Rodríguez Rosado, Juan José. Málaga, 15.II.1933 – Pamplona (Navarra), 23.XI.1993. Jurista y filósofo.
Jurista y filósofo de formación, fue catedrático de profesión, poeta y kantiano de vocación, intelectual fino de ideas políticas republicanas unitarias y centralistas.
Estudió la enseñanza primaria y el bachillerato en Málaga. La carrera de Derecho la inició en el Colegio María Cristina de El Escorial, licenciándose en 1955 en la Facultad de Derecho de la Universidad de Madrid. Tres años más tarde se licenció en la misma universidad en Filosofía y Letras, en la especialidad de Filosofía con una memoria de Licenciatura que llevaba por título Argumento ontológico cartesiano y crítica kantiana. Análisis del supuesto del argumento ontológico. En 1960 se doctoró en Filosofía con una tesis titulada Finito e infinito en Kant. Estudio a través de la crítica kantiana al conocimiento de Dios, en la que obtuvo Premio extraordinario.
En 1966 ganó la oposición a la plaza de catedrático de Metafísica de la Universidad de Valencia. Allí dio lugar a una fecunda escuela de la que salieron algunos profesores titulares y catedráticos de Filosofía y de Metafísica desperdigados por la geografía española. Creó en Valencia la revista Estudios de Metafísica. En 1972 se trasladó a la Universidad de Navarra, en la que fue nombrado profesor ordinario y director del departamento de Metafísica desde su llegada hasta 1992. Dirigió en Pamplona la publicación periódica Anuario Filosófico entre 1975 y 1990 en los que fueron los años más fecundos e internacionalmente reconocidos de dicha publicación periódica.
Su principal centro de atención es la metafísica kantiana, para algunos fue el mejor kantiano que hubo en España en el pasado siglo XX. Para él, la metafísica era “eterna juventud, infinito planteamiento del problema de la realidad” a la vez que “dar fe del problema del ser y de la verdad”. San Agustín y Hegel fueron sus otros autores preferidos. Además, se mostró muy crítico con el tomismo de estricta observancia (Á. González Álvarez y F. Canals Vidal) y con los defensores de la distinción entre actus essendi y existencia (Cornelio Fabro y Lluís Clavell Ortiz-Repiso), que a su entender no aparecía en ningún lugar de la obra de Santo Tomás. Admiró siempre la elegancia y la profundidad de Xavier Zubiri (1898-1983), cultivó la amistad de José Luis López Aranguren y se declaró discípulo, admirador y amigo de su maestro Antonio Millán-Puelles (1920-2005), cuyo libro Teoría del objeto puro, como genial interpretación de lo irreal, era obra del nivel intelectual de Naturaleza, Historia, Dios de Zubiri. Para Rodríguez Rosado, el pensador de San Sebastián se sitúa a la altura de lo más granado de la segunda escolástica, la española del siglo de oro. Millán-Puelles, por su parte, ha señalado la influencia en Rodríguez Rosado de San Agustín, Santo Tomás, Heidegger, Hartmann, Hoenen y, por supuesto, de Kant.
Es difícil condensar el pensamiento de Rodríguez Rosado, pues se trata de una metafísica muy amplia, y abierta a cuestiones gnoseológicas y antropológicas, pero quizás su perspectiva ontológica trimembre del ente “existencia, substancia y accidente”, su crítica a las posiciones gnoseológicas cerradas —lo que él llamaba “paradojas del realismo y del idealismo”— y su filosofía del ser son los ejes de su pensamiento filosófico. Otro polo de atención de su obra intelectual es la conjunción y articulación, en esa metafísica del ser, de las aportaciones, aparentemente antagónicas a esta ontología, de Nietzsche, Heidegger y Sartre. Sus últimos escritos se centran en el estudio del ente intelectual ideal y la radicación de la entidad inmaterial en la escala creacional.
Respecto a la Filosofía del Derecho la consideró siempre Rodríguez Rosado como una Filosofía de la Técnica, que quedaba dentro de la Filosofía cultural. Consecuentemente “la Filosofía del derecho es la razón metafísica del Derecho, y la moral social, la ley ontológica de la sociedad”. Para él hay que desvincular a radice la Filosofía jurídica de su devenir histórico, porque “no tiene historia, [ya que] no es posible enmarcar en la historia lo absoluto” (Obras Filosóficas, vol. I, p. 255).
Rodríguez Rosado fue también reconocido poeta de encendidos y vibrantes sonetos, fundamentalmente de contenido religioso, a la vez que buscaba la conexión entre poetas y filósofos nada menos que desde 1955. Sentó una teoría, teológicamente ortodoxa, sobre la naturaleza angélica. No faltan en él aficiones literarias en prosa, con agudas reflexiones de Teoría del arte.
Administró igualmente su cuantioso patrimonio, heredado de su familia, que sufrió en Antequera en 1936 el trauma terrible de la Guerra Civil.
Obras de ~: “Una república sin leyes”, en Nueva Etapa, (mayo-1952), págs. 7-16; “Kant: del Logos al Pathos”, en Nueva Etapa (NE), (mayo-1953), págs. 11-21; “Filosofía del Derecho y Teoría del Estado. Sugerencias al margen de un libro sobre política kantiana”, en La Ciudad de Dios, CLXV (1953), págs. 587-596; “Momento de Agustín”, en NE, 2ª Época, nº 6 (enero 1954), págs. 5-7; “Agustín y la idea de filosofía”, en NE, 2ª Época, nº 7 (mayo 1954), págs. 20-24; “Entre poetas y filósofos”, en NE, 2ª Época, nº 8 (enero 1955), págs. 7-11; “Idea-Brújula. Hegel”, en NE, 2ª Época, nº 9 (abril 1955), págs. 7-14; “Filosofía: sensatez y sobriedad”, en NE, 2ª Época, nº 13 (enero 1957), págs. 14-17; “En torno a una pregunta de Heidegger”, en NE, 2ª Época, nº 14 (mayo 1957), págs. 95-99; Finito e infinito en Kant (estudio a través de la crítica kantiana del conocimiento), resumen tesis doctoral, Madrid, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Madrid, 1960; Angustia existencial y esperanza cristiana, Rialp, Madrid, 1964; El problema del continuo y la gnoseología, El Escorial, Imp. Real Monasterio, 1965; El tema de la nada en la Filosofía existencial, El Escorial, Imp. Real Monasterio, 1966; “Fenomenología y aporética del conocimiento”, en Anuario Filosófico (AF), II (1969), págs. 305-331; “Ontoteodicea”, en Estudios de Metafísica (EM), II (1971-1972), págs. 253-256; “Bruno”, en EM, III (1972-1973), págs. 117-121; La metafísica de Kant, Universidad de Navarra, Pamplona, 1973; “En torno al absoluto”, en EM, IV (1973-1974), págs. 7-12; La aventura de existir, Eunsa, Pamplona, 1976; “Reason and Revolution de H. Marcuse”, en Persona y Derecho, III (1976), págs. 580-587; “La crisis del saber metafísico y el riesgo de la existencia”, en Crisi dell’Occidente e fondazione della cultura, Atti del I Convegno di studi settimane mediterranee (Palermo, 1-3.IV.1976), Palermo, 1977, págs. 253-267; “Crítica kantiana del argumento ontológico”, en Estudios en honor de J. Corts Grau, vol. II, Valencia, Universidad de Valencia, 1977, págs. 373-381; “Etienne Gilson. In memoriam”, en AF, XI, nº 1 (1978), págs. 7-15; “El riesgo de la libertad”, en Persuasione e libertà nel mondo contemporaneo, Atti del IV Convegno di studi settimane mediterranee (Palermo, 26-28.IV.1979), Palermo, 1979, págs. 91-102; “Juan Pablo Sartre. In memoriam”, en AF, XIII, nº 2 (1980), págs. 131-135; “Estructura del conocimiento”, en AF, XV, nº 2 (1982), págs. 133-148; “Estructura de la realidad”, en Razón y libertad. Homenaje a Antonio Millán-Puelles, Madrid, Rialp, 1990, págs. 92-107; Dimensiones de la realidad, Pamplona, Eunsa, 1991; “La dialéctica de Casicíaco y el orden trascendental”, en Verbo de Dios y palabras humanas. En el XVI centenario de la conversión cristiana de San Agustín, Pamplona, Eunsa, 1988, págs. 231-247; “Logos y sabiduría”, en Thémata, 9 (1992), págs. 313-330; Sonetos del Ángel, Torremolinos, 1990; “Un pensador para un pueblo”, en Razón Española, 61 (1993), págs. 181-187; “Metáforas del conocimiento”, en AF, XXVII, nº 2 (1994), págs. 447-459; Obras Filosóficas, Universidad de Navarra, Pamplona, Servicio de Publicaciones, Universidad de Navarra, 2004, 3 vols.
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Manuel J. Peláez
