Borbón y Sajonia, Antonio Pascual de. Caserta (Italia), 31.XII.1755 – Madrid, 20.IV.1817. Infante de España, príncipe de Nápoles y Sicilia, presidente de la Junta Suprema del Reino y caballero de la Orden del Toisón de Oro.
Bautizado como Antonio Pascual Francisco Javier Juan Nepomuceno, Aniello Raimundo Silvestre, quinto hijo varón de Carlos III, nacido en el Palacio Real de Caserta en 1755 cuando el soberano era rey de Nápoles y no había sucedido aún en el trono de España. Nació príncipe de Nápoles y, cuatro años después, a su llegada a España, trocó su título napolitano por el de infante; le fue asignada una lista civil de 7.200 escudos. En 1767 fue investido caballero de la Orden del Toisón de Oro y, poco después, se le cedieron numerosas encomiendas de la Orden de Alcántara: Piedrabuena, Castilnovo, Ceclavín y Zalamea. Tras el fallecimiento de su hermano —el infante Francisco Javier— en 1771, también recibió las encomiendas de Alcañiz, Manzanares, Fresneda y Ráfales de la Orden de Calatrava; el conjunto de encomiendas le generó una sustanciosa renta de 893.645 reales.
Desde su juventud mostró un notable interés por la jardinería y la agricultura, en sus encomiendas puso en marcha adelantados sistemas de riego. Sus otros intereses fueron la caza, la pintura, y los bordados. De inteligencia poco sobresaliente, nunca jugó un papel brillante en la Corte y se le concedió el título honorífico de almirante de la Marina Real Española. Desde que en 1788 su hermano Carlos IV sucedió en el trono, su relación con la nueva reina —su cuñada la princesa María Luisa de Parma— fue empeorando progresivamente hasta tornarse en odio y aversión completa. En 1795 contrajo un matrimonio arreglado por los propios reyes con su sobrina —la infanta María Amalia, hija de los monarcas—, que falleció al año siguiente en el parto de su primer hijo —niño que nació muerto—.
Hacia 1800 su enemistad con la Reina —a quien apodaba “la sabandija”— y su desaprobación con respecto al ascenso del favorito Manuel Godoy eran públicas y notorias en la Corte y el infante hizo bando junto a su sobrino, el príncipe de Asturias, Fernando. Cuando se produjo el motín de Aranjuez en 1808, por el que Fernando pretendió hacerse con el trono y apartar a Manuel Godoy del gobierno, en medio de la invasión francesa de España, Antonio fue el principal apoyo familiar para el príncipe de Asturias: aconsejó a los Reyes no abandonar España frente a la presión de Napoleón y de las tropas francesas y, tras la salida de Madrid del grueso de la familia real, para resolver sus diferencias en Bayona, quedó como único representante de la monarquía en España; fue presidente del Consejo de Castilla y de la Junta Suprema del reino. Sin embargo, se vio obligado a partir hacia Francia el 3 de mayo de 1808. Dejó la siguiente nota manuscrita a la Junta Suprema: “A la Junta, para su gobierno, la pongo en noticia cómo me he marchado a Bayona por orden del Rey, y digo a dicha Junta que ella siga en los mismos términos, como si yo estuviese en ella. Dios me la dé buena. Adiós, señores, hasta el valle de Josafat”.
Por el segundo tratado de Bayona, de 10 de mayo de 1808, se le reconoció el tratamiento de alteza real y los honores y las prerrogativas de los príncipes de sangre en Francia; se le asignó una renta anual de 400.000 francos. En Francia fue confinado en el castillo de Valençay, en compañía de sus sobrinos, el príncipe de Asturias y el infante Carlos. En aquel exilio dorado —que concluyó en 1814—, se dedicó a la jardinería, la caza, la pintura, y sus bordados. De regreso a España ese mismo año, falleció en el Palacio Real de Madrid el 20 de abril de 1817. Fue enterrado en el panteón de infantes del monasterio de El Escorial.
Bibl.: N. Epton, The Spanish Mousetrap. Napoleón and the Court of Spain, Londres, MacDonald, 1973; L. González Santos, Godoy, príncipe de la Paz, siervo de la Guerra, Madrid, Sílex, 1985; R. Mateos Sáinz de Medrano, Los desconocidos infantes de España. Casa de Borbón, Barcelona, Thassàlia, 1996; J. A. Vaca de Osma, Carlos III, Madrid, Rialp, 1997; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Actas, 1998; A. de Ceballos-Escalera y Gila, La Insigne Orden del Toisón de Oro, Madrid, Palafox & Pezuela, 2000; P. van Kerrebrouk, La Maison de Bourbon, 1256-2004, t. I, Villeneuve d’Ascq, 2004.
Ricardo Mateos Sainz de Medrano
