Lucena. ?, c. 1475 – c. 1535. Escritor, ajedrecista.
Los únicos datos que se tienen de su vida son los que él mismo proporciona en sus dos obras publicadas en un volumen, Repetición de amores y Arte de ajedrez con CL juegos de partido (hacia el otoño de 1497). La Repetición de amores está dedicada a una “linda dama su amiga” quinceañera cuyo nombre no proporciona, y el Arte de ajedrez al “sereníssimo y muy sclarecido don Johan el tercero príncipe de las spañas”. Sólo dos autores tuvieron el privilegio de poder dedicar sus obras al príncipe Juan: Juan de la Encina y Lucena. En las dedicatorias de ambas obras se declara Lucena “hijo del muy sapientíssimo doctor y reverendo prothonotario don Johan Remírez de Lucena embajador y del Consejo de los Reyes nuestros señores”. En la época de la publicación del volumen “estaba estudiando en el preclaríssimo Studio de la muy noble cibdad de Salamanca” y había estado en “Roma y por toda Italia y Francia y España”, donde llevado de su afición al ajedrez había jugado y “visto jugar a jugadores y yo he podido por mí mesmo alcanzar”.
La última posible localización de Lucena en España pudiera ser cuando, según su padre, Juan Ramírez de Lucena, volcado en la defensa de un hermano suyo encarcelado por la Inquisición, acudió en 1503 a Zaragoza acompañado de sus “hijos y hiernos”.
Las siguientes posibles localizaciones pudieran ser, primero en Francia, ya que sus tratados de ajedrez así parecen indicarlo. Así se deduce de los manuscritos de Gotinga (hacia 1505), escritos en latín, y el conocido como París/Place (c. 1515), en francés; segundo, en Alemania, ya que el manuscrito (c. 1530) que se conserva en la Biblioteca Nacional en París de los fondos alemanes (signatura f. allem. 107) está escrito en alemán.
El nombre que utiliza refiriéndose a sí mismo es siempre Lucena y sus contemporáneos así lo hacen, por ejemplo Hernando Colón en su repertorio bibliográfico.
El hecho de que los estudiosos de los incunables iniciasen la costumbre de añadirle otros nombres de pila y apellidos, ya en pleno siglo xix, sin ninguna base documental, ha contribuido a crear una cierta confusión que es difícil erradicar. La fama universal de Lucena se debe a su tratado de ajedrez, pues el Arte de ajedrez es la obra capital de la historia del ajedrez para situar, entender y estudiar la transición “del juego que agora jugamos que se dice de la dama y el viejo que antes se usaba”, en palabras del propio Lucena. El Arte de ajedrez representa un jalón de la mayor importancia en la literatura ajedrecística de Occidente, dado que es el primer tratado de ajedrez impreso que existe, con la especial característica de que en él se exponen las nuevas reglas del juego que habrán de perdurar hasta nuestros días, y también las entonces todavía vigentes derivadas directamente del ajedrez árabe. Este momento histórico de transición del ajedrez en que ambos sistemas de juego convivían fue reflejado por Lucena en el Arte de ajedrez con CL juegos de partido, lo cual supuso para España seguir manteniendo una primacía en este ámbito cultural que ostentaba desde que Alfonso X el Sabio escribiera en 1283 su Libro del acedrex.
La edición del Arte de ajedrez con sus ochenta y ocho folios y las ciento sesenta xilografías para los diagramas de ajedrez, más las ciento noventa y dos letras capitales necesarias, los grutescos que enmarcan los diagramas y algunas páginas, y la portada, fue el proyecto de edición de mayor envergadura que llegó a la imprenta de Leonardo Hutz y Lope Sanz en Salamanca. La publicación conjunta de la Repetición de amores y del Arte de ajedrez, a la que le faltan ciento veintitrés letras capitales, fue posiblemente ocasionada por la muerte repentina del príncipe Juan el 4 de octubre de 1497 en Salamanca, que dejaba sin sentido la publicación del Arte de ajedrez a él dedicado, con la pretensión de entrar a su servicio explicitada por Lucena en la dedicatoria. El Arte de ajedrez está formado por la dedicatoria, doce reglas y ciento cincuenta juegos de partido. En la dedicatoria proporciona Lucena los pocos datos que se poseen sobre él y, tras las alabanzas de sobrepujamiento al príncipe Juan, su petición de entrar a su servicio. La Primera Regla está dedicada a la descripción del juego, el comportamiento general y sus reglas jugando “al viejo” y “a la dama”. Las Reglas Segunda a Duodécima son la parte más importante del tratado, ya que ofrecen por primera vez en la historia del ajedrez moderno un repertorio de aperturas jugando “a la dama” para ordenar el juego. El último bloque lo forman los juegos de partido, setenta y seis jugándose “al viejo” y setenta y cuatro jugándose “a la dama”. El libro carece de colofón y no está fechado, por lo que los datos de impresores y posible datación han sido deducidos de los estudios bibliográficos e históricos.
Lucena mantuvo su afición al ajedrez a lo largo de su vida y se han conservado otros tres tratados que así lo atestiguan, todos ellos ya sólo jugándose “a la dama” y en los que la evolución del juego es notoria. En primer lugar, el Manuscrito de Gotinga (Philos. 85), en latín, que puede fecharse hacia 1505, dedicado a algún importante caballero cuyo nombre no explicita.
Está formado por doce reglas con nuevas variantes de aperturas y treinta juegos de partido tomados del Arte de Ajedrez; en segundo lugar, el Manuscrito de París/ Place, en francés, que puede fecharse hacia 1515.
Está formado por veinte reglas y veintiocho juegos de partido, también con novedades en las aperturas pero no en los juegos de partido; en tercer lugar el Manuscrito de París f. allem. 107, en alemán, que puede fecharse hacia 1530. Está formado por catorce reglas cuyas aperturas ofrecen variantes más avanzadas que los tratados anteriores. Este manuscrito ofrece la novedad de su escritura en sistema descriptivo abreviado de las jugadas, sistema de notación que se ha venido usando hasta que no hace mucho se ha impuesto el algebraico. En el campo literario la única referencia de su labor la proporciona Hernando Colón, que cita el Tractado sobre la muerte de don Diego de Azevedo, comprado en julio de 1514 en Medina del Campo por 10 maravedís, pero sin datos bibliográficos (incipit: “Si pensasse muy magnífico”; desinit: “parte de su mal”). Hoy día no se conoce ningún ejemplar de este tratado.
Obras de ~: Repetición de amores y Arte de ajedrez con CL juegos de partido, Salamanca, Leonardo Hutz y Lope Sanz, 1497 (Biblioteca Nacional de España, ms. I-510) (ed. facs., est. hco. y bibliogr. y est. ajedrecístico de J. Pérez de Arriaga en El incunable de Lucena. Primer arte de ajedrez moderno, vol. II, Madrid, Polifemo, 1997); Manuscrito de Gotinga (Philos. 85), c. 1505; Tractado sobre la muerte de don Diego de Azevedo, [c. 1514] (atrib. por H. de Colón, Registrum B, c. 1539, catedral de Sevilla, Biblioteca Colombina, n.º 3.974); Manuscrito de París/Place, c. 1515; Manuscrito de París f. allem. 107, c. 1530.
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Joaquín Pérez de Arriaga