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Víctor Juan Espinós Moltó

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Biografía

Espinós Moltó, Víctor Juan. Alcoy (Alicante), 6.IV.1871 – Madrid, 21.XII.1948. Musicólogo y escritor.

Nacido en un ambiente de fabricantes de pañería, discurrió su infancia en Alcoy, trasladándose a Madrid con su familia cuando tenía unos ocho años. En la capital de España discurrió toda su vida, donde estudió el bachiller, opositó a un modesto empleo del Tribunal de Cuentas para ayudar a la familia y continuó los estudios de leyes, carrera en la que se doctoró.

Por deseo de su padre, buen músico, simultaneó sus clases en la universidad con las del conservatorio, donde estudió piano, armonía y composición, materias que le ayudaron a configurar su vocación de musicólogo. Desde muy pronto manifestó también su inclinación a las letras, especializándose en la crítica musical, para la cual ideó una personal “taquigrafía musical” para tomar notas de los conciertos a los que asistía. En esta actividad fue uno de los más conocidos, colaborando en El Español, el periódico de Antonio Maura, ABC, El Debate, El Universo, Ya, Madrid y La Lectura Dominical, de la que fue gerente. Utilizando el seudónimo de Perfecto Caballero publicó Diez años de crítica musical.

Relacionado con la crítica musical, también dedicó parte de sus esfuerzos a la colaboración periodística y a la escritura de obras literarias de diversos géneros. Su primera obra fue Las leyes de Cristo son insustituibles (1890), a la que siguieron una obra teatral Esteban (1906), una colección de cuentos, Pues... Señor (1913) y Alfonso XIII y la guerra, espejo de neutrales (1918), reportaje periodístico sobre la actuación humanitaria del Monarca durante la Primera Guerra Mundial, obra que fue muy popular en su momento.

A iniciativa suya, y con la ayuda del Ayuntamiento de Madrid, creó en 1919 la Biblioteca Musical Circulante con el fin de facilitar la educación musical mediante el préstamo, ampliando en 1932 su campo a los instrumentos para aquellos músicos escasos de recursos económicos. La mayoría de estos instrumentos procedían de donaciones de músicos. Como reputado cervantista que fue, comenzó a coleccionar en esta biblioteca obras musicales de todos los géneros relacionadas con el Quijote, siendo hoy única en el mundo. Resultado de esta tarea recopilatoria y de investigación son sus trabajos, Las realizaciones musicales del Quijote (1933), y El Quijote en la Música y la Música en el Quijote (1942), prologado por José María Pemán. De tema cervantista pero estrictamente literario es también su libro El Quijote. Breviario de amor (1947, reeditado en 2005 por el Ayuntamiento de Alcoy). Fue el impulsor en los años veinte de las “bodas de hace un siglo”, que con guión del propio Espinós filmó Eusebio Fernández Ardavín: Una boda en Castilla (1924).

Además de alguna novela, letras de canciones —como el himno de las mujeres de Acción Católica— y de poemas diversos, a los que pusieron música compositores de su época, puede considerarse aportación suya la creación de un género de teatro que él denominó retablos, definidos por Adrián Miró como “evocaciones de un pasado histórico glorioso o estampas de fervor religioso, de corta duración y, frecuentemente, con aparición de personajes simbólicos o abstracciones”. Estos retablos gozaron de mucho éxito en su momento en gran parte porque estuvieron acompañados en su mayoría de composiciones musicales de Joaquín Turina, Salvador Bacarisse, Conrado del Campo, Julio Gómez, Arturo Saco, Federico Moreno y Jesús Guridi. El primero, que obtuvo un gran éxito, Antaño o un Corpus Viejo en Madrid, se estrenó en 1920, a los que siguieron Decíamos ayer... (1921), El cielo y Madrid se casan (1922), Morir de amar (1926), El marqués y el bachiller, Las bodas de España, Mártires. Retablillo de la Persecución (1938), El molino del misterio (1940), El retablo de Fray Luis (1947) y Ofrenda y Salve (1948), con motivo de la coronación de la Virgen de los Desamparados, con música de Eduardo López Chavarri y Vicente Ripollés. En su faceta de compositor, según Ernesto Valor, “dejó escritos diversos estudios, preludios, romanzas, marchas y villancicos”. Rodríguez Marín dijo de él que “era uno de los hombres de más talento que había conocido”. También colaboró en la Revista de Fiestas de su pueblo natal, Alcoy.

La mayoría de distinciones y reconocimientos le vinieron una vez finalizada la Guerra Civil. En 1940 fue elegido académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, para cuyo ingreso leyó el discurso España en la música universal (1941). También en 1940 fue nombrado presidente de la Orquesta Sinfónica de Madrid, cargo que ejerció hasta 1946; justamente en 1939 había muerto su último director, Enrique Fernández Arbós, y por eso le rindió un justo homenaje: El maestro Arbós (Al hilo del recuerdo) (1942). Fue asimismo académico correspondiente de la de San Carlos de Valencia, miembro del Consejo Nacional de Música, caballero de la Orden de Isabel la Católica, Medalla de Madrid y Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, entre otras distinciones de Francia, Polonia y Portugal. La imposición de la insignia de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio tuvo lugar en Alcoy en 1943, donde el Ayuntamiento le declaró hijo predilecto.

 

Obras de ~: Las leyes de Cristo son insustituibles, 1890; El capitán retirado: Comedia en prosa y en un acto dividido en tres cuadros, Madrid, Imprenta del Asilo de Huérfanos del S. C. de Jesús, 1899; Esteban: Boceto dramático en un acto y en prosa, Badajoz, Tipografía del Noticiero Extremeño, 1906; Pues... Señor, 1913; El divorcio y el alma española: Conferencia..., Madrid, Imprenta de la Revista de Archivos, Biblioteca y Museos, 1915; Alfonso XIII y la guerra, espejo de neutrales, Madrid, Imprenta de la Revista de Archivos, Biblioteca y Museos, 1918 (Madrid, Vasallo de Mumbert, 1977); Decíamos ayer: Retablo Universitario, Madrid, Imprenta de Alberto Fontana, 1921; Antaño o un Corpus Viejo en Madrid: retablo eucarístico..., Madrid, Imprenta de Alberto Fontana, 1922; El cielo y Madrid se casan: Retablo madrileño, Madrid, Imprenta Asilo de Huérfanos de S. C. de Jesús, 1922; El toque de perdidos. Visión serraniega, Madrid, Nuestra Novela, 1925; Morir de amar, s. l., 1926; El Tío Gaviota. Boceto dramático, Madrid, Gregorio del Amo, 1927; Las realizaciones musicales del Quijote, Madrid, 1933; Mártires. Retablillo de la Persecución, Zaragoza, Tipografía E. Berdejo Casañal, 1938; El molino del misterio: auto sacramental, San Sebastián, T. Editorial Española, 1940; España en la música universal, Discurso leído..., contestación de Joaquín Turina, Madrid, Artes Gráficas Municipales, 1941; Danzas viejas sobre viejos ritmos hispánicos, Madrid, UME, 1942 (glosas musicales, Jesús Guridi); El Maestro Arbós (Al hilo del recuerdo), Madrid, Espasa Calpe, 1942; El Quijote en la Música y la Música en el Quijote, prólogo de José María Pemán, Barcelona, CSIC, 1942; El retablo de Fray Luis: Evocación escénica..., Madrid, Editora Nacional, 1947; (selecc.), El Quijote. Breviario de amor, Madrid, Ediciones de la Sección Femenina de la FE, 1947 (introd. de E. Valor Calatayud, Alcoy, Xarxa de Biblioteques Municipals d'Alcoi, 2005); Ofrenda y Salve: Retablo mariano, 1948.

 

Bibl.: A. Miró, “Mártires-Retablillo de la Persecución (1938), de Víctor Espinós Moltó”, en Ciudad de Alcoy, 13 de febrero de 1999; R. Coloma, 100 alcoyanos insignes, Alcoy, ed. Librería Llorens, 1987, pág. 191 y 192; E. Valor Calatayud, “En torno a Víctor Espinós, ‘fill d’Alcoi’, ilustrado musicólogo y apasionado cervantista”, en V. J. Espinós Moltó (selecc.), El Quijote: Breviario de Amor, op. cit., 2005, pág. III-XVII.

 

Francesc X. Blay Meseguer