Ayuda

Francisco Ferrándiz Alborz

Biografía

Ferrándiz Alborz, Francisco. Feafa. Planes de la Baronía (Alicante), 1892 – Montevideo (Uruguay), 1961. Director de periódico, escritor, político y militante del Ejército republicano español.

Hijo de un miembro de la Guardia Civil de Alcoy y de una mujer del pueblo llano, tuvo numerosos hermanos y una familia unida y feliz, y aunque no dispuso de tiempo y dinero para seguir estudios serios, leía incansablemente y siguió cursos libres en la Universidad de Alicante. Aventurero y trashumante, decidido a conocer el mundo, en 1922 viajó a Argentina, país que recorrió en su mayor parte, y atraído por todo cuanto se había escrito sobre la realidad socioeconómica de América hispana, en 1924 continuó su viaje por las repúblicas de Chile, Perú y Ecuador.

En Perú le desagradó la dictadura del general Augusto B. Leguía. En 1925 llegó a Ecuador y con Francisco Noguera, otro español aventurero, siguieron a pie la línea férrea Guayaquil-Quito y avanzaron hasta Ibarra, pues querían observar las altas regiones andinas.

A continuación visitó Colombia, Venezuela, Panamá, México, Guatemala y Honduras. En 1929 vivió por segunda ocasión en Ecuador, estudió su literatura e historia y recorrió las costas desde Guayaquil hasta Esmeraldas.

A raíz de su llegada, inició una columna semanal en el diario El Telégrafo, decano de la prensa ecuatoriana, bajo el seudónimo anagramático de Feafa. Pronto se convirtió en el más importante crítico literario del país por su amplia cultura, facilidad de expresión y hermoso estilo. En 1930 fue el primero en saludar el violento cambio de una literatura ecuatoriana simplona y naturalista, que ya no significaba nada, hacia el nuevo realismo social más de acuerdo con la situación de denuncia que vivía Latinoamérica. En 1931 editó la revista Clamor. En 1932 colaboró en los periódicos socialistas Ardeplo y Expectación, que editaba en Guayaquil el doctor Rigoberto Ortiz Bermeo, y contrajo matrimonio con la doctora Florencia Bravo Malo, nacida en Cuenca del Ecuador, odontóloga, divorciada y madre de un niño que Feafa quiso y educó como propio. Ella aún era joven, bella, culta y profesaba el credo socialista como su marido.

A fines de año viajaron a Alicante, donde Feafa los descuidó, dejándose ganar por la política a tiempo completo mientras ella trabajaba como dentista, y colaboró en diversos órganos de difusión de la línea radical del Partido Socialista Obrero Español que pretendía tomar el poder por la vía de la revolución.

En 1933, la doctora y su hijo regresaron a Guayaquil.

En 1934 viajó tras ellos, pero no hubo reconciliación y durante el resto del año recorrió por pueblos y ciudades. Al año siguiente retomó su columna periodística, publicó veinticinco estampas de Guayaquil y alquiló un departamento que pronto se convirtió en el centro cultural de la ciudad, pues era visitado por intelectuales, artistas y políticos. Feafa practicaba un intelectualismo encantador, podía conversar largas horas sin jactancia, cansar o repetirse.

Pensaba que todo hombre medianamente inteligente siquiera debía gastar el 10 por ciento de su sueldo en libros.

Al estallar la Guerra Civil española viajó a Quito, trabajó en el diario socialista El Día, organizó una manifestación callejera en respaldo de la República y fue detenido por varias horas. En su columna denunció al país que el dictador Federico Páez, el nuncio apostólico Fernando Cento y la Misión Militar Italiana, contratada para la instrucción del ejército, preparaban la instauración de un régimen fascista en el Ecuador, lo cual era verdad como después se comprobó.

El dictador dispuso su prisión y envío al penal de la isla Isabela, en el lejano y desolado archipiélago de las Galápagos, donde hubiera permanecido entre ladrones y asesinos, pero la opinión pública se levantó y el ministro de Gobierno cambió la orden de prisión por el destierro.

A principios de 1937, nuevamente en España, dirigió la revista de teoría social Spartacus y el diario El Socialista de Madrid, colaborando intensamente con la presidencia del Consejo de Gobierno de Largo Caballero. En mayo se incorporó al Ejército republicano, fue destinado al frente de Levante y durante un corto lapso fue comisario de Guerra en Extremadura.

En marzo de 1939 intervino en las guerrillas entre comunistas y no comunistas. En abril se escondió en las sierras de Alicante para escapar de los falangistas y escribía desde el anonimato. En 1940 fue apresado y condenado a muerte, sentencia que fue conmutada por otra de treinta años de trabajos forzados.

En 1945, la doctora Bravo Malo y los intelectuales socialistas ecuatorianos exigieron al presidente Velasco Ibarra que intercediera ante el generalísimo Franco para pedir la libertad de Feafa. Al año siguiente salió al destierro, bien entendido que si regresaba a España le fusilarían. Desde entonces vivió en Montevideo, capital de Uruguay, como profesor de Literatura española en un liceo, y escribiendo para varias revistas (España Republicana de Buenos Aires, Cuadernos Americanos de México y Cuadernos del Congreso por la Libertad de la Cultura de París) y publicó tres libros sobre Ecuador: Ruta Indígena, Indios y Marimba.

En 1951 editó La bestia contra España con episodios sobre los últimos días de la República y el comienzo de la Guerra Civil. Ensayo de madurez, alegato contra el fanatismo, venga de donde viniere. Habitaba un departamento céntrico, vivía de sus sueldos y regalías como periodista y autor. Falleció de insuficiencia cardíaca. Siempre fue un ser profundamente agitado, intranquilo y nervioso. Como escritor, su obra es anecdótica, erudita y solidaria, pues defendió a los trabajadores con su pluma. En Ecuador ejerció una poderosa influencia en el gusto literario en la década de 1930, que fue tiempo de cambios violentos hacia una narrativa comprometida con la realidad nacional.

De buena presencia incluso en su vejez, era alto y espigado, de musculatura definida, rubio y con ojos claros.

 

Bibl.: R. Pérez Pimentel, Diccionario Biográfico del Ecuador, t. XI, Guayaquil, Imprenta de la Universidad, 2002 (2.ª ed.) (www.diccionariobiograficoecuador.com).

 

Rodolfo Pérez Pimentel

Relación con otros personajes del DBE

Biografías que citan a este personaje

Personajes citados en esta biografía

Personajes similares