Zorita Alonso, Demetrio. Ponferrada (León), 5.X.1917. Torrejón de Ardoz (Madrid), 27.XI.1956. Aviador militar.
Niño inquieto y muy aficionado a la mecánica, a los diez años ya realizaba a escondidas pruebas automovilistas. Cuando en el fatídico año de 1936 se preparaba para el ingreso en la Escuela de Ingenieros de Caminos, al producirse los acontecimientos del mes de julio se alistó en el Regimiento de Infantería de Burgos n.° 31, tomando parte en la campaña del Norte encuadrado en la 5.ª Brigada de Navarra.
Cansado de aquella contienda defensiva y sedentaria, solicitó realizar un curso para pilotos que tuvo lugar en Alemania. A su regreso a España a finales de 1937, fue promovido a alférez provisional de Aviación y encuadrado en el 2-G-3, grupo de caza, de Fiat CR-32, que mandaba García Morato y con esta unidad participó en los duros combates del invierno de Teruel, en la “marcha al mar” en la primavera de 1938, y en la fracasada ofensiva sobre Valencia.
Poco después fue destinado a la 8-E-3, escuadrilla de nueva creación; luchó en el frente de Extremadura, en Cabeza de Buey, Campanario y Zarzacapilla, para contener la dura ofensiva enemiga en el sector de Peñarroya-Monterrubio, en enero de 1939. Combatió sobre Fuente Sancha, contra un Polikarpov I-115 “Chato” al que derribó, pero sólo se le adjudicó como derribo probable.
Terminada la guerra, realizó el curso de tripulante aéreo e ingresó en la Academia de Aviación de León, donde obtuvo, en julio de 1941, el despacho de teniente profesional de la Escala del Aire, encuadrado en la 1.ª promoción de dicha Academia. Días más tarde, solicitó, y obtuvo, alistarse en la Escuadrilla Azul, para combatir en Rusia. Saldría de España formando parte de la 1.ª Escuadrilla Expedicionaria mandada por el comandante Ángel Salas Larrazábal.
El teniente Zorita, nada más llegar a Alemania, fue seleccionado por los alemanes para participar en una acción de guerra en el frente ruso, por ello fue el primer español que operó en Rusia. El 2 de octubre inició su actividad bélica la escuadrilla española, primero desde Minsk y Konaja, y más tarde desde Kalinín, a escasos kilómetros de la línea de contacto. Eran los momentos en que el mando alemán consideraba que el camino de Moscú estaba abierto. La escuadrilla española empleada en misiones de cooperación con las tropas de tierra realizó frecuentes ataques al suelo, destruyendo un tren de material de guerra el 27 de octubre. El 5 de noviembre, el teniente Zorita divisó, cerca de Denewo, una avioneta de enlace enemiga a la que atacó y derribó. Seis meses después de su llegada a Rusia, el 12 de enero de 1942 regresaba a España la 1.ª Escuadrilla, con un balance de 460 servicios de guerra y el caro tributo de cinco pilotos muertos.
Al poco de regresar a España fue destinado a Canarias, donde conoció a María del Carmen Rieckers Alzola, con la que se casó en 1945. De este matrimonio nacieron tres hijos (Demetrio, que seguirá la carrera de su padre, Ana María y José). En este mismo año ascendió a capitán. Demetrio Zorita, llevado por su enorme afición al vuelo, no perdió oportunidad para perfeccionar su profesión de aviador y así realizó los cursos de Vuelo sin Motor, Vuelo sin Visibilidad, Cartografia y Fotografia, Transmisiones y, por último, en 1949 se diplomó de Estado Mayor y ascendió a comandante. Obtuvo siempre sus títulos y diplomas con notas extraordinarias y por ello no extraña que tan buen alumno fuese buen profesor de la Academia de León, donde pasó varios años destinado y donde nacieron todos sus hijos. Durante 1950 a 1952, estuvo destinado en el Estado Mayor, desde donde pasó destinado al Escuadrón de Experimentación en Vuelo, adscrito al Instituto Nacional de Técnica Aeronáutica Esteban Terradas (Base Aérea de Torrejón de Ardoz). En agosto de 1953 fue enviado a realizar, en el Centre d’Essais en Vol de Bretigny (Francia), el curso de piloto de pruebas. El director del centro, meses después y dadas las extraordinarias dotes para el pilotaje que tenía el comandante Zorita, concedió la autorización para que intentase cruzar la barrera del sonido (1200 km/h). El 5 de marzo de 1954, en la base aérea de Bretigny, cerca de Marsella, a bordo de un avión reactor Mystère, logró pasar dicha barrera del sonido, siendo el primer aviador español que consiguió realizar semejante proeza, en una época en la que muy pocos podían conseguirlo.
Las características tanto personales como profesionales del ponferradino incrementaron su ya reconocido prestigio. Pero, tras haber volado más de cuatro mil quinientas horas, en ochenta aviones diferentes, el 27 de noviembre de 1956, cuando realizaba en la base aérea de Torrejón de Ardoz las pruebas del prototipo de una avioneta Dewoitine, ésta no soportó los esfuerzos exigidos y cayó a tierra estrellándose y ocasionando el fallecimiento casi instantáneo del piloto.
El recuerdo que dejó Zorita, tanto entre sus superiores como entre sus compañeros y amigos, fue imborrable. Fue un ejemplo de inteligencia y profesionalidad, de entrega al servicio desempeñado con humanidad y simpatía. Teniendo en cuenta su sobresaliente historial y sus dotes personales, le fue concedida, diez días después de su muerte, la Medalla Aérea y ascendido, a título póstumo, a teniente coronel.
El 29 de diciembre de 1956, el Ayuntamiento de León acordaba designar una calle con el nombre del aviador; en su ciudad natal tuvieron que pasar muchos años para que se aprobara dar el nombre de una calle a su ilustre hijo, pero el 15 de octubre de 1971 así lo decidió el Ayuntamiento; Madrid, en reconocimiento a sus méritos profesionales y a su hazaña aérea, la primera en la historia de la aviación, también le dedicó una calle al comandante Zorita.
Bibl.: J. Salas Larrazábal, La guerra de España desde el aire, Barcelona, Ariel, 1971; VV. AA., Historia de la Aviación Española, Madrid, Instituto de Historia y Cultura Aeronáutica, 1988; La Prensa de Las Palmas, enero de 1995; E. Herrera Alonso, Cien aviadores de España, Madrid, Ministerio de Defensa, 2000; Diario de León, mayo de 2000.
Adolfo Roldán Villén
