Ferrándiz Arjonilla, Carlos. Valencia, 3.VI.1906 – Madrid, 9.II.1978. Aviador militar.
Era hijo de José Ferrándiz de Pinedo y de Manuela Arjonilla Canales.
Se incorporó a la Academia de Artillería de Segovia en 1923, donde, cinco años más tarde, fue promovido a teniente. Tras la entrega de despachos es destinado al Regimiento de Artillería Ligera n.º 7, de guarnición en Mataró (Barcelona). Cuando, en agosto de 1929, se disolvió esta unidad pasó al 1.er Regimiento de Artillería de Montaña, establecido en Barcelona, donde estuvo poco tiempo, pues en 1930 se incorporó al Servicio de Aviación para realizar el Curso de Observador en Cuatro Vientos (Madrid). En mayo, y tras recibir su título de observador, fue destinado al aeródromo Auámara, en Larache, al Grupo n.º 3 de la Escuadra de Marruecos.
En septiembre de 1931 se dispone que asista al curso de Pilotaje para oficiales en la Escuela Civil de Albacete. Durante el primer semestre del siguiente año reparte su tiempo entre Albacete y Cuatro Vientos, donde marchó a realizar el Curso de Mecánicos y el de Transformación. En junio se le concede el título de piloto militar de aeroplano y es destinado a la Escuadra n.º 3 en Barcelona. En este destino, practicando vuelos y viajes aéreos, permanece durante varios años. De Carlos Ferrándiz se puede destacar su habilidad como piloto, facultad que demuestra en el Concurso de Acrobacia Aérea, organizado entre las unidades de caza de la Aviación Militar, donde se clasifica en el primer puesto. A finales de 1935 se presenta a las oposiciones de ingreso en la Escuela Superior de Guerra y en noviembre de ese mismo año es nombrado alumno.
En julio de 1936, estando en Albacete de vacaciones escolares, a pesar de estar fichado como proclive al alzamiento, consiguió escapar a Tarragona, donde se unió al levantamiento del Regimiento de Infantería Almansa n.º 18, contra el Frente Popular; fracasado aquél y sometida la guarnición de la ciudad, fue detenido y quedó preso en el barco prisión Uruguay (Barcelona), más tarde en el Río Segre en Tarragona y, por último, en el vapor Isla de Menorca y en la cárcel provincial de Barcelona hasta finales de 1937, cuando fue juzgado por el Tribunal popular de Tarragona que le impuso la pena de libertad vigilada.
En los últimos días de 1937 consigue evadirse y pasar por Irún a la zona nacional. Se incorporó al Ejército de Tierra y, por ser alumno de la Escuela de Guerra, fue destinado al Estado Mayor de la División Marroquí 150, al que se incorporó el 9 de marzo en la Almunia de Doña Godina (Zaragoza). Con esta unidad participó en la ofensiva de Aragón y en las operaciones llevadas a cabo en las conquistas de Azuara, Lécera y Puebla de Híjar y en la rotura de la línea enemiga del Guadalope, presentándose en la Jefatura de Aviación en Salamanca. En febrero de 1938 se le concede el empleo de capitán de Artillería, con antigüedad de marzo de 1937.
En mayo pasó el capitán Ferrándiz al Estado Mayor del Cuerpo de Ejército de Urgel y, con él, participó en la ofensiva de Cataluña que llevó a las fuerzas nacionales hasta la frontera francesa. Terminó la contienda en el frente de Guadalajara.
Finalizada la guerra, ingresó en el recién creado Ejército del Aire y, tras pasar por la Escuela de Transformación (Jerez de la Frontera, Cádiz) para su reentrenamiento, realizó el Curso de Caza (Reus, Tarragona), siendo destinado en febrero de 1940 a la Escuela Elemental de Pilotos de Badajoz como jefe de la misma. Asciende en 1941 a comandante, con antigüedad de julio de 1940, y continúa como jefe de la Escuela Elemental de Pilotos de Badajoz. Durante ese año 1941, realiza el Curso de Vuelos sin Visibilidad (Matacán, Salamanca) y el de Profesor de Vuelo en El Copero (Sevilla).
En 1941 diseñó un simulador de vuelo, que recuerda mucho, salvando las distancias, a los que se fabricaron décadas más tarde, y que sirvieron para entrenamiento de pilotos en todas las fuerzas aéreas mundiales. En la patente solicitada el 27 de mayo de 1942 se describe un simulador de vuelo dotado de capacidades muy avanzadas `para su tiempo, pero desgraciadamente, como es frecuente en España, no pudo comercializarse.
En la Segunda Guerra Mundial, España participó con una división de voluntarios para apoyar la lucha contra el comunismo. Asimismo, el Ejército del Aire organizó unas escuadrillas que representasen a dicho ejército en la lucha común.
El comandante Ferrándiz, en septiembre de 1942, fue designado como inspector de la 3.ª escuadrilla expedicionaria a Rusia. El entrenamiento y la organización de la unidad se efectuó en Morón de la Frontera (Sevilla), y marchó hacia Alemania en noviembre de ese mismo año. Inició su actividad bélica el 1 de diciembre, relevando en Orel a la 2.ª escuadrilla. Contaba su unidad con catorce aviones Messerschmitt Me-109F2, veinte pilotos y personal no volante, servicios y tropa hasta un total de ciento veinte.
Comenzó en 1943 en el frente de Rusia y el 24 de febrero, realizando un servicio de protección de Junkers 87 Stuka al sur de Shidras, el comandante Ferrándiz divisa un grupo de doce aviones PE-2 rusos, entabla combate con ellos, derriba uno seguro y otro probable. Los días 7 y 8 de marzo, en sendos combates en Seschtschinskaya, abate un Lagg 1 y un Il-2. Permaneció hasta julio, cuando regresa a España, realizando misiones de guerra, de protección, de armas, viajes y caza libre. A su regreso a España fue recompensado con la Cruz de Guerra con Palmas por sus cuarenta y un servicios de guerra realizados, cinco combates y tres derribos.
Continúa de jefe de la Escuela Elemental de Pilotos n.º 2 del Grupo Sur (Badajoz) hasta noviembre de 1945, año en que asciende a teniente coronel y pasa destinado a la Academia General del Aire (San Javier, Murcia); como jefe de Vuelos realizó el Curso de Transmisiones (1952), el de Cooperación Aeroterrestre (1955), y al ascender a coronel del Arma de Aviación (escala del Aire) el 29 de octubre de 1952, pasa destinado como jefe de los Servicios de Transmisiones y Protección de Vuelo de la Región Aérea de Levante, de cuyo Estado Mayor fue designado jefe en 1956.
Durante el conflicto armado que tuvo lugar en 1957-1958 en el África occidental española, fue nombrado el coronel Ferrándiz jefe de las Fuerzas Aéreas del Sahara español, con sede en El Aaiún; participó personalmente en numerosos vuelos de reconocimiento sobre Daora, Tan Tan, Hagunía, Smara, Edchera y Guelta Zemur. Terminada la campaña, se le nombró, en octubre de 1958, jefe de la Escuela de Transmisiones del Ejército del Aire (Madrid), donde permaneció hasta su ascenso a general de brigada en septiembre de 1964.
Durante la jefatura de la Escuela de Transmisiones, el coronel Ferrándiz, gran aficionado al golf, impulsó la puesta en marcha del ambicioso proyecto de creación del Centro Deportivo Aeronáutico, que contaría con un campo de golf. A la hora de bautizar el nuevo centro deportivo, Ferrándiz no dudo en honrar la memoria del héroe de Cuatro Vientos, Mariano Barberán. Años más tarde, en 2005, se rebautiza el centro añadiendo el nombre de Collar, el compañero con el que realizó el vuelo Sevilla- La Habana.
Su gran afición al golf hizo que, en 1964, presentara una patente sobre un anotador simultáneo para jugar al golf. Asimismo, en mayo de 1965, presentó otra patente acerca de un aparato recordatorio de pulsera. Se trataba de un dispositivo diseñado para ayudar a la memoria de cuantas cosas se deseen recordar y muy práctico al poder llevarse en la correa del reloj.
Tras desempeñar la jefatura de las Fuerzas Aéreas del Mando de la Defensa Aérea (Torrejón de Ardoz, Madrid) durante algo más de un año, fue nombrado jefe del Servicio de Transmisiones en junio de 1965. Representó a España en el Seminario de Logística Militar en el Centro Europeo de Estudios IBM de Blaricum (Holanda), en 1966, y formó parte de la comisión de estudios sobre el Sistema de Abastecimiento y Mantenimiento del avión F 104 G en Italia.
En diciembre de 1967 ascendió a general de división y continuó como jefe del Servicio de Transmisiones hasta mayo del año siguiente en que se le nombró director general de Servicios del Ministerio del Aire y, sin perjuicio de su destino, se le designó vocal de la Junta interministerial de Transmisiones del Alto Estado Mayor.
Desde 1970, en que se le clasificó en el Grupo B, fue presidente de la Comisión Asesora de Navegación Aérea (CANA), hasta su pase a la situación de reserva en julio de 1974. En diciembre de 1975 se le promovió a teniente general honorario del Ejército del Aire con antigüedad de diciembre de 1974.
El teniente general Ferrándiz murió, en el Hospital del Aire (Madrid), en 1978.
Bibl.: A. Fernández Basanta, 3.ª Escuadrilla Expedicionaria en Rusia (Diario de Campaña), Madrid, 1972; R. Mellado Pérez, Academia General del Aire, crónica de 50 años (1943- 1993), Valladolid, Quirón Ediciones, 1993; E. Herrera Alonso, Cien aviadores de España, Madrid, Edinumen, 2000.
Adolfo Roldán Villén