Benot y Rodríguez, Eduardo. Cádiz, 26.XI.1822 – Madrid, 27.VII.1907. Político, filólogo y pedagogo.
Hijo de Julián Bernardo Benot, de origen italiano, y de Rafaela Rodríguez, nació en Cádiz el 26 de noviembre de 1822. De familia culta, aunque de no muy elevada posición social, recibió una educación esmerada. Debido a la precaria salud de su primera infancia, inició sus estudios en su propia casa, y después los siguió en la escuela de Antonio Hurtado y Medialdea, en el colegio de San Pedro y en el de San Felipe Neri. En este último estudió literatura con Alberto Lista, filosofía con Juan José Arbolí y física y química con el médico José Gardoquí.
Tras unos años de dedicación a tareas burocráticas en la Beneficencia Municipal de Cádiz, comenzó a dar clases de filosofía en el colegio de San Felipe Neri, como sustituto de Juan José Arbolí, en el año 1948. Cuatro años después, al ser preconizado Arbolí obispo de Guadix y Baza, asume Eduardo Benot las tareas de dirección del colegio. Y allí permaneció hasta el año 1867, en que marchó a París para estudiar la Exposición. De su dedicación total y abnegada a la enseñanza, durante diecinueve años, dan fiel testimonio los métodos docentes ensayados y la multitud de obras publicadas. A partir de 1850 comienza a publicar su Nuevo método del Doctor Ollendorf, para aprender a leer, hablar y escribir un idioma cualquiera, con volúmenes especiales dedicados al inglés, al francés, al italiano y al alemán.
Ya desde las primeras páginas de sus gramáticas, una cuestión será el eje vertebrador de sus preocupaciones filológicas: la división silábica de las palabras y de las frases, con vistas a la escansión del verso. Junto con el número de sílabas, los acentos son la base sobre la que se sustentará la métrica de Eduardo Benot. De todas estas cuestiones volverá a ocuparse en sus trabajos posteriores, aclarando y ampliando sin cesar las ideas que, al principio, no estaban más que esbozadas.
A esos años de intensa dedicación a la enseñanza en el colegio San Felipe Neri (1848-1867) pertenece también un curioso estudio monográfico sobre la acentuación, que, en un primer momento, no fue más que un opúsculo escrito por Benot para presentarlo a la Real Academia Española, que le había elegido en 1863 académico correspondiente. Publica asimismo ensayos de carácter específicamente pedagógico, donde vuelve a plantearse la cuestión de la enseñanza de las lenguas. A diferencia del latín, que se enseña declinando y conjugando, mediante el estudio de las palabras aisladas, considera Benot que las lenguas modernas se aprenden para hablarlas.
La actividad docente de Eduardo Benot, durante su etapa gaditana, no se limitó al dominio de la filosofía y la filología, sino que también organizó en el colegio de San Felipe Neri un completísimo gabinete de Física.
A partir del año 1857 explica Geodesia y Astronomía en San Fernando, donde había sido nombrado jefe del Observatorio de la Marina. Escribe, además, algunas obras dramáticas, y revisa una y otra vez las múltiples reediciones de sus gramáticas.
En 1867 marcha a París para estudiar la Exposición Internacional, y después su vida transcurrirá fundamentalmente en Madrid, donde la dedicación docente cederá el paso a la actividad política. En enero de 1869 se celebran elecciones a Cortes constituyentes.
Los republicanos consiguen ochenta y cinco escaños, frente a los ciento cincuenta y seis de los progresistas y a los veinte de los absolutistas. Eduardo Benot, que militaba en el Partido Republicano, consigue un acta de diputado a Cortes por Jerez de la Frontera.
En la sesión parlamentaria del 20 de mayo de 1869 fue uno de los setenta y tres diputados que votaron en contra de la continuación de la Monarquía. Disueltas las Cortes, fue elegido senador en las elecciones de septiembre de 1872. Se distinguió por su oposición a la Corona, defendiendo abiertamente los intereses republicanos y apoyando la emancipación de las colonias.
El 11 de febrero de 1873, el Congreso y el Senado se reúnen en Asamblea Nacional y proclamaron la República. Eduardo Benot actuaba entonces como secretario. En las elecciones a las nuevas Cortes Constituyentes, del 10 al 13 de mayo, fue elegido una vez más diputado. Los republicanos consiguieron en esta ocasión una mayoría abrumadora.
Los acontecimientos políticos se suceden, a partir de entones, con una rapidez vertiginosa. El 8 de junio se proclama la República federal; el 11 de junio; Estanislao Figueras abandona el poder, y ese mismo día, Francisco Pi i Margall es designado segundo presidente de la República. Se forma nuevo gobierno, en el que Eduardo Benot ocupa la cartera de Fomento.
Fue ciertamente un gobierno efímero, que duró sólo desde el 11 hasta el 28 de junio de 1873. Poco después, el 18 de julio de ese mismo año, Pi i Margall presenta la dimisión. En las tres semanas escasas en las que estuvo Eduardo Benot al frente del Ministerio de Fomento, puso en práctica algunas medidas de excepcional importancia para el país, entre las que destacan la creación del Instituto Geográfico y Estadístico y la elaboración del proyecto de la que puede considerarse como primera ley obrera promulgada en España.
Tras el rápido paso por la presidencia de la República de Nicolás Salmerón y Emilio Castelar, la violenta irrupción del general Pavía en el Parlamento y el pronunciamiento en Sagunto del general Martínez Campos, la restauración de la Monarquía supuso un duro golpe para la actividad política de Eduardo Benot.
No obstante, tras un breve exilio en Portugal, se afincó en Madrid y, hasta su muerte, siguió militando en el Partido Republicano Federal. En las elecciones de marzo de 1893 fue elegido por última vez diputado, obteniendo una de las exiguas treinta y tres actas que habían conseguido los republicanos, frente a las sesenta y una de los conservadores y las doscientas noventa y cinco de los liberales. Su presencia en la Cámara sería en esta ocasión meramente testimonial, limitándose a acudir a algunas sesiones para emitir su voto.
Pasado el fervor militante del quinquenio 1869- 1873, se entrega nuevamente a una intensa actividad científica y literaria. En 1881, su ensayo Movilización de las fuerzas del mar o aprovechamiento de los motores irregulares contra las mareas y las olas le vale el premio de la Academia de Ciencias y su ingreso en la misma. En 1889 pronuncia su discurso de ingreso en la Real Academia Española (sillón Z) con el título ¿Qué es hablar? Recopila, ordena y amplía sus escritos anteriores, perfilando sus ideas gramaticales en los Breves apuntes sobre los casos y las oraciones (1888), la Arquitectura de las lenguas (c. 1889) y el Arte de hablar (publicada en 1910 como obra póstuma). Su doctrina sobre la versificación aparece ampliamente desarrollada en Versificación por pies métricos (1890), Diccionario de asonantes y consonantes (1893) y, sobre todo, en Prosodia castellana y versificación [1892].
Los días de Eduardo Benot terminaron el 27 de julio de 1907. Ochenta y cinco años de una fructífera vida, intensamente dedicada a la participación ciudadana, a las letras y a la ciencia, merecieron el reconocimiento de la prensa diaria de la época, que le describe como un hombre comprometido, sabio, sencillo y austero. Considerado como uno de los miembros de la llamada generación del 68, junto a figuras tan significativas como Giner de los Ríos y Pi i Margall, Eduardo Benot influyó sin duda alguna en los hombres del 98. A las conocidas tertulias de su casa madrileña acudieron, entre otras personalidades ilustres, los hermanos Machado. Antonio Machado dedicó al “venerable maestro D. Eduardo Benot” el poema LII de las Soledades.
Obras de ~: Nuevo método del Doctor Ollendorf, para aprender a leer, hablar y escribir un idioma cualquiera, aplicado al inglés, al francés, al italiano y al alemán, Cádiz, Imprenta gaditana, 1850; El muerto vivo, zarzuela en dos actos con música de F. de A. Gil, Cádiz, Imprenta de la Revista Médica, 1850; Observaciones sobre la educación, Cádiz, Imprenta de la Revista Médica, 1857; Errores en materia de educación y de instrucción pública, Cádiz, Imprenta de la Revista Médica, 1959 (Cádiz [1862]; Madrid, 1897 y 1899); Mi siglo y mi corazón (drama alegórico), Cádiz, 1863; Examen crítico de la acentuación castellana, Cádiz, Imprenta de la Revista Médica, 1866 (Madrid, 1888); “Movilización de la fuerza del mar, o aprovechamiento de los motores irregulares contra las mareas y las olas”, en Memorias de la Real Academia de Ciencias de Madrid, vol. IX, Madrid, Imprenta de la Viuda e Hijos de D. Eusebio Aguado, 1881; Temas varios, Madrid, Hernández, 1884 (Barcelona, s. f. y 1916); Memoria sobre la limpia de la bahía de Cádiz y con más especialidad del caño del arsenal, Madrid, Imprenta de Federico Joly, 1885; D. Alberto Lista. La educación de la juventud. El antiguo sistema. Las nuevas ideas. El régimen social, Madrid, Imprenta de El Liberal, 1886; Breves apuntes sobre los casos y las oraciones, preparatorios para el estudio de las lenguas, Madrid, Viuda de Hernando y Compañía, 1888 (Madrid, 1910, 1914, 1923, 1928 y 1933; ed. de M. Peñalver, Granada, La Vela, 2000; ed. facs., de J. M. Lope Blanch, México, Universidad Nacional Autónoma de México [UNAM], 2001); En el umbral de la ciencia. Temas varios, Madrid, Viuda de Hernando y Compañía, 1889; “¿Qué es hablar?”, discurso, en Discursos leídos ante la Real Academia Española en la recepción pública de D. Eduardo Benot, el día 14 de abril de 1889, Madrid, Viuda de Hernando y Compañía, 1889 (ed. en Discursos leídos en las recepciones públicas de la Real Academia Española, t. 2, Madrid, Ultra, 1945); Arquitectura de las lenguas, Madrid, Juan Muñoz Sánchez, c. 1889 (Madrid, c. 1900; Buenos Aires, 1943); Errores en los libros de matemáticas, Madrid, Núñez Samper, c. 1889; Versificación por pies métricos, Madrid, Evaristo Sánchez Martínez, 1890; Patria, Madrid, Fortanet, 1890; Prosodia castellana y versificación, Madrid, Juan Muñoz Sánchez (Imprenta Pedro Núñez), [1892] (ed. facs. de E. Torre, Sevilla, Anejo I de Rhythmica, Revista Española de Métrica Comparada, 2003); Diccionario de asonantes y consonantes, Madrid, Juan Muñoz Sánchez, c. 1893; Reforma del alfabeto por El Maestro de Aldea, Cádiz, 1896; España. Poesías, Madrid, Idamor Moreno, 1905; Estudio acerca de Cervantes y el Quijote, Madrid, Idamor Moreno, 1905; Ideas de un federal, Valencia, Gustavo A. Sorní, 1906; Los duendes del lenguaje, Madrid, Núñez Samper, 1908; Arte de hablar, gramática filosófica de la lengua castellana, Madrid, Sucesores de Hernando, 1910 (Madrid, 1921; Buenos Aires, 1945; ed. facs. de R. Sarmiento, Barcelona, Anthropos, 1991); Diccionario de frases rimadas, pról. de J. Gil, Buenos Aires, El Ateneo, 1941; Aritmética general, Madrid, Núñez Samper, s. f.; Sistema métrico, Madrid, Núñez Samper, s. f.; (dir.), Diccionario de ideas afines y elementos de tecnología compuesto por una sociedad de literatos, Madrid, Imprenta de Pedro Jiménez, s. f. (Madrid, 1899; Buenos Aires, 1943).
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Esteban Torre