empleo de brigadier.

Entre 1874 y 1878 desempeñó el cargo de gobernador militar de la provincia de Albacete. En enero de este último año fue ascendido a mariscal de campo, y se le encomendó el gobierno militar de la provincia de Gerona y poco después el de la de Murcia y plaza de Cartagena. A su cese, en 1883, fue nombrado hijo adoptivo de esta última ciudad.

En 1883 pasó a desempeñar el mismo cargo en la isla de Mallorca. Al año siguiente fue trasladado en el mismo puesto a la provincia de Málaga, y regresó en 1885 a Cartagena, donde antes de finalizar el año recibió aviso del Gobierno sobre posibles insurrecciones republicanas, lo que obligó a que en unión del capitán general del Departamento Marítimo se pusiese en estado de alerta a la guarnición, por lo que a partir del 7 de enero siguiente se encontraba la plaza ocupada por patrullas del ejército y de Infantería de Marina y establecidas piezas de artillería en diversos lugares.

Los días 8 y 9 el general Fajardo visitó durante la noche los castillos y fuertes y pidió a su guarnición que permaneciese sobre las armas a la espera de acontecimientos.

El día 10 un sargento del Regimiento de la Princesa acordó con los cabecillas de la sublevación abrirles a las diez de la noche la puerta de acceso al castillo de San Julián, como así hizo, permitiendo la entrada a un grupo de unos cuarenta hombres armados, que consiguieron reducir a la guarnición y mediante el disparo de cañón avisar al resto de los comprometidos, que debían haber tomado los demás fuertes y otros puntos vitales de la Plaza, pero que no lo habían conseguido.

A las diez de la noche el general Fajardo recibió el parte de sin novedad de todos los castillos excepto el de San Julián, por lo que inmediatamente reforzó las guardias de todos los edificios militares con efectivos de los Regimientos de la Princesa y Otumba y seguidamente se dirigió al castillo de San Julián acompañado por fuerzas del Otumba y un pequeño destacamento de la Guardia Civil. Para evitar un posible enfrentamiento dejó a la tropa a unos centenares de metros del castillo y acompañado únicamente por un comandante y cuatro guardias civiles llegó hasta el mismo puente de acceso al castillo, desde donde trató de llamar a su deber a los que lo ocupaban, los cuales le contestaron con un nutrido fuego, del que recibió cuatro graves heridas de bala, dos en la pierna izquierda, una en el costado y otra en el brazo, pudiendo ser retirado y llevado al Arsenal Naval para ser atendido. Su valerosa actuación fue recompensada con el ascenso a teniente general, ordenándose la incoación de expediente para la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando, que no se le llegaría a otorgar.

Tras habérsele tenido que amputar la pierna izquierda el día 13 de enero de 1886, el 23 su estado se agravó, y falleció cinco días después. El día 30 tuvo lugar su entierro, que salió de la iglesia de Santo Domingo y acompañado al cementerio de Nuestra Señora de los Remedios por escoltas de cada uno de los cuerpos de la guarnición, al mando del sargento mayor de la plaza. A su viuda, María de los Dolores Puigrubí Ferrer, se le concedió la pensión anual de 6.350 pesetas.

Poseía la Gran Cruz de San Hermenegildo y cuatro Cruces al Mérito Militar con distintivo rojo.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. F-43.

J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. II, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.

 

José Luis Isabel Sánchez

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