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Pere Balcells Masgoret

Biografía

Balcells Masgoret, Pere. El Nen de Prades. Prades (Tarragona), 31.III.1855 – Tortosa (Tarragona), 24.IV.1875. Jefe de partida carlista, teniente, guerrillero mítico y legendario.

Pere Balcells, conocido en la tercera guerra carlista como El Nen de Prades, era hijo de pastores y pasó su infancia entre rebaños recorriendo, constantemente, los caminos, atajos y despeñaderos más frondosos de los bosques de Prades, Capafons, Mont-ral, Cornudella y Vilanova de Prades (Tarragona). Durmió durante muchas noches bajo el manto de las estrellas o en el interior de alguna cueva para protegerse del rigor del invierno. Este contacto permanente con la naturaleza le dio un dominio de la topografía y un sentido de la orientación realmente excepcionales.

El Nen huyó de Prades a los diecisiete años y se presentó voluntario a la partida carlista del teniente-coronel Moore, de quien aprendió la estrategia militar y la lucha de guerrillas. Formado militarmente, el Nen organizó su primera partida en la primavera de 1874. Tenía dieciocho años, y sus efectivos no debían de pasar de unos veinte, pero sus gestas, popularizadas por los cronistas de guerra en sus periódicos, arrastraron, detrás de él, nuevos voluntarios, hasta el punto de que al finalizar el año, dirigía una partida de doscientos hombres. Algunos de ellos le doblaban la edad y otros la triplicaban.

Pocas vidas proporcionan a la especulación literaria y a la rumorología popular tanta abundancia de auténticas aventuras como las que ofrece el Nen de Prades, el Tigre del Priorato, el Pastor de Prades, seudónimos que esconden la rica personalidad de Pere Balcells. Joven —cuando murió acababa de cumplir veinte años—, arriesgado, temerario, audaz, duro y justiciero —la versión popular dice que no robaba a los pobres ni a los necesitados, sino a los ricos y a los padres de familia irresponsables que se gastaban el dinero en el juego—, dotado de una gran capacidad de mando que le permitía dominar subordinados de mucha más edad, buen conocedor del terreno y dotado de un gran sentido de la orientación que le empujaba en cada momento a preparar la mejor estrategia, se convirtió en un líder nato que eclipsó a los demás jefes carlistas y en una constante preocupación de las autoridades liberales que lo persiguieron sin cesar, y le prepararon todo tipo de trampas para sorprenderlo, pero acabaron fracasando en todos sus intentos.

De sus innumerables acciones se puede destacar la emboscada del Motllats (bosques de Prades), donde derrota a la columna del coronel Picaso, compuesta por mil soldados; la trampa de Rocabruna (Sierra de Prades), donde consiguió huir de una emboscada con su partida, gracias a su rapidez de reflejos; el aniquilamiento de la partida de Petrol, comandante militar de una partida de liberales, con sede en La Riba (Tarragona); la sorpresa de la Mussara (Tarragona), donde tuvo lugar el salto a caballo por el despeñadero para huir del estrecho cerco de sus enemigos. Algunas de estas acciones quedaron escritas para siempre en la toponimia del lugar “el grau del Nen” o “la cueva del Nen”, “la cisterna del Nen”. Al final de la guerra, cuando ya se había firmado la paz en Cataluña, fue herido en una emboscada accidental en Xerta (Tarragona), donde descansaba junto a su partida. Trasladado a Tortosa, fallecía tres días después a consecuencia de las heridas recibidas, según la versión oficial. Entre los carlistas se creyó que el Nen fue asesinado. Avalaba esta sospecha el hecho de que un hombre con el pulmón izquierdo atravesado por una bala no podía sobrevivir tanto tiempo y mucho menos soportar un viaje en carro de Xerta a Tortosa, de unos ocho kilómetros de distancia.

El trágico final de su vida terminó por mitificar y popularizar a Pere Balcells, como a casi todos estos personajes que se mueven entre la leyenda y la historia, la realidad y la fantasía, y despiertan, a la vez, sentimientos de admiración y terror. El Nen de Prades ha gozado de esta aureola proverbial que el paso del tiempo no ha borrado sino que la ha engrandecido y magnificado, hasta convertirlo en un héroe legendario inmortal en el recuerdo.

 

Fuentes y bibl.: Archivo parroquial de Prades, Llibre de Baptismes, n.º 5, fol. 5; Archivo del Registro Civil de Tortosa, Defunciones 1875, t. I, fol. 286; Archivo General Militar de Madrid, Colección adicional de documentos contemporáneos. Guerras carlistas (1834-1878); Archivo de la Real Academia de la Historia de Madrid, fondo A. Pirala, legs. 9/6869-B (1874) y 9/6880-B (1874).

R. Vallverdú, El tercer carlisme a les comarques meridionals de Catalunya, 1872-1876, Barcelona, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 1997 (col. Biblioteca Abat Oliva), n.º 177, pág. 397; R. Vallverdú, El Nen de Prades. Un capitost adolescent a la tercera guerra carlina, Reus, edicions del Centre de Lectura, 1997.

 

Robert Vallverdú Martí