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Martín Díez de Aux

Biografía

Díez de Aux, Martín. Daroca (Teruel), s. m. s. XIV – Játiva (Valencia), 1440. Justicia de Aragón, merino, baile real, jurista.

Quizá sea uno de los justicias más conocidos, seguramente porque a él se dirige, en 1435, la Carta Intimada de Juan Ximénez Cerdán, su antecesor en el cargo, que figura en las ediciones impresas de los Fueros y Observancias de Aragón, y en la que se expone toda la mitología y los tópicos que luego han perdurado en torno a la figura del Justicia de Aragón.

Latassa afirma que nació en Zaragoza, después de la mitad del siglo XIV; sin embargo, Giménez Soler lo hace nacer en Daroca. Tenía un rico patrimonio y era señor de varias villas y lugares. Se casó en primer lugar con Isabel de Cerdán con la que tuvo varios hijos, uno de los cuales, Martín, fue camarero del rey Alfonso V. Contrajo segundas nupcias con Ana Ximénez de Liñán.

Con la muerte del rey Martín I (1410), Díez de Aux comienza a intervenir en la vida pública, tomando partido por los Urreas y por el infante de Castilla, Fernando de Antequera, como sucesor del reino. En 1411 era procurador fiscal de la Corte del gobernador general Gil Ruiz de Lihori, y hubo de intervenir en algunos procesos seguidos por causa del asesinato del arzobispo de Zaragoza, García Fernández de Heredia, por el noble Antón de Luna, partidario del conde de Urgell en el conflicto sucesorio.

Cuando, finalmente, fue elegido Rey, por el Compromiso de Caspe, Fernando de Antequera, Martín Díez de Aux recibió su recompensa. Obtuvo un cargo en la Tesorería y por sus servicios el Rey le donó dos mil sueldos, además de los quinientos florines que ya le había dado en el sitio de Balaguer.

En enero de 1416 fue elegido, de entre una terna, justicia de la Comunidad de Daroca, y tres años más tarde se le encomendó la inspección de la administración de la villa de Ejea (Zaragoza), con capacidad para castigar a quienes no hubieran ejercido bien sus funciones. En 1421 era merino de las aldeas de Daroca, y en 1422 accedió al cargo de baile del reino, ocupando, por tanto, el tercer lugar dentro de la jerarquía institucional de Aragón.

Las Cortes de Teruel de 1427-1428 acuerdan por “Acto de Cortes” encomendar a Martín Díez de Aux, como experto jurista, junto con otros que él debe designar, la recopilación en un volumen de los usos, observancias y actos de Cortes del reino. Así lo hacen, de forma selectiva y resumida, basándose en recopilaciones anteriores, sobre todo la mucho más amplia de Jaime de Hospital. Se redactan en latín, divididas en nueve libros. Se presentaron en borrador para el conocimiento de distintos expertos de Zaragoza que en su mayoría las aceptaron como buenas. Se publicaron en 1437, siendo ya Justicia de Aragón, con el título Observantiae consuetudinesque Regni Aragonum in usu communiter habitae. Tuvieron carácter oficial y desde la primera edición impresa (1476-1477) se incluyen junto con los Fueros de Aragón.

Durante este tiempo, Martín Díez fue enriqueciendo su patrimonio, consiguiendo los bienes que se habían confiscado a Juan Gil Tarín que había apoyado al conde de Luna. En 1430 compró El Castellar, también confiscado esta vez al propio conde de Luna, con hombres y mujeres, incluidos judíos y musulmanes, sobre los que tenía completa jurisdicción.

El 30 de septiembre de 1433 es nombrado desde Palermo por Alfonso V, Justicia de Aragón con carácter vitalicio, pero con la condición, aceptada por escrito, de que renunciaría al cargo y volvería al de bayle, si el Rey así se lo pedía.

Martín Díez de Aux hizo un mal uso de su cargo, favoreciendo a sus amigos y lucrándose con el dinero público. El Rey, en marzo de 1436, le advierte que mantenga la honestidad en su oficio.

Relacionado con esta advertencia o no, el caso es que las Cortes de Alcañiz de este mismo año aprueban un fuero por el que ni el Rey por sí solo ni sus oficiales pueden encausar ni siquiera denunciar al Justicia, ni a sus lugartenientes y notarios, aunque a éstos con algunas salvedades, por ningún delito, aunque fuera grave, cometido como persona privada, sino que la acusación y el procesamiento debía de ser conjunto entre el Rey y las Cortes.

Díez de Aux se sintió protegido y seguro con esta norma y continuó dilapidando el dinero público. El 16 de diciembre de 1438 el Rey envía a Aragón a su secretario Juan de Olzina, con instrucciones terminantes para que el infante Juan o la reina María se entrevistasen con el Justicia y le hiciesen renunciar al cargo, de grado o por fuerza si fuese necesario.

Como Martín Díez se negase a ello, fue apresado y enviado a Játiva en 1439, donde murió al año siguiente antes del primero de julio. Según Giménez Soler, asesinado por mandato real. Su cuerpo se trajo posteriormente a Zaragoza y fue enterrado en un rico sepulcro, mandado hacer por su segunda esposa, en el claustro de San Francisco, según cuenta Latassa.

 

Bibl.: A. Giménez Soler, “El Justicia de Aragón Martín Díez de Aux”, en Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, Año III, n.º 7 (julio de 1889), págs. 385-391; “Justicias de Aragón. Apuntes cronológicos”, en Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, X (1904), págs. 119-126; J. Zurita, Anales de la Corona de Aragón, ed. de Ángel Canellas López, vol. 6, libro XIV, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1978; A. Pérez Martín, Edición de los Fori Aragonum von Codex von Huesca (1247) bis zur Reform Philipps II (1547) nach der Ausgabe, Liechtenstein, Topos Verlag-Vaduz, 1979; M. Gómez Uriel, Bibliotecas antigua y nueva de escritores aragoneses de Latassa aumentadas y refundidas en forma de diccionario bibliográfico-biográfico, ed. electrónica de Manuel José Pedraza Gracia, José Ángel Sánchez Ibáñez y Luis Julve Larraz, Zaragoza, Universidad, Facultad de Filosofía y Letras, 1999 (reprod. electrónica de la ed. de Zaragoza, Calisto Ariño, 1884-1886, 3 vols. http://fyl.unizar.es/latassa/latassa.html); L. González Antón, “La vinculación familiar del cargo de Justicia y sus consecuencias institucionales”, en Tercer Encuentro de Estudios sobre el Justicia de Aragón (Zaragoza, 24 de mayo de 2002), Zaragoza, El Justicia de Aragón, 2002, págs. 9-31

 

María Dolores Barrios Martínez

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