Stuyck y Martínez, Livinio. Madrid, 1821 – 1872. Director de la Real Fábrica de Tapices, doctor en Derecho y alcalde pedáneo de las afueras del Cuartel Norte.
De los siete hijos del matrimonio formado por Gabino Stuyck Álvarez y María Martínez, Livinio, como primogénito, sería el sucesor de su padre en la dirección de la Fábrica de Tapices de Santa Bárbara. Desde el siglo XVIII el cargo recayó primero en los Vandergoten, descendientes directos de su primer maestro tapicero, y después en un sobrino nieto de aquellos, Livinio Stuyck Vandergoten, permaneciendo en manos de la misma familia hasta nuestros días, lo que posibilitó la supervivencia de la manufactura.
Livinio Stuyck Martínez se casó con Eloisa Dulongval y Cherrier, con la que tuvo tres hijos: Gabino, Rosa y Carlos. Livinio fue director interino de la Real Fábrica hasta 1860 en que firmaba una nueva contrata entre la Casa Real y se le confirmó en el cargo. A partir de entonces el alquiler del edificio donde estaban instaladas la industria y la vivienda del director correrían a cargo de la Corona.
Hasta 1867 el trabajo en la Real Fábrica se centró en la confección de alfombras para Palacio y el retupido de tapices; la facturación anual fue de 72.000 reales de promedio y el director recibía un sueldo de 20.000 reales anuales. Como Livinio podía atender también encargos de particulares y ejercer con éxito la carrera de leyes, su situación económica era más que saneada. Como sus antecesores, Livinio Stuyck Martínez también desempeñó cargos en el municipio madrileño; en 1861 fue nombrado alcalde pedáneo de las afueras del Cuartel Norte. También siguió la tradición familiar siendo diputado del Hospital de San Andrés de los Flamencos, punto de encuentro de los naturales de los antiguos Países Bajos.
Una actividad que proporcionó a la Real Fábrica de Tapices gran proyección nacional e internacional fue la concurrencia a distintas exposiciones. La primera de las que se tiene noticia es la Exposición Universal de París de 1867, donde la Comisión Imperial concedió a Livinio Stuyck y Martínez la Mención de Honor. Un año después conseguiría otra medalla de oro en la Exposición de Zaragoza. A nivel personal Livinio tuvo el honor de ser nombrado Comendador de la Orden de Carlos III y el de ser admitido en la Orden Civil de Beneficencia por la ayuda prestada en la epidemia de cólera de 1866.
La Revolución de 1868 alteraría de modo notable la situación de bonanza de la manufactura real y en 1870 apenas llegaban a 30 el número de operarios. Durante el reinado de Amadeo de Saboya, Livinio Stuyck y Martínez se opuso enérgicamente a los intentos de venta en pública subasta del edificio de la Real Fábrica dentro del programa de expropiación de bienes nacionales que incluían los de las corporaciones civiles, entre ellos los del extinto patrimonio de la Corona.
La ley de 18 de diciembre de 1869 exceptuaba de la venta a los bienes de la Real Casa y uno de los argumentos esgrimidos por Stuyck fue el que la Real Fábrica era una dependencia de Palacio; pero, en contra de sus deseos, fue declarada finca del Estado y en el suplemento de la Gaceta del 19 de marzo de 1871 se anunció la subasta, con un precio de salida de 503.000 pesetas. No hubo ningún postor y Livinio Stuyck reemprendió la batalla consiguiendo, con la ayuda de Amadeo de Saboya, la suspensión de la orden de venta y, posteriormente, que el Congreso accediera a discutir una Proposición de Ley favorable a la conservación de la industria, que no llegó a ser llevada a efecto por disolución de las Cortes. A la incertidumbre del momento se unía la deficiente economía de la Real Fábrica que no podía pagar los 8.000 jornales de sus trabajadores.
El 18 de septiembre de 1872, unos meses después de la marcha de Amadeo de Saboya, falleció Livinio Stuyck y Martínez. Al frente de la Real Fábrica quedó su hijo, Gabino Stuyck Dulongval, que inició su gestión en difíciles condiciones.
Fuentes y bibl.: Archivo de la Real Fábrica de Tapices: Relación de los gastos anotados por Gabino Stuyck con motivo del doctorado de su hijo, Livinio Stuyck Dulongval, Madrid, 17 de octubre de 1854, leg. 18/9.7; Expediente sobre venta en pública subasta del edificio de la Real Fábrica de Tapices, Madrid, 1876-1889, leg. 29/9.1; Cf. otras noticias en los legs. 10, 18, 24 y 44.
E. Iparraguirre y C. Dávila, Real Fábrica de Tapices, Madrid, Real Fábrica de Tapices, 1971, págs. 59-73; F. y B. Vidal Galache, “La proyección ultramarina de la Real Fábrica de Tapices en la crisis del 98”, en actas del Congreso Internacional Los 98 ibéricos y el mar, Lisboa, 1998, págs. 225-236
Florentina y Benicia Vidal Galache
