Torres Vilata comenzó a aprender y ejercer los oficios de mecánico y electricista en la fábrica de lámparas de gas que tenía su padre, aunque desde muy joven se despierta en él el interés por la música y el canto. Su buena voz le permite tener una oportunidad en el mundo del espectáculo y es contratado para participar en zarzuelas que se representan en diferentes países de Hispanoamérica: Cuba, Méjico, Puerto Rico y Venezuela. Atrapado por la vida artística y el escenario, pero consciente de que nunca llegaría a convertirse en un cantante de éxito, en el año 1898 reorienta su carrera hacia la comedia. Ese año, ofrece en Colombia una función de transformismo en la que interpreta diferentes personajes que protagonizan breves historias. El actor barcelonés se disfrazaba e interpretaba diferentes voces para lograr arrancar las sonrisas del público y obtener el éxito con sus sketches. [...]