Carnevali de Medina, Fernando. Sevilla, 13.VIII.1847 – Almería, 13.VIII.1905. Marino y artillero.
Vástago de distinguida familia sevillana, a los catorce años ingresó como aspirante en el Colegio Naval Militar y allí ascendió sucesivamente a guardia marina de 2.ª clase (1863) y de 1.ª clase (1866), navegando en diversos buques por los mares de Europa y de América. Terminados brillantemente sus estudios, el 22 de junio de 1868 fue promovido a alférez de navío. Cuando se inició la Revolución de septiembre de 1868 se hallaba en Madrid y se puso a las órdenes del Gobierno, pero el triunfo de los sediciosos le llevó a solicitar un destino en Cuba; llegó a La Habana en mayo de 1869. Participó en varias operaciones militares y desembarcos, condujo a La Habana uno de los cañoneros adquiridos en Estados Unidos, y después fue oficial de derrota a bordo del vapor Churruca, mereciendo la Cruz del Mérito Naval con distintivo rojo. En julio de 1873 ascendió a teniente de navío y mandó el pailebot Tarquino hasta que, en enero de 1874, fue destinado a la Península. Nada más llegar, solicitó la licencia absoluta por no querer servir al Gobierno republicano y, a mediados de abril, ingresó en el Ejército real carlista. Asistió a las últimas operaciones del sitio de Bilbao y al combate de Villarreal de Álava. A mediados del mismo año se le confió el mando de la compañía de Artillería del tren de sitio, y en el asedio de Irún mereció el ascenso a comandante. En febrero de 1875 fue destinado a Vizcaya, se batió en Monte Abril, Santa Marina y Arbolancha, dirigió la fábrica de dinamita de Galdácano, y el 13 de abril ascendió a teniente coronel. Mediado el mes de mayo se distinguió por su valor y sangre fría en el sitio de Guetaria, abriendo la brecha personalmente con dinamita, y por este mérito ganó la Cruz Laureada de la Orden Militar de San Fernando. Más tarde fue ayudante de campo del príncipe y general conde de Caserta, y se halló en numerosos combates. Fue promovido a coronel de Artillería el 31 de enero de 1876, pero emigró a Francia pocos días más tarde. Tras la Guerra Carlista mandó un vapor propiedad del conde de Caserta, solicitó volver al servicio durante la crisis de las islas Carolinas (1885), y por fin regresó a España.
Falleció en la mina almeriense Menas de Bacares.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Marina Álvaro de Bazán (Viso del Marqués, Ciudad Real), leg. 620/230. G0M0 7/6039.A. de Brea González-Bayón, Campaña del Norte de 1873 a 1876, Barcelona, La Hormiga de Oro, 1897, pág. 278; Barón de Artagán, Cruzados modernos, Barcelona, La Bandera Regional, 1910, págs. 304-307; J. Fernández Gaytán, “La Marina carlista en las guerras civiles del siglo xix”, en Revista de Historia Naval, 20 (1988), págs. 5-32 [pág. 27].
Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila
