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Francisco Escudero García de Goizueta

Biografía

Escudero García de Goizueta, Francisco. San Sebastián (Guipúzcoa), 13.VIII.1912 – Zarauz (Guipúzcoa), 7.VI.2002. Compositor.

Contando el niño Francisco, primogénito, un año de edad, fijó la familia su residencia en la villa de Zarauz, donde nacieron los otros cuatro hijos del matrimonio entre Francisco y Luisa. La afición de la madre por el canto fue determinante para el posterior contacto de los hijos con la música: Vicente, crítico musical; Blas, María Luisa y Jesús, empleados de la empresa de instrumentos musicales Keler (Zarauz), fueron hábiles constructores los dos últimos y señalado afinador el primero.

Francisco mostró pronto una excepcional precocidad para la música, perteneciendo tempranamente a la banda de la villa como intérprete de flauta y de oboe. A los doce años de edad encauzó su formación musical de forma oficial en la Academia Municipal de Música de San Sebastián, donde cursó tres años que tuvieron continuación en el Conservatorio Elemental que sucedió a la Academia. La enseñanza oficial de la música se desarrolló de forma más selectiva en los conservatorios que a lo largo del siglo xix se fueron creando sobre todo en las principales ciudades de Europa: en la primera mitad del siglo surgieron el de Madrid (1830) y el de Barcelona (1838). Otras ciudades menores no contaron con esa categoría de enseñanza hasta muchos años después, y entretanto fueron apareciendo las academias municipales. En San Sebastián hubo la Academia de Bellas Artes, fundada en 1900, que dio paso en 1910 a la Academia Municipal de Música. El primer Conservatorio Elemental adquirió en 1944 el reconocimiento de validez académica oficial en el grado profesional bajo la denominación de Conservatorio Municipal de Música y Declamación, categoría que ostentaba en 1961 cuando fue nombrado su director Francisco Escudero. En sus años de aprendizaje en San Sebastián, siete entre academia y conservatorio, conoció a dos profesores, maestros destacados como pianistas y compositores: Francisco Cotarelo y Beltrán Pagola. El segundo fue su maestro principal, mostrándose gradualmente el alumno como joven aventajado en la escritura musical: obras para piano, un cuarteto de cuerda y, señaladamente, las Cinco piezas para orquesta de cuerda. En 1931, alumno en el Conservatorio de Madrid, practicó la composición con Conrado del Campo. Conoció entonces a Ataúlfo Argenta, con quien trabó amistad.

Durante gran parte del siglo xix y en las tres primeras décadas del xx, un buen número de compositores vascos fueron saliendo a diversas capitales de Europa, a París con predilección, para perfeccionar sus estudios. Con esa mira, en 1932 obtuvo Escudero por oposición becas de la Diputación de Guipúzcoa y de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; el lugar elegido fue París, donde maduró la composición con Paul Dukas y Paul Le Flem, y la dirección de orquesta con Albert Wolf.

Las composiciones de estos años son ya significativas en el catálogo de su autor: una sinfonía y un extenso poema sinfónico, y junto a otras cuatro obras de cámara, el Cuarteto de cuerda en Sol. Esta obra última le brindó pretexto para encontrarse con Ravel, quien ojeó con especial atención el primer movimiento, no ajeno a la propia estética del músico francés. Era en 1937: el gran compositor moría a finales de año. El Cuarteto, Premio Nacional de Bellas Artes, fue estrenado en Madrid en 1945, grabado en discos e interpretado luego periódicamente. La Guerra Civil y los años inmediatos de posguerra muestran contraste con los años de actividad que precedieron a la guerra. Pertenecen a estos años de menor producción dos series de canciones populares y unos cantos religiosos. La obra importante después del Cuarteto es el poema coreográfico Sueño de un bailarín, compuesto sobre una fantasía literaria de Luis de Castresana, amigo de Escudero. Fue estrenada en Madrid en forma de suite orquestal por la Orquesta Sinfónica, reponiéndose en el mismo concierto Preludio y Nocturno, composiciones anteriores a la guerra. Era el año 1944. En 1945 fue nombrado maestro de música de la Santa Casa de Misericordia de Bilbao y director de la Sociedad Coral bilbaína. Durante el ejercicio de estos cargos compuso la Misa en Re, Himno de San Mamés y Chimberianas, obras estrenadas en Bilbao. Por encargo de la Sociedad Filarmónica de la ciudad adaptó años después la suite de Los esclavos felices, con ocasión del ciento cincuenta aniversario del nacimiento de Juan Crisóstomo Arriaga. La obra más importante de estos años es el Concierto vasco para piano y orquesta, ganadora del concurso instituido a la memoria de Manuel de Falla en 1947.

Cumplidos tres años en Bilbao, ingresó en 1948 en el Conservatorio de San Sebastián como catedrático de Armonía y Composición. En esta nueva etapa conjugó las actividades docentes con la composición personal. Las primeras obras de esta época son el oratorio elegíaco Illeta (entierro) y el poema sinfónico Aranzazu. Illeta fue distinguido con el galardón Iparaguirre en el concurso convocado por la Diputación de Guipúzcoa en el centenario de la muerte del célebre bardo, y Aranzazu en el concurso del año santo del conocido monasterio guipuzcoano. En 1954 logró por oposición el número uno en el Cuerpo de Directores de Bandas de Música Civiles de Primera Categoría. Unido a tal logro puede considerarse el de la recuperación para San Sebastián de la Banda Municipal disuelta en 1936. Escudero la restableció en 1960 y la dirigió hasta 1969. Coincidiendo en fechas y duración, dirigió también la Orquesta de Cámara de Guipúzcoa. Estas actividades venían unidas a una intensa labor creativa, señaladamente la composición de la ópera Zigor. Hacía casi cuarenta años de la última ópera vasca, Amaya de Guridi, que cerraba la lista de unos quince títulos, aportación generosa al género en euskera dentro de la segunda década del siglo xx. La nueva ópera venía como encargo de la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera en la primavera de 1957. Zigor, iniciada el mismo año, 1957, supuso una entrega sacrificada durante casi seis años. Fue estrenada por la Orquesta Sinfónica de Viena en versión de concierto, siendo interpretada en Bilbao, Madrid, Pamplona, Vitoria y San Sebastián, y en 1968 fue puesta en escena en Madrid con la Orquesta de Radio Televisión Española (RTVE). De estos años es la música para dos espectáculos de luz y sonido: Loyola y San Telmo. En torno a 1970, recibió encargos de varias instituciones oficiales: Radio Nacional, Orquesta Nacional, Comisaría de la Música y Dirección General de Bellas Artes. Así nacieron La túnica de Jesús, Concierto para violoncelo y orquesta Sinfonía Sacra y Toccata para órgano. A la década de los ochenta pertenecen Eusko Salmoa, Tonemas, San Juan Bautista y la ópera Gernika, encargos también, respectivamente, del Gobierno Vasco, del Ministerio de Cultura de Madrid, del Ayuntamiento de Zarauz y de la Coral de Bilbao. De los años noventa son las sinfonías Mítica, Concertante y Ultreia y el Concierto para violín y orquesta, y algunas de sus condecoraciones: en Zarauz, San Sebastián, Diputación de Guipúzcoa y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (Ministerio de Educación y Cultura).

Escudero, compositor con un fondo romántico, escribe anímicamente desde dentro y estéticamente con dominio de la composición e instrumentación. Así, su música es expresiva, sólida y de vivo colorido.

 

Obras de ~: Música escénica: El sueño de un bailarín (ballet), 1944 (grab.); Zigor (ópera), 1957-1963 (guión ed., San Sebastián, Grupo Pro-Zigor, 1965; grab., Philips, 1968, reed. en 1971); Gernika (ópera), 1982-1986; El sueño de un bailarín, Concierto para piano y orquesta, Concierto para violoncelo y orquesta, Sinfonía sacra, Juan Bautista y Aranzazu, Claves, 2001. Música incidental: Chimberiana, 1947; Pulgarcito, c. 1948; Pinocho, c. 1949; Florindo y la princesita Encantos, c. 1950; Loyola (luz y sonido), 1962; San Telmo (luz y sonido), 1965. Música sinfónica: Cinco piezas para orquesta de cuerda, 1929; Sinfonía en si bemol, 1933; Amanecer y danza sagrada (poema sinfónico), 1934; Nocturno, 1934; Preludio, 1934; Aránzazu (poema sinfónico), 1955; Evocación en Iciar, 1955; Sinfonía sacra, 1972; Sinfonía Ultreia, 1994; Sinfonía concertante, 1994 (grab., Sarriá, 1999). Música sinfónico-coral: Misa en re, 1946 (grab., Usandizaga, 1976); Illeta, 1953 (grab., Elkar, 1967, reed. en 1996; RTVE, 1997; Naxos, 2002; RTVE, 1997); Eusko salmoa, 1980; San Juan Bautista, 1987 (grab., Musikaste, 1988). Música de cámara: Trío bucólico, 1933; Cuarteto en sol, 1936-1937 (ed., Cuarteto en sol, Concierto para piano y orquesta, Concierto para violín y orquesta, Sinfonía concertante, Madrid, Ediciones de Música Española Contemporánea, 1999; grab., RCA Española, 1950, Hispavox, 1958); Fantasía geosinfónica, 1973; Sinfonía mítica, 1993 (ed., San Sebastián, Federación Coros de Guipúzcoa, 1994).

Instrumentos solistas: Concierto vasco (piano y orquesta), 1946; Concierto para violonchelo y orquesta, 1971; Toccata (órgano), 1972 (grab., Musikaste, 1974); Uranzu (acordeón), 1974 (ed., San Sebastián, Caja de Ahorros Provincial, 1974); Tonemas (piano), 1982 (ed., Madrid, Ministerio de Cultura, 1983); Romance al entierro de Cristo (voz, piano), 1947; Eiqui (voz, piano), 1958 (ed., Orense, Diputación Provincial, 1982; grab., Musikaste, 1992); La túnica de Jesús (voz, piano), 1973 (ed., La túnica de Jesús, Concierto para violoncelo y orquesta, Madrid, Alpuerto, 1975); Artaso (voz, piano), 1992 (grab., Musikaste, 1992); Navidad (voz, piano), 1993. Música coral: Tres piezas vascas, 1939; Ay de mi Alhama, 1944; Nere etxea, 1946; Gizon dantza (grab., Edigsa, 1972; Columbia, 1977) y Canción festiva, 1965; Benedicta (con órgano), 1943; Misa e Himno a San Mamés (con órgano), 1946; Himno a la Virgen de Iziar (con órgano), 1958; [otras grabaciones]: Izar ederra, Kea, 1991, 1993; Motus perpetuo, Aus Art, 1996; Argentaria, 1997; Concierto para piano y orquesta, RTVE, 1997.

 

Bibl.: A. S agardía, Músicos vascos, t. I, San Sebastián, Auñamendi, 1972, págs. 142-146; R. Barce, “San Sebastián, capital de la música contemporánea”, en Ya (Madrid), 7 de noviembre de 1974; J. A. Arana Martija, Música vasca, San Sebastián, Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián, Sociedad Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones, 1976; T. Marco, Historia de la Música Española. Siglo xx, Madrid, Alianza Editorial, 1983, págs. 202 y 203; J. Aramburu, “Reestreno de Illeta [...]”, en Deia (Bilbao), 13 de octubre de 1983; G. Abando Zendoia, “En profundidad Francisco Escudero”, en El Diario Vasco (San Sebastián), 24 de octubre de 1983; J. Piñero García, Músicos españoles de todos los tiempos, Madrid, Tres, 1984, págs. 141 y 142; A. Sagardía, “Entrevista a Francisco Escudero”, en Monsalvat (Barcelona), 128 (1985); J. A. Zubikarai, “Gernika: apunte sobre una ópera no estrenada”, en Arbola (Bilbao), 8 (1987); J. Zelaia Mendizábal, Francisco Escudero: vida y obras, estudio analítico realizado en 1988 (inéd.); J. L. Téllez, “Zigor de Francisco Escudero”, en ABC (Madrid), 21 de diciembre de 1989; J. Bagués, “La música de Zigor: entrevista a Francisco Escudero”, en Cuadernos de sección. Música (San Sebastián, Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos), n.º 5 (1991); A. Fernández Cid, “Francisco Escudero octogenario”, en ABC-Cultural (Madrid), 6 de agosto de 1993; M. Honegger, Grandes Compositores de la Música, Madrid, Espasa Calpe, 1994, págs. 181 y 182; L. Ondarra, “Escudero García de Goizueta, Francisco”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, vol. IV, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 1999, págs. 738-740.

 

Lorenzo Ondarra

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