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Inocencio Berruguete

Biografía

Berruguete, Inocencio. ¿Paredes de Nava (Palencia)?, p. s. XVI – ?, 1567 post. Escultor.

Inocencio Berruguete debió de nacer en Paredes de Nava, en fecha desconocida. Era sobrino de Alonso Berruguete y, por lo tanto, nieto del pintor Pedro Berruguete. Su padre debió de ser Pedro González Berruguete, vecino de Paredes de Nava, único hermano de Alonso, que aún vivía en 1567, como se desprende del poder que el 3 de julio de ese año le dio Alonso Berruguete y Pereda, hijo de Alonso Berruguete. Inocencio tuvo una hermana llamada Felicia González Berruguete, que estuvo casada con el escultor Esteban Jordán. Por un poder que daba Inocencio en 1561, también se conoce que la madre de ambos era María Martínez, y que tenían otro hermano llamado Pedro Torres, del que se ignora si tuvo alguna relación con el escultor palentino Pedro de Torres, activo a finales del siglo XVI. A su vez, él estuvo casado con María Valenciano, que pertenecería a esta familia de comerciantes de Medina de Rioseco, con la que su tío Alonso tuvo relaciones de parentesco y económicas. En 1567 vendió unas casas que tenía en el Almají, fuera de la Puerta del Campo de Valladolid, censadas al menos desde 1563 al vecino convento del Carmen Calzado. Es su último dato biográfico conocido.

Su formación se hizo en el taller de su tío, con quien colaboró muy joven en la sillería alta de la catedral. Parece que Alonso protegió a su sobrino, lo que siempre hizo con toda su familia. Al mismo tiempo le debió de enseñar a diseñar, pues los dibujos atribuidos a Inocencio son claramente relacionables con el estilo de dibujante de su tío. De ese proteccionismo estrecho hablan algunos artistas en 1553. Una muestra de la confianza de éste en su sobrino es el hecho de que el 26 de octubre de 1546 éste le dio un poder para entender en un pleito que tenía con el comerciante riosecano Vicente Valenciano.

El 17 de diciembre de 1550 concertó con el caballero Pedro González de León, para que hiciese los bultos sepulcrales en alabastro del mismo y de su mujer, María Coronel. Se decidió que el pago definitivo de la obra fuera a tasación final, según lo que ordenara su tío Alonso Berruguete. Pero el comitente, amigo de éste, quería rebajar la cantidad, lo que motivó un pleito en el que intervinieron distintos testigos, que indicaron sus opiniones sobre los hechos. El 6 de abril de 1551 Juan de Juni e Inocencio concertaron realizar el retablo de la capilla funeraria de Francisca de Villafañe en el sotocoro del monasterio de San Benito de Valladolid. Se han salvado cuatro esculturas que se conservan en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid.

Fue policromado en 1570 según contrato de Juan Tomás Celma.

El 10 de septiembre de 1551 contrató el retablo mayor de la Trinidad Calzada de Valladolid, que era un retablo de gran porte, pues tenía banco, tres cuerpos y ático, desaparecido a raíz de la Guerra de la Independencia. En este contrato actuaba de fiador su tío. La descripción de Antonio Ponz indica que se asemejaba al retablo de San Benito, realizado por aquél. Esta actitud protectora de Alonso Berruguete se complementa con la noticia de 1552 en la que ofrecía a Inocencio hacer el retablo de la capilla del mercader Francisco Lomelín en el convento de la Concepción de Valladolid. En 1554, el comitente tuvo un pleito con el pintor Benito Rabuyate, encargado de la pintura de esta capilla, y requirió la presencia de Alonso e Inocencio como veedores de la obra, pero éstos prefirieron no intervenir en el mismo.

En 1553 contrató el retablo mayor de Santa Eulalia de Paredes de Nava, que iba a sustituir al realizado a finales del siglo XV, cuyas pinturas eran de su abuelo, Pedro Berruguete. Pero el obispo Pedro Lagasca decidió que se redujera el proyecto y se aprovecharan estas pinturas. Esto originó el desinterés del escultor, quien traspasó la obra a su cuñado Esteban Jordán. Él sólo hizo el Calvario y la Asunción. Dos obras que no llegó a realizar son el retablo mayor del monasterio de la Santa Espina (Valladolid), contratado en 1554, y el retablo mayor de San Juan de Santoyo (Palencia), en el que dio una traza en 1562. En 1557 residía en Villalón, donde estaba trabajando probablemente en el actual retablo de Villacidaler (Palencia) y en otras obras, pues el entallador Hans de Brujas daba un poder para cobrarles dinero y otros bienes a él y a su oficial Antonio Martínez, indicando que vivían en esta villa. En 1560 es citado en Valladolid, pues fue uno de los artistas que se encargaron de tasar los bienes de Carlos V del castillo de Simancas (Valladolid). Al año siguiente dio un poder a su madre, María Martínez, y a su hermano, Pedro de Torres, para cualquier tipo de cobro. Este mismo año actuó de testigo del poder que dieron la viuda e hijo de Alonso Berruguete para hacerse cargo del sepulcro y de los bienes dejados por éste en el Hospital Tavera de Toledo.

En 1562 contrató junto al vallisoletano Juan Bautista Beltrán el retablo mayor del Salvador de Simancas (Valladolid), su última obra conocida. El escultor sólo aparece cobrando en 1562. Después se le dieron pagos en 1563 y 1566, pero la mayor parte de los mismos se libraron a su compañero, lo que hace sospechar que él pudo dar los diseños y modelos, pero su actuación de trabajo escultórico fue menor que la de Beltrán. Se sabe que tenía apalabrada la ejecución del retablo de Capillas (Palencia), al mismo tiempo que la iglesia también lo tenía con Juan Mateo de Bolduque, por lo que el obispo de León ordenaba que sólo se hiciera con éste.

Desgraciadamente, aunque se tienen documentadas muchas obras de Inocencio Berruguete, no llegó a hacer algunas y otras han desaparecido, lo que dificulta la precisión de su primer estilo. Por otro lado, intentó implantar el método de trabajo de su tío, con una actividad de diseñador que dejaba la ejecución técnica en manos de sus discípulos y colaboradores, pero no tuvo la capacidad directora de su tío, por lo que en algunas ocasiones parece que dejaba excesivamente libres a los mismos. Así se expresó por algún testigo en el citado pleito con Pedro González de León. Se sabe que uno de sus colaboradores fue el escultor Antonio Martínez, vecino de Medina de Rioseco, a quien algunos testigos en el pleito con Pedro González de León señalaban como el auténtico ejecutor del sepulcro. Del retablo de Francisca de Villafañe se conservan las esculturas de San Jerónimo y Santa Elena, que muestran estar inspiradas en modelos junianos, pero realizadas con frialdad, a la manera romanista, lo que hace sospechar que pudo delegar su ejecución en su cuñado Esteban Jordán, quien también trabajó para él.

De atender a lo indicado por Antonio Ponz y a lo que muestran las esculturas que pueden pertenecerle en el retablo de Santa Eulalia de Paredes de Nava, en la década de los años cincuenta hacía una escultura movida, de facciones aún expresivas, que seguía la corriente evolucionada hacia la elegancia de la estética berruguetesca que se comenzó a dar en Toledo a partir de la terminación de la sillería alta de la catedral.

Por este motivo, ha de ser suyo el retablo de Villacidaler, cuya Asunción está muy cercana a la del citado retablo paredeño. En el postrero retablo de Simancas, la traza y la escultura están ya plenamente influidas por el romanismo de Becerra, que acababa de hacer el retablo mayor de Astorga, junto a notas junianas y de Juan de Anchieta.

 

Obras de ~: Colaboración con Alonso Berruguete en la sillería alta del coro de la catedral de Toledo, 1539-1542; Sepulcros de Pedro González de León y su mujer, María Coronel, convento de la Madre de Dios, Valladolid, 1550-1553 (desapar.); Retablo de la capilla de Francisca de Villafañe, monasterio de San Benito de Valladolid, 1551; Retablo mayor de la Trinidad Calzada, Valladolid, 1551 (desapar.); Retablo mayor de Santa Eulalia de Paredes de Nava, Palencia, 1553; Retablo mayor del Salvador de Simancas, Valladolid, 1562; Retablo mayor de Villacidaler, Palencia, s. f. (atrib.); Escultura de San Lázaro en San Miguel de Villalón de Campos, Valladolid, s. f. (atrib.); Escultura de Santiago en Guaza de Campos, Palencia, s. f. (atrib.); Virgen con el Niño en San Miguel de Villalón, Valladolid, s. f. (atrib.); Virgen con el Niño en El Salvador de Simancas, Valladolid, s. f. (atrib.); Retablo de la ermita de San Pedro de Acebes en Guaza de Campos, Palencia, s. f. (atrib.); Anunciación del convento de San Benito, Valladolid, s. f. (atrib.).

 

Bibl.: A. Ponz, Viaje de España, t. XI, s. l., Viuda de Ibarra, Hijos y Compañía, 1787-1794, carta III; Conde de la Viñaza, Adiciones al Diccionario Histórico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes en España de don Juan Agustín Ceán Bermúdez, Madrid, Tipografía de los Huérfanos, 1889-1894; J. Martí y Monsó, Estudios histórico-artísticos relativos principalmente a Valladolid, Valladolid-Madrid, Leonardo Miñón, 1898-1901; E. García Chico, Documentos para el estudio del arte en Castilla. Escultores, Valladolid, Universidad, Seminario de Arte y Arqueología, 1941; Documentos para el estudio del arte en Castilla. Pintores, t. III, vol. I, Valladolid, Universidad, Seminario de Arte y Arqueología, 1946; J. M. de Azcárate, Escultura del siglo XVI, t. XIII en M. Almagro Basch et al., Ars Hispaniae: historia universal del arte hispánico, XIII, Madrid, Plus-Ultra, 1958; E. García Chico, Nuevos documentos para el estudio del arte en Castilla. Escultores del siglo XVI, Valladolid, Universidad, 1959; A. R. Santamaría, “Iglesia del Convento de la Concepción”, en Boletín del Seminario de Arte y Arqueología (BSAA), XXVI (1960), págs. 180-187; R. Revilla Vielva, “Los Berruguete. Obras suyas”, en Publicaciones de la Institución Tello Téllez de Meneses, 24 (1965), págs. 1-16; J. Camón Aznar, La escultura y la rejería españolas del siglo XVI, en J. Pijoan (dir.), Summa Artis: historia general del arte, Madrid, Espasa Calpe, 1967 (2.ª ed.), XVIII; A. Bustamante García, “Notas sobre el Convento de San Benito el Real de Valladolid”, en BSAA, XXXVII (1971), págs. 531-534; J. J. Martín González y F. Heras García, “Inventario Artístico de Valladolid. La clausura del convento de Concepcionistas Franciscanas”, en BSAA, XXXVII (1971), págs. 521-526; F. J. Portela Sandoval, La Escultura del Renacimiento en Palencia, Palencia, Diputación Provincial, 1977; J. M. Parrado del Olmo, Los escultores seguidores de Berruguete en Palencia, Valladolid, Universidad, Secretariado de Publicaciones, 1981; J. Urrea Fernández y J. C. Brasas Egido, Catálogo monumental de la provincia de Valladolid. Antiguo Partido Judicial de Villalón, Valladolid, Diputación Provincial, 1981; J. J. Martín González y F. J. de la Plaza Santiago, Catálogo monumental de la Provincia de Valladolid. Monumentos religiosos de la ciudad de Valladolid (conventos y monasterios), Valladolid, Diputación Provincial, 1987; M. A. Zalama Rodríguez, “El retablo mayor de la iglesia de Santa Eulalia, en Paredes de Nava (Palencia)”, en BSAA, LIV (1988), págs. 361-374; J. M. Parrado del Olmo, Las tendencias de la escultura vallisoletana antes del Romanismo. 1539-1562, Valladolid, Universidad, 2004; L. Vasallo Toranzo, Juan de Anchieta. Aprendiz de escultura en Castilla (1551-1571). Valladolid, Universidad de Valladolid, 2012; M. A. Zalama, “El retablo de Santa Eulalia en Paredes de Nava. De Pedro Berruguete a Inocencio Berruguete”, en J. Hoyos Alonso (coord.) Alonso Berruguete: su obra e influencia, actas del curso de la Universidad Casado del Alisal (Palencia-Paredes de Nava, 10-12.XI.2011), Palencia, Diputación de Palencia, 2013, págs. 171-191.

 

Jesús María Parrado del Olmo